
Pues hablábamos ayer de que cualquier tiempo pasado fue peor y mientras escribía sobre el tema me vinieron a la memoria varias anecdotillas sobre mi infructuosa, desesperante y patética búsqueda de Ama que considero conveniente exponer a la humanidad a fin de evitar que caiga en los mismos errores que yo.
Por anecdotillas me voy a referir especialmente a un par o tres de timos de los que fui víctima inocente. He estado pensando seriamente si exponerlos o no, ya que yo tengo una imagen de tipo sagaz e inteligente (ejem, ejem), y la verdad es que exponer lo que prosigue la daña sobremanera. Pero bueno, en mi descargo diré que era joven y hay ciertas cosas que se desarrollan con la edad.
Ilustran unas amigas Amas, todas ellas del O.W.K, sin ninguna razón especial más que el variar;
Supongo que a estas alturas todo el mundo ha leído, escuchado o visto algo sobre los concursos – chorras de algunas teles locales o de madrugada, en los cuales el/la presentador/a de turno hace una pregunta aparentemente subnormal, de esas que cualquier bípedo podría contestar. Tipo “ingredientes de la tortilla de patatas”. Ante la facilidad de la pregunta y lo sustancioso del premio, el pringao de turno corre raudo al teléfono, pero se encuentra con que la línea está colapsada y le ponen en espera. Por supuesto, el negocio está en que es una llamada de pago, y mientras aquellos que no tienen nada mejor que hacer están a la espectativa de ver si le cogen la llamada, el promotor de la cadena está comprándose otro traje con más bolsillos para guardar los dineros que, segundo a segundo, van generando los miles de ilusos que piensan que se van a hacer ricos contestando “el huevo”.
No me resisto a comentar que otra variante es hacer que un “supuesto” concursante llame y falle la pregunta, a fin de incrementar las expectativas, tiempos y posibilidades. Lo digo por que hubo un caso real de quien, a la misma pregunta sobre “ingredientes de la tortilla de patatas”, contestó “el fuego”. Personalmente pienso que es una respuesta correcta, por que a saber cómo haces tú una tortilla sin fuego, o, ya puestos, sin sartén, pero también pienso ( al igual que el programa donde ví tal suceso comentado), que anda que no huele a gancho la contestación.
¿Y qué tiene que ver esto con lo que iba a comentar? Pues que este es

exactamente el mismo funcionamiento de las líneas telefónicas de pago que ofrecen servicio de que te buscan “ama”. Es decir; yo riéndome de cómo puede haber gente tan tonta que caiga en ese tipo de cosas, y recuerdo que yo caí en algo parecido.
No recuerdo la cantidad que me timaron, pero sería irrisoria. Dudo que llegase a quinientas pesetas de las de entonces. Pero oye, era joven e inocente y encima pobre. Para mí 500 pesetas equivalían en aquella época a tres tebeos, quizás. Nos ponemos más o menos a finales de los ochenta, primeros de los noventa. La cosa era que yo quería conocer a una Ama y no sabía cómo. Y entonces me compré una revista de anuncios clasificados, el PRIMERAMÁ o CAMBALACHE (como se llama en el sur, creo), y ví los anuncios de contactos. Y decían que llamando a un número de teléfono tal tenías la posibilidad de conocer Amas de tu ciudad, que ellos te relacionaban. Un 906 a tal tarifa el minuto, pero vale la pena si me sale bien, pensé iluso de mí.
En aquella época no existían móviles.Bueno, existían pero yo todavía no lo tenía. Y sabía que de ver mis padres una tarifa rara en la factura ya estaba crujido de por vida. Así que fuí con mis 4-5 monedas de cien pesetas a una cabina dispuesto a triunfar en la vida. Demoleré el posible suspense; sufrí el timo de “te retenemos la llamada mientras pasan los segundos y englosamos nuestra cuenta corriente”. La variante era que una operadora te preguntaba cosas sobre tus gustos, edad, físico, etc...y luego te pasaba a una supuesta Ama a fin de quedar con ella para conocernos. Cuando le dije a ésta última que la cabina marcaba que me quedaban 25 pesetas y que dígame donde nos vemos, ella me contestó que nos teníamos que conocer mejor y que volviera a llamar y preguntara por ella.
Soy tan tonto que a punto estuve de hacerlo. Lo evitó mi falta de liquidez. Luego, un poco más en frío, empecé a pensar...¿y no será esto un timo? Pues claro que lo era, pedazo de pringao. ¿Qué esperabas? ¿Que por tu cara bonita hicieras una llamada y se te presentara el principe azul/ la princesa de las perversiones sin más? ¿No ves que te has pulido 500 pesetas en menos de diez minutos y que estas tipas seguro que se estarán riendo en tu cara? De haber tenido más tiempo...¿ibas a quedar en verdad? ¿Con una tía que está ahí al teléfono esperando conocer gente? Y si qued

