Digamos, por decirlo de forma que expresó el Ama de mi Maestro “a mí me mojaba el coño apretarle los huevos a un tío y gracias a internet ví que había tíos que les gustaba que se los apretase”.
Por supuesto, las profesionales no aparecían por estos sitios ni para saludar, qué vulgaridad. Ellas tenían cola y no se relacionaban con el vulgo. Como empezaban a haber eventos y similares, de vez en cuando se mezclaban los dos mundos.
Recuerdo, si me permiten las palabras de Luis Vigil, director de Tacones Altos e histórico de estos mundos, el comentario de él al respecto; “las profesionales miraban con recelo a estas “intrusas” que le quitan mercado. Antes, eran únicas porque esto era raro. Ahora ya no lo son tanto, por lo que tampoco son tan únicas”.
Y ojo! Siempre he defendido, y defiendo, al mundo profesional. Primero porque es legítimo y respetable, un trabajo como cualquier otro y no siempre reconocido. Segundo por ser dinamizador de estos mundos al estar en primera línea. Simplemente digo que los términos estaban claros.
En fin, yo por aquel entonces pululaba por el chat ozú, por varios foros de mala muerte y, algo más tarde, por las comunidades msn. Puedo asegurar y aseguro que conocí a muchas féminas que, gracias a las nuevas tecnologías, exponían sus fantasías de dominación o las descubrían. Tuve relaciones con algunas de ellas, que no cabe exponer aquí. En ningún momento a ninguna se pasó por la cabeza el cobrar o pedirme algo por el sólo hecho de jugar a estas fantasías de forma recíproca o complementaria. Al contrario; se compartían gastos o, como en toda relación, aportaba más quien más podía, que las mazmorras no se alquilan solas ni los látigos los regalan.
Hasta aquí más o menos bien, no? Pasamos al punto dos.
2-QUÉ PASÓ EN ESTE TIEMPO?
Entre el panorama descrito en el punto anterior y la frase que encabeza el escrito…¿Qué ha pasado? Cuándo una cosa derivó a la otra? He de reconocer que no lo tengo nada claro.
De hecho, la tendencia debería de haber sido la inversa, como manda la lógica. Hice hace poco un escrito sobre la “paradoja de Spirit” que venía a decir más o menos eso mismo.
Es decir; internet ya es tan cotidiano y necesario como la lavadora. O más; con la ropa sucia puedes ir, pero sin datos en el móvil no. El Sr. Grey ha hecho conocer estas fantasías a trillones de personas, sobre todo mujeres. Que será una trilogía todo lo apestosa que tu quieras, pero eso hay que concedérselo. Las nuevas generaciones no tienen tabús sobre juegos y preferencias sexuales, aunque se llama bdsm kind o su puta madre. Ya no somos tarados asociados a cosas turbias, le puedes decir a esa persona que acabas de conocer en Tinder que te pone que te escupan y azoten un poco en el fragor de la batalla, que igual te responde, “vale, pero luego tú a mí”.
Mundo profesional siempre habrá, que tampoco hemos avanzado tanto. Pero, vamos, espero que se me entienda. El mercantilismo en el bdsm se debería de haber “devaluado”. Porque no tiene su razón de ser en los puntos en los que lo originaron.
Y sin embargo, fulanita dice que si eres Ama y no cobras eres una pringada. Menganita que ella no es profesional, pero si quieres hablar con ella tributa, cerdo. Mensajes mil de cómprame esto o lo otro si quieres hacerme feliz porque yo lo valgo y soy mega ama de la muerte. Cuesta distinguir el mundo pro y el mundo amateur, se fusionan de tal forma que parece que una amateur debe cobrar como una pro y una pro disfrutar como una amateur.
En fin; ni idea. Me pierdo. Soy un sado saurio en el crepúsculo de mis días. Me estalla la cabeza. Vale que soy tonto de natural, pero poned cosas lógicas que sean fáciles de entender, leñe.
Ante estas mis limitaciones, solo puedo especular y exponer mis opiniones sobre el por qué de este paso. Las voy a enumerar y todo para hacer más fácil la lectura. Y seguramente serán incompletas y me dejaré muchas, pero el gato es mío y me lo follo cuando quiero.
3-TEORÍAS DEL POR QUÉ
1-Para empezar, creo que el bdsm que se nos transmite a través de las redes (sobre todo twitter, que es donde estoy y más o menos conozco), es un vago reflejo de la realidad. Es decir; las relaciones bdsm (a efectos de lo que nos interesa aquí, Dómina-sumiso) naturales y sin interés mercantil existen más de lo que se refleja en internet. Lo que pasa es que no son tan visibles. Tampoco tengo claro el por qué.
Siempre he dicho que, si fuera por las redes sociales, el presidente de España sería Alberto Garzón, y ya sabemos que se come los mocos. Hay una parte relacional más íntima de personas que juegan y no lo exponen. Que a veces van a algún local, a veces no. Que les aburre el postureo o el ambiente de las redes en general. Y, como pez que se muerde la cola, como ven que prima lo mercantil consideran que ese no es su ambiente y como el chat ozú y las comunidades msn ya no existen pues se toman unas cañas y a correr.
