Nos quejamos los practicantes de esta cosa del bdsm o como se quiera llamar que nadie nos comprende. Vamos llorando por las esquinas diciendo que somos un ghetto, que la sociedad nos tacha de pervertidos, que somos unos marginales y no sé qué cosas más. Y en estas estamos, sufriendo en silencio el ostracismo social, ocultando nuestras preferencias por el qué dirán y todo eso. Y es que no hay nada que nos guste más en este país que hacernos las víctimas y llorar. Vale, partimos de la premisa de que estas prácticas no son muy convencionales. No estoy tan seguro de que susciten escándalo a día de hoy, pero dado que si no no tendría tema a desarrollar aceptamos que, como diría maría en su blog, el común de los mortales te mirarían extraño si comentases no se qué de un collar y que te gusta que te azoten y peguen y aten e insulten y dominen y demás lindezas. La pregunta es....¿podemos hacer algo para mejorar esta visión? ¿Debemos? De esta y otras cuestiones trata el tema de hoy, permanezcan atentos al teleprónter, o mejor aún, sigan leyendo.Lo primero que se me ha ocurrido al discurrir (como diría Leopoldo Abadía) sobre el tema es si esto del bdsm es una identidad sexual o una fantasía sin más (y sin menos). Por que, claro, a mi nada humilde modo de ver la cosa cambia.
Esto de la identidad sexual es un término que me he inventado y que no sé bien cómo explicar. Y es que no es el propósito de este blog ni utilizar términos científicos ni palabras esdrújulas, ni siquiera de ser exactos, si no discurrir entre amigos. Pero para que se me entienda diré que vendría a ser algo así como los gays que salen del armario y hacen de su condición sexual una parte importante de su identidad como personas. Exhiben su condición más allá de su intimidad y luchan por que no se les discrimine en base a ello.
Y, si nos comparamos con el mundo gay, ya podemos apagar e irnos. Hace unos años (no tantos, babys), el que era mariquita lo tenía crudo. O lo ocultaba bien oculto, o le linchaban a hostias por apestado (o, como mucho, era el mariquita del pueblo que tenía su gracia, por aquello de que todos los pueblos han de tener un cura, un alcalde, un tonto y una mariquita). En cambio, hoy en día tienes que ser gay para poder trabajar en los programas de la prensa rosa de la tele (mi gran sueño), y si tienes una empresa y dices o lanzas algo en contra de ese colectivo ya puedes ir cerrando, por que de tal follón que te arman tienes que ocultarte en Corea del Norte, como mínimo (al menos no necesitas despertador, por que dicen que funciona todo por sirenas). Han pasado de verse a oscuras en los lavabos de la remfe a casarse en la puerta del sol ante el Alcalde. Que si, que queda mucho por hacer y tal, sobre todo fuera de las grandes ciudades, pero en menos de veinte años han pasado de ser unos deshechos sociales con licencia para ser aporreados a ser un grupo de presión a considerar.

¿Y esto por qué? Por que han salido del armario y han dicho; “aquí estamos, díjame Usted a la cara lo que sea y ya veremos como acaba la fiesta”. Con dos cojones. De gay, pero cojones al fin y al cabo. Han luchado, han armado follón, han reivindicado, etc...Y eso les ha hecho ganar reconocimiento, respeto y derechos. No puedo evitar añadir que en algo ha ayudado el hecho de que sean un colectivo con pasta y consumista, aunque sea por aquello de lo que no me gasto en un hijo me lo pulo en caprichos, pero tampoco quitemos méritos a la lucha del colectivo.

Lo cierto es que no sigo para nada esta serie, asi que no sé si es buena o mala, interesante o no, ni puedo opinar sobre sus acontecimientos o personajes. Pero me han contado que en un capítulo una mujer entra en un local de sado y es cogida y vapuleada en contra de su voluntad, siendo rescatada en el último minuto de las garras de los viles pervertidos que practican estas cosas.
Atentamente;

Pues eso. Y lo mismo con más series, y con conversaciones de amigos, y con reportajes de la presa y demás. Yo creo que nuestra fuerza debe estar orientada a explicar estos juegos con cierta naturalidad y buen hacer. A que se pierda el miedo. A que las gente los conozca y los pruebe. O cuanto menos no se escandalice. En esta línea, por ejemplo, va este blog, un minúsculo grano de arena en el universo, pero grano al fin y al cabo.
No niego que el que alguien más o menos famoso saliera del armario reconociendo que los practica (como el maestro Jose L. Berlanga, reconocido fetichista, o la Diosa Angelina Jolie, que se apunta a un bombardeo, sea como Lesbi, Dominatrix, sumisa viciosa o lo que sea) ayude a difundir el tema y a perderle el miedo. O, como Max Mosley, el directivo este de la fórmula 1 al que grabaron con unas prostitutas jugando a estas cosas y al verse pillado dijo que él en su tiempo libre hacía lo que le daba la gana, que para eso tenía dinero. Pero mientras tanto los seres anónimos debemos poner nuestro granito de arena, aunque sólo sea por pura supervivencia; mientras más gente conozca estas fantasías, más gente las practicará, y, por extensión, más podremos ligar. Al hilo de esto pongo un enlace de una carta a marujita Díaz que iba en esa línea.

En fin, que así son las cosas y así las hemos manipulado. En realidad iba a hablar de la copa de Europa que ha ganado el equipo de mi ciudad, pero he ido a actualizar la cartilla y seguía estando en colorao...no es posible! Si el Barça ha ganado la champións! Cómo puede ser? Y en un arrebato de ira he dicho: pues mira, voy a lo mío. También quería hablar de todos los tebeos que me tengo que comprar en el Salón del Cómic por que...er...los necesito, pero igual no le interesaba a mucha gente un análisis pormenorizado del Supermán de Grant Morrintson. Y así con unos veinte (que diez tendré que robar, claro, por que la vaca no da tanta leche). El viernes que viene, miscelania de temas, por el mismo dinero.
Tengan cuidado ahí fuera y sean buenos o malos en su justa medida.
Spirit de Zoe