as y no se presenta...¿a quién reclamas? ¿Qué sabes de ella?
En fin; que me salió el sentido común diez minutos después de colgar. Soy un pringao y habían jugado con mis deseos e ilusiones timándome descaradamente. ¿Aprendí la lección? Por supuesto que no.
Meses después apareció otro anuncio similar, con la novedad de que se trataba de una Ama particular, con teléfono móvil pero no 906, que decía de asesorar en temas bdsm y relacionarte con Dóminas de tu ciudad amigas de ella. Llamé y la mujer me dijo que para acceder a ese servicio había que efectuar un ingreso (creo que de mil pesetas, pero no estoy seguro, ha llovido ya un poco) en una cuenta bancaria que me dió. Cogí la calavera de Hamlet y empecé a disertar; ¿me arriesgo o no me arriesgo? Punto a favor; ella me da SUS datos bancarios. Punto en contra. Y qué? La cosa es que, tonto de mí, me arriesgé, por aquello de que cuando hay deseo de por medio perdemos la razón.
Por si no estaba claro, se trataba de otro timo. Una vez acreditabas el ingreso bancario dabas una dirección de e-mail y a esperar. Recibí tan sólo una respuesta en la cual una supuesta “ama” de Molins de Rei me contaba sus deseos eróticos conmigo, cual carta de los lectores en las revistas porno, por supuesto sin ningún dato más. Y, por supuesto, sin recibir respuesta alguna al demandarlos, siquiera para tomar un café. Y al poco llamabas al número inicial y estaba desactivado. Supongo que la supuesta “ama” original recibió unas cuantas peticiones de palurdos como yo, les envió a todos ese e-mail fantasma, cogió el dinero, canceló la cuenta

y, aunque dudo que se fuera a las Bermudas de por vida con lo recaudado, seguro que durante un tiempo estuvo comiendo marisco a costa de tontos como un servidor. Y seguro que con la convicción moral de que si alguien es tan tonto como para caer en algo tan burdo, se lo merece, y encima esta gente son unos pervertidos asquerosos, así que se lo merecen doble.
Doy gracias a no haber tenido dinero en aquella época, (bueno, como ahora más o menos, pero al menos ahora tengo un trabajo, se supone que serio), por que de lo contrario en vez de cantidades más o menos irrisorias podríamos estar hablando de algún cero más, ya que el deseo y la ingenuidad eran muchas.
Aunque sólo sea por joderles el negocio a putas y timadores/as como los mencionados arriba, me alegra ver la accesibilidad de estos tiempos a gente con fantasías afines gracias a internet, y me alegra así mismo ver como para conocer Amas no es necesario tanto rollo.
Sin embargo, veo con asombro (nunca dejaré de ser un ingenuo) como siguen habiendo anuncios similares en períodicos y revistas. No ya de líneas eróticas, que eso al fin y al cabo es muy legítimo, si no de supuestos contactos verídicos a los que sólo tienes que llamar para acceder. Pues bien, pringaos; estos contactos no existen, que los sepáis. Ninguna Ama que no lo haga por parné va a estar sentada esperando que la llamen. Yo tengo la excusa de que era joven y no había los medios de ahora. Vosotros no tenéis ninguna. Así que si llamáis a algo similar buscando saciar vuestros sucios impulsos que sepaís que sois unos T-O-N-T-O-S.
Y hay un tercer timo del que fui víctima, este no una vez ni dos, si no más veces de las que soy capaz de re

cordar y que en vez de una cantidad irrisoria seguro que sumando las veces asciende a un tanto. Un tanto que no da para un chalet, claro, pero para un par de mariscadas en un wok puede ser. Y son las veces que he cogido alquilada una película porno en el vídeo club por que supuestamente era del tema...y del tema tenía que la mujer de turno llevaba puesta botas altas y se metía el mango del látigo por el coño mientras hacía una felación de las de toda la vida. O las veces que me he comprando una revista sado...y de sado tenía lo mismo, una tía con un collar que follaba de forma convencional. Pero ambas cosas te las presentaban como “sado”, a saber por qué, quizás con la intención de acceder a un tipo de público que sabían iban a pasar por caja aprovechando las carencias del mercado.
Pues jodeos, hijosdeputa, que ya no necesito ser timado para ello. Tengo cienes y cienes de megabites archivados con sado de verdad, accesible por el proceloso mar de la red. Si me vendéis una peli de bdsm, quiero bdsm. Aunque claro, que probando el real ya esto de buscar cosas por internet....ejem, ejem...bueno, pues que esos archivos los tiene un amigo mío, vale?
Por todo cuanto antecede me retifico en lo expuesto en el post anterior; estos tiempos son magníficos. Que si, que siempre hay fascinerosos y aprensivos dispuestos a aprovecharse de las carencias y los anhelos de los demás, pero hoy en día lo tienen más difícil. Al menos en estos aspectos que hemos comentado.
Bueno, después de estas anecdotillas de mi cada vez más lejana juventud...ah, qué tiempos aquellos,ojalá no vuelvan nunca...decía, pues después de ésto la semana que viene hablaremos sobre....pues no lo sé, pero seguro que será muy interesante. Hasta entonces tengan cuidado ahí fuera y sean buenos o malos en su justa medida.