Nos quedamos en el fondo; las redes no son la realidad.
2-Mi teoría personal es que, hace tiempo, alguna pro no iba bien de cartera de clientes o similar. Una o varias, por el fenómeno que comentaba antes el amigo Luis Vigil. Y se mezcló con la chusma en las redes sociales, a ver qué pillaba. Algo que, sinceramente, no recuerdo una sola vez en mi pulular chatero. Y no con un perfil abiertamente pro, si no como aquellas señoras de compañía que te hacen creer que te las has ligado. La cosa debió de funcionar y hubo un cierto efecto llamada.
Conectamos en este momento con el punto tres.
3-Sobre este efecto llamada; ¿Habéis jugado alguna vez al juego del teléfono? Hay una fila de gente. El primero le dice una cosa al de al lado al oído y rápida. Y así hasta el último, que acaba oyendo algo totalmente diferente a lo inicial. Es lo que se llama distorsión.
¿En qué momento una o varias Amas interactuando por internet pidiendo cosas se transformó en el fenómeno findom actual? Ni idea. Y, como hemos dicho, es una mera teoría especulativa.
Pero es que este efecto llamada no se quedó ahí.
Por que, claro, si fulanita pone una foto de su pie y pide que le hagan un bizum…¿por qué no lo puedo hacer yo? Si estoy más buena! Tengo más tetas! Y no es prostitución porque no ofrezco el coño para nada!
Y yo qué se….de repente se llenó esto de págame esto por aquí, soy tu Diosa por acullá, eres un tal por nosédónde, esto es bdsm y tal….y, en fin, cual efecto viral, el bdsm era pagarle las pizzas a niñatas que no saben si una fusta se coge por el mango o la lengüeta. Y algo raro por lo que había que pagar, se disfrute o no.
Ya no era esa mujer que descubría su sentir o lo podía exponer, quedando en una cena con otros mataos de su entorno que ha conocido por internet y dando pie, quizás, a una relación de diez años o una incipiente después de doce, o quizás una noche loca que duró una eternidad o una eternidad que duró una noche loca.
No; ahora es una competición a ver quién pide más, quién exhibe más, quien es mejor en base a la nada y la miseria.
4-Todo texto tiene su contexto. No hay una única explicación. Vivimos tiempos convulsos, amigo Sancho. A este caldo de cultivo hay que añadir que estamos en unos tiempos inciertos, donde el medio es el mensaje, el titular el texto. No hay ganas, ni necesidad, de ir más allá. El libro es la portada, la tienda el escaparate. Prima la inmediatez y la necesidad. ¿Para qué voy a estudiar si bailando como un mico en tik tok tengo tropecientos mil seguidores?
Además, estamos en un contexto de precariedad. Tener trabajo ya no te garantiza no ser pobre. La juventud no tiene una estabilidad, no puede acceder a una vivienda, etc…Y,en cambio, queremos el último i-phone porque si no no somos nada. La sociedad de lo absurdo. Pero tenemos libertad para ir a unas terrazas. Si estoy a un click de que me pagen las coca colas en ella…por qué no lo voy a hacer? Si no soy puta por ello! El bdsm es así! No es así…ES ESO!
Y tenemos una onda expansiva. Pero hay más, claro.
5-Como toda oferta, tiene su demanda. No hay narcotraficantes sin drogadictos. Hay mogollón de sumisos frustrados que les hacen casito. Ojo, es muy legítimo, que no estoy más allá del bien o del mal. Es la gestión de esa sensación lo que siempre cuestiono.
¿Es sano que un tipo con los huevos negros le pague las pizzas a una niña, por muy jurídicamente que sea mayor de edad? El bdsm es eso. ¿Me hago un par de pajas a cambio de un par de bizums? El bdsm es eso.
Y de nuevo el pez que se muerde la cola; que quiero que cumplas mi fétiche, te pago por ello. Que puedes pagar, pero no estoy para cumplir tu fétiche. Que para eso tengo a mi Alpha. Págame los condones. Que quiero tener Ama, ser suyo a muerte, etc...pero no quiero una relación, solo de 8 a 9 los jueves que no den fútbol.
Por lo cual, la onda expansiva se incrementa. Por lo cual, el bdsm es eso.
6-Y nacen las excusas que se retroalimentan. Joder, es que si este pesado me hace perder el tiempo, por qué no le voy a cobrar por atenderle? Joder, es que yo lo disfruto, pero hasta cierto punto, y si atiendo a alguien mi tiempo se paga. Es que la abuela fuma. Es que su puta madre.¿Y no puedes bloquear/ ignorar a esos pesados? En el fondo buscas algo de ellos, es legítimo. Pero a llorar a la llorería.
O eres pro o no eres pro. O cobras por ello o no. Y ojo, que entiendo que se sea semi-pro, con un trabajo y una vida convencional y se saque un sueldecillo extra con lo que caiga. Que se elija o no. Pero eso de que busco pareja y mientras la encuentro voy pidiendo que me paguen las pruebas no sé hasta qué punto personalmente me vale.
