En el post anterior tienen vuecencias el Romance de la mía K, surgido de la pluma de este nada humilde servidor y sin duda una obra maestra de las letras que se estudiará en los colegios en un futuro más o menos inmediato. Parecía insuperable, verdad? Pues lo bueno (o lo malo) de estar con alguien como Miss K es que toda acción tiene su reacción, toda hebra su hilo, toda causa su consecuencia...y todo escrito su réplica, normalmente superando el original cuando no meándose en él.
Y qué quieren que les diga. Que me ha parecido tan bonito, emocionado tanto...que, aún a riesgo de que nos califiquen de pastelosos y pesados le he suplicado me lo deje subir.
No sólo porque me hace quedar bien (que también, para una vez que eso pasa...) sino porque creo que tiene una belleza que no puede quedar inédita sin más circulación que los archivos de mí móvil. Y, también, escudándonos en la ideología, si aquí defendemos un bdsm humano, cálido, donde quepan la más sucia de las perversiones y el más intenso de los sentires, no está de más demostrarlo con naturalidad.
Y porque es precioso. Me callo ya. La quiero, Señora, GRACIAS.
Yo que siempre jugaba
a dar lo que pedían
para demostrar
que no era lo que deseaban.
Yo que buscaba sin saber y sin buscar,
quien en mi mente supiese estar.
Yo que jugaba con las mentes ajenas,
sin dejar entrar apenas,
porque en cinco minutos encontraba miedo,
ansiedad o ideas planas.
Y así pasaba los días,
en mi comodidad de mentes vacías,
que por dos azotes hacían lo que les pedías.
Pero ay amigo,
esa historia ya la conocía,
máscaras a mi...qué alegría.
Hasta que un día,
andando tranquilamente por mi previsible vida,
cómoda y sin daños a la vista,
reapareciste con tus letras más que conocidas.
Peligro? Ninguno me decía,
le conoces, demasiado, no funcionaría.
Pero tu con tu risa y tu prosa,
entraste sin llamar,
como quien no quiere la cosa
y dejaste caer la bomba.
Yo sin previsión ni alerta encendida
y cual elefante en una cacharrería,
abrí las puertas a la alegría,
que puede pasar, me decía?
Y paso que me ganaste la partida,
me deslumbraste con tu simpatía,
me venciste con tu empatía
y me ganaste con tu iniciativa.
Pero el miedo acechaba, me lanzo? Voy?
O hago una elegante retirada?
Pero lo que no recordaba,
porque era historia pasada,
era que cuando dos mentes encajan
eso no lo para nadie,
ni hoy ni mañana.
Así que me tendiste la mano firme,
a pesar del miedo y
yo te la cogí temblando.
Habíamos saltado.
Y volamos,
o por lo menos no caemos,
con líneas marcadas
y fronteras delimitadas,
que como dos buenos inconscientes
cualquier día pasaremos,
sabiendo el peligro,
pero dispuestos a morir en la batalla.
Que por qué te quiero?
Que por qué te Amo?
Te parece poco haberme devuelto la vida en forma de aventuras?
Sin armadura,
ni espadas clavadas en piedra.
Sin más fortalezas que nuestras almas desnudas?
Es por todo esto y por todo lo que callo,
que te quiero,
que te Amo.
Miss K.
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