sábado, 16 de abril de 2016

LLUVIA DORADA


-Oye, Bitelchús, que no se me ocurre nada sobre lo que escribir.

-Por qué no hablas de la lluvia dorada?

-Y qué digo? Que es como la coca cola pero con sabor a meado?

-No hombre, mira…

 

Y así es como empieza este emocionante post, que versa sobre el poco estético (o sí?) tema de la lluvia dorada. Lo cierto es que hablando con Amo Bitelchús vi un par o tres de cosas que me ampliaron el tema y aunque no inventaron la pólvora, tienen su aquel.

 

Vamos a ello;

 

Diremos lo que es la lluvia dorada un poco así en bruto, por si hay alguien nuevo en este mundo; es aquella práctica que consiste en que la parte Dominante se mea en la parte sumisa, con la opción además de que ésta se trague el líquido (aunque no es requisito indispensable).

 


Puesto así en plata parece algo un tanto…er…sucio, grosero, escatológico, insano, de mal gusto. Como una de esas cosas que dan un tanto de repelús inicialmente, como si fuera uno de esos límites que mejor no traspasar. O al menos eso es lo que pensaba yo en mis inicios, hace trillones de años.

 

Evidentemente, beber desechos corporales de alguien no es que sea el sumum de la higiene. Si no conocemos a la persona, a saber qué bacterias tiene allí metidas y qué nos puede provocar.

 

Recuerdo mi primera lluvia dorada; fue con una profesional llamada “La Mary” de la que he hablado aquí alguna vez (una, en concreto). Me dijo “te gustaría que te meara?” y yo no estaba seguro, pero estaba en ese momento tan poseído, tan dentro de la sesión, que le dije “oye, pues sip”. No tragué nada y me pasé tres días comiéndome la olla por que el líquido salpicó a mi retina sin querer y a ver si me había contagiado a saber qué a través de ahí, finolis que es uno. Pero la recuerdo con satisfacción. Por cierto; supe después que la orina no transmite el VIH, así que pude respirar tranquilo.

 

Bien…qué me hizo vencer el miedo? El morbo, por supuesto. El morbo es un impulso bastante potente del que no se habla todo lo que se debiera, he de añadir. Pero asociado como el morbo…la sensación de que la lluvia dorada es el sumum de la humillación. Es decir; dentro de estas prácticas nos da morbo el ser vejados y humillados. Y es en este contexto que dentro de este mundo de locos y pervertidos esta práctica adquiere una dimensión propia; el sumum de la humillación es ser meado/a por el/la Dom. La degradación absoluta, el recibir los deshechos corporales, el ser un mero wc humano ante lo más asqueroso.

 


Por eso es normal habitual (o lo era, porque ha cambiado tanto el bdsm en estos tiempos convulsos que ya no sé decirlo) que el/la sum acompañasen siempre al lavabo al Dom.

 

Al hilo de esto no me resisto a contar una anécdota; estaba yo en el Zurich de Barcelona con mi por entonces Ama (ya sabéis, aquella de nombre Zoe que no quiere que se la nombre) junto con un grupo de gente del tema. Ella cogió un vaso de cristal, fue al lavabo…y ya os podéis imaginar el refresco con el que pasé la tarde.

 

Al hilo de esto hay otras cuestiones, como…vale, y una vez tragado el meado…se dejan los besos a un lado o esto cómo funciona? Pero digamos que estas cuestiones son muy personales y cada pareja las ha de resolver por sí misma….no voy a entrar.

 


En principio el tema de la lluvia dorada quedaría un poco aquí porque en verdad no hay gran cosa más que añadir. Bueno…es sano practicarlo? Pues según lo leído por ahí, no es una práctica peligrosa (recordad; no os fieis de todo lo que leéis en internet, no quiero responsabilidades). Es cierto que la orina tiene bacterias y tal, pero si conocemos a la persona y sabemos que ésta es gente de bien sin enfermedades importantes, tampoco pasa nada pues el nivel de que pase algo es bastante bajo. De hecho, investigando un poco el tema he dado con páginas donde aconsejan beberse la propia orina para prevenir el cáncer y demás cosas un poco esotéricas, pero nos hacemos una idea. Ahora bien; si no la conocemos lo suficiente, como me pasó a mí con La Mary, pues con que nos eche el líquido encima ya vamos apañados…que tampoco hay que hacerlo todo en un día.

 

Hay quien defiende esta práctica diciendo que al ser algo muy íntimo implica una mayor conexión con la pareja. Yo la primera vez la hice con una prostituta, así que no sé si mi experiencia es válida. Pero si puedo afirmar que cuando la he hecho con mi Ama (de aquel entonces, pues sólo la he practicado con esta persona) sí que he tenido esa sensación. También leo por ahí que es una fantasía recurrente no sólo dentro del ambiente bdsm, sino en parejas “convencionales” que les da morbo esta práctica y no necesariamente entran en juegos de látigos, collares y demás berenjenales.

 

De hecho, recuerdo que en una cena de gente del bdsm alguien se llevó a su prima o algo así, que no era del tema pero estaba abierta a todo y tal. Hablando con ella, recuerdo que me dijo que nunca había practicado bdsm ni sabía lo que era exactamente (tiempos antes de los mundos de Grey) pero que sí había hecho cosas como mearse encima de él en la ducha o similares que entraban en el pack.

 

Otra cosa es la práctica del “scat”, que viene a ser lo mismo con aguas mayores. Bueno, no necesariamente aguas, ya me entendéis. Personalmente, es una práctica que me repugna, ya que las haces son….deshechos diferentes. En primer lugar, el sentimiento de repulsión y asco es mucho mayor, y en segundo lugar la posibilidad de transmisión de bacterias y parásitos también. Yo no podría con la coprofilia, ni siquiera con que me lo echasen encima….pero bueno, quién soy yo para juzgar? Si acaso es un tema que podríamos retomar otro día, pero valga ésta nota para únicamente decir que considero que es una práctica muy diferente de la lluvia dorada, pese a que tenga elementos colindantes. En todo caso hago constar que para mí está descartada, que uno es vicioso pero tiene sus límites, así que por mucho que Angelina Jolie insista no me voy a comer su mierda, que será de Angelina Jolie pero es mierda igual. Ni siquiera tenerla en el cuerpo…O bueno, depende, si es Angelina….

 

Bueno, el tema iba a quedar más o menos aquí cuando el amigo Bitelchús me dio un apunte bastante interesante del mismo; no es lo mismo la lluvia dorada a una sumisa que a un sumiso.

 

-Hombre, claro que no es lo mismo. El chorro sale por diferente sitio, pero aparte de eso las connotaciones y tal es lo mismo…

 

Pero tras una parrafada que me veo incapaz de repetir me convenció de que, efectivamente, no es lo mismo ni es igual. Intentaré resumirla;

 

La diferencia estriba en la percepción de la higiene. Normalmente, la mujer da una mayor importancia a la higiene, la limpieza, que el hombre. Escribo esta frase y tengo miedo de que una feminista radical me mate a hachazos, pero espero que la gente de bien que lee esto se haga una idea de la generalidad que quiero decir. Por norma general, una mujer reacciona de forma más visceral ante un “anti estímulo” por falta de higiene. Le corta la líbido. Mientras un hombre, con tal de follar, le da igual si la mujer se ha duchado o no en tres días. Ergo por esta regla de tres para una sumisa el recibir una lluvia dorada tiene un “plus” extra de humillación, degradación y entrega. No sólo se siente humillada, sino que rompe sus propias barreras de percepción de higiene y limpieza.

 

Interesante apunte que dejo aquí. Para acabar el tema, y en homenaje a la recientemente fallecida Chus Lampreave, pongo el vídeo de PEPI, LUCY, BOOM Y OTRAS CHICAS DEL MONTÓN donde la amiga se prestaba a recibir la lluvia nada más y nada menos que de un tal ALASKA, