Este es un blog de bdsm desde el punto de
vista de un sumiso. Ergo hablamos de Dominación femenina. Ergo estamos ojo
avizor al papel de la mujer en la sociedad en general. Ergo esa es una excusa
tan buena o tan mala como cualquier otra para hablar del fenómeno Sara
Carbonero. ¿Un poco pillado por los pelos? Puede ser, pero es lo que me apetece
esta semana y, una vez acabado el texto, creo que tampoco desentona en demasía.
Vamos a verlo;
-Sara, qué ves en la repetición? –Lo mismo,
pero más lento.-Gracias, Sara. Sara, cómo está el banquillo?-Anclado en el
suelo.-Gracias, Sara. –Sara, es cierto que han echado bengalas?-No lo sé, hay
mucho humo.-Gracias, Sara. –Sara, en qué minuto estamos? –Minuto 60.Aprovecho
pasa saludar a Canarias, donde el partido acaba de empezar. –Gracias, Sara.
–Sara, ha habido cambios? –Sí, lo jugadores no paran de moverse. –Gracias,
Sara. –Sara, es peligrosa Francia? –En algunas zonas de París y Marsella te
pueden atracar.-Gracias, Sara. –Sara, explícanos las reglas.-Te sale sangre del
coño.-Gracias, Sara. –Sara, qué opinas de la segunda parte?-Que es la otra
mitad. –Gracias, Sara. –Sara, algún cambio en la segunda parte? –Sí, ahora
España tiene la portería en el otro lado.-Gracias, Sara. –Sara, cuál es el once
de Inglaterra? –Eleven.-Gracias, Sara.-Sara, estamos en cuartos? –Sí, todavía
no os comáis las uvas. –Gracias, Sara.-Sara, puedes hablar con Cesc? –Zí, azí zirve?-Gracias,
Sara. -Sara, es cierto que han suspendido el partido por la lluvia?- No lo sé, todo el mundo se ha ido y no hay nadie para confirmármelo. -Gracias, Sara.
Bueno, y como el párrafo anterior hasta casi
el infinito. Por cierto; el último chiste de todos me lo acabo de inventar. Para quien haya vivido en un igloo en las últimas dos semanas o no
tenga la inmensa suerte de vivir los fenómenos televisivos españoles,
explicaremos brevemente que el fenómeno Sara Carbonero consiste en hacer mofa y
befa al estilo de lo leído a costa de la susodicha Sara y su supuesta poca
valía como reportera. Añadiremos que la tal Sara es la enviada especial de la
cadena amiga tele5 para realizar funciones a pie de campo en la retransmisión
de la Eurocopa, y algunas meteduras de pata tontas las causantes de que las
redes sociales se hayan puesto a lanzar chistes como los expuestos y cualquier graciosillo tenga sus minutos de fama en a ver quién la inventa más gorda. Por cierto; expondré el que me acabo de inventar en mi cuenta de twitter a ver si triunfo...

Por otro lado, tanto escarnio público ha
suscitado un cierto debate de que los chistes sobre Sara esconden un fondo
machista y la gente, que es muy mala, va directamente a hacerle daño
simplemente porque es mujer y ha triunfado.
Yo no puedo por menos dar mi visión sobre el
asunto y de paso debatir un poco sobre el papel de la mujer en esta sociedad
absurda.
Para empezar, es cierto que hay un
denominador común entre una y otra postura; que la gente es muy mala. Y en
concreto la gente de este país; si hay algo que nos gusta a los españolitos de
a pie hasta el orgasmo es ensalzar a gente mediocre a los altares y luego, ante
el mínimo traspiés, lincharlos con saña mientras los hundimos en el fango. Somos
así; no descendemos de Adán y Eva, si no más bien de Caín y Abel. Pero no lo
hacemos con Sara sólo; lo hemos hecho con tropecientos personajes antes y lo
haremos con tropecientos personajes después, que nos gusta eso más que a un
tonto un lápiz. (Belén Esteban…eres la próxima, que lo sepas).

Personalmente, lo que me parece machista y
deleznable es que hayan puesto a la amiga Sara por su evidente buen físico
relegando a otras periodistas (hombres o mujeres, pero vamos a centrarnos en
éstas últimas) que por no ser guapas, o no ser jóvenes, o no lucir palmito ni
modernidad ni estilo de vida fashion ni nada por el estilo, no “molan” en la
tele aunque tengan acreditada más competencia y saber estar. Las estamos
sustituyendo a todas por “Saras carboneros” prefabricadas; guapas, sosas,
incompetentes pero de buen ver y fashions que te cagas.
En realidad lo que me ha hecho escribir este
post no es la última “Saracarbonerada”, (aquella de preguntarle a un jugador si
le hubiera gustado lanzar un penalti,
cuando en realidad tiró –y marcó-uno), si no una entrevista a la periodista,
ésta sí, Olga Viza que tuvo lugar al mismo tiempo pero en otra cadena. Como
saben los habituales de éste blog, sólo veré un partido de fútbol cuando
invadan el campo zombis o extraterrestres, y que gane la selección española una
copa de hierro mientras el país se hunde en la miseria me parece incluso de
mala educación.
Pues eso, Olga Viza, una periodista de
contrastada credibilidad y trayectoria, no sale en pantalla porque no es una
señora estupenda. De hecho, es más bien feucha y rondará los 60. Empezó en
deportes, por cierto, y su buen hacer hizo que durante mucho tiempo fuera uno
de los rostros asociados a las noticias. Pero ahora no, ahora molan las Saras
Carboneros, muñecas impecables de pechos circumperfectos que además van con su
novio a comprar ropa de Versalle (o como se escriba). Para mí, esto es lo
machista y lo deleznable. Que releguemos a las Olgas Vizas, o a las Marías
Escarnios, a una tercera posición en el mejor de los casos para que se luzcan
las niñatas guapas.
En realidad, salvo por lo expuesto en el
párrafo anterior, el tema Sara no me da
ninguna pena. Supongo que a ella no le hará gracia pasar por tonta, pero se irá
con su novio a tributar los millones ganados por ambos en algún paraíso fiscal
mientras toman el sol en alguna mansión privada del Caribe y se le pasará el
disgusto. (Por cierto; hay 456 medicamentos excluidos de la seguridad social
que se estima causarán un ahorro de 458 millones de euros. Pero mientras los
abuelos han de pagar por sus pastillas para el alzheimer, los clubs de fútbol
deben a Hacienda algo más de esa cantidad y aquí no pasa nada…).
Decía, que eso, que por Sara no me preocupo
porque las penas con un porsche son menos. Por la dignidad de la cadena me preocupo menos todavía, que ni saben lo que
es tal cosa ni les importa. Supongo que Paulo Vasile, su director, estará lleno
de alegría ante la expectación creada y encargará un traje con más bolsillos
para guardar el dinero ante este regalo mediático. Por la calidad de la
información del pueblo español tampoco
me preocupo. Tenemos lo que nos merecemos. Porque sí, somos machistas, y lo
somos porque queremos ver a una señora
con tetas estupendas antes que a una señora que nos diga las noticias de
verdad.
En fin; que leo esto y es verdad, no tiene
nada que ver con el/la femdom, pero creo que sí con el papel de la mujer en
esta nuestra sociedad. Y no augura nada bueno, la verdad. Pero es lo que
hay.
La semana que viene hablaremos de algún tema
más de sado, por ejemplo de los símbolos
y demás. El miércoles ya saben, tendremos una bedesemeniada machista, zafia y
obscena para contradecirnos con nosotros mismos y hasta entonces…tengan cuidado
si se encuentran una máquina del tiempo, que viajar al pasado puede conllevar
el riesgo de querer quedarse allí.