No se; me da la impresión que cualquier excusa es buena para cobrar porque sí. Que esto se nos ha ido de las manos. Que distorsionamos conceptos. Porque es lo que te dicen que toca. Y en el punto 6 intento mi mejor explicar.
6-Otra anécdota; una Ama amateur cortó la relación que tenía. Un conocido de ambos, al saber la noticia, dijo; “joder, él tiene que valorar que ella le hacía cosas QUE VALÉN MUCHO DINERO”.
No valoró que las hacía porque ella quería o le mojaba el coño hacerlas. No valoró que entre personas que se quieren o disfrutan hay reciprocidad en los juegos de alcoba. Que todo lo que se puede comprar, se puede robar. Simplemente, tenía la percepción que si tienes una pareja (en los términos que sean) que juega al bdsm te ahorras una pasta.
A mí esto me parece de un limitado que espanta; como pago al contado, nunca me faltan besos. Que estamos en el siglo XXI, chaval, que ya no se folla para procrear. Que las personas no son objetos ni dispensadoras de fetiches. Que te vayas a tomar por culo, sucnormal.
7-En fin; que creo que hay un poti poti de cosas que no sé bien definir o explicar pero que creo que se ha distorsionado todo tanto que ya no sabemos distinguir.
Y ojo, sigo pensando que el mundo profesional es necesario y legítimo, faltaría más. Y que haya profesionales que lo disfruten en la intimidad de su alcoba con quien quieran hacerlo por supuesto.
Pero yo, que soy un poco Sheldom Cooper y funciono por etiquetas y limitaciones, no admito la confusión. Ya saben; siéntate en tu sitio y nadie te hará levantar. A mi, me das los parámetros claros y ya decido yo si me muevo o no, y no te preocupes que yo te haré lo mismo y ya decides tú también.
8-Y no me resisto a mencionar a las sumisas, en femenino plural. Porque todo lo aquí expuesto es aplicable a los sumisos masculinos, pero no he visto a ningún Máster pidiendo que se le paguen las pizzas (salvo en el mundo gay, que no cuenta a los efectos que hablamos) ni nada similar.
Al contrario; por lo general veo escritos de sumisas sentidos, de adoración y pertenencia y felicidad y tal por tener la relación con su Amo (o Ama, que estamos en los tiempos LGTBI, y magnífico ello) , en los términos que sean, pero sin hacer hincapié en si paga, no paga o deja de pagar o si el bdsm es esto o lo otro. Simplemente disfrutando, viviendo, sintiéndolo.
9-Y es que, además, estamos retrocediendo. Mucho ministerio de Igualdad y tal pero parece ser que cada vez nos cuesta más entender la libertad de la mujer para disfrutar de su vida sexual. Como si no hubiera mujeres que no disfrutan con estas prácticas en el rol dominante/ sádico. Como si se diera por supuesto (y muchas de las que lloran se prestan a ello) que una mujer es una dispensadora de fetiches previo pago (pero pro no, por favor, eso son findomendigas y tal, yo no).
4-EN CONCLUYENDO.
Que no tengo una conclusión clara.
Insisto; cada relación es legítima y se gobierna por sus propias normas y circunstancias.
Que creo que sigue habiendo un bdsm afectivo y por disfrute, aparte de humano y sentido (yo mismo tengo una Señora que es la viva prueba de ello), pero cada vez es menos visible y parece una rara avis entre tanta distorsión.
Es decir; no es lo que se lleva. Esta ambigüedad entre conocer gente con estas fantasías porque quiero pero que pague por ello hace que los mundos y límites no estén claros. Y ojo, insisto, todo es legítimo.
Que yo mismo he disfrutado de un servicio de pago, y siempre he dicho que ha sido magnífico y con magníficas personas que llamo amigas. Pero si me ofreces un servicio, no me ofreces una relación afectiva (no cuenta el feeling o la amistad, que tiene su valor pero no es de lo que estamos hablando).
Que yo para pasar un casting o por una firts dates no saco la cartera, chatina, tienes todo el derecho a no hacerme casito, faltaría más, pero no me marees tú tampoco.
Que entre unos y otros la matamos y ella sola se murió. Que hemos degrado tanto estos mundos que gente hecha y derecha expone la frase con la que empezó el escrito o el comentario ese sucnormal expuesto pensando que es lo que debe ser, y que todavía no entiendo cómo ha derivado en eso entre mis inicios y los tiempos actuales.
Qué yo qué sé, que qué sé yo.
Y que siempre habrá una selección entre afines y una rosa en el desierto.
Y con esto y bizcocho damos por acabado el tocho.
No estoy seguro de haberme expresado bien, la verdad, pero en mi descargo diré que es un tema tan difuso y ambiguo que no doy más de mí. En todo caso, ya saben, no devolvemos el dinero. A ver si paso guiones a Knabo y retomamos la bedesemeniada. Y, como estoy enamorado y pertenecido, no descarten más tochos pastelosos, al fin y al cabo el gato es mío y me lo follo cuando quiero. Aunque es posible que haya nuevo manifiesto del sindicato sumisiano sumisiense.
Tengan cuidado ahí fuera.
Spirit de K.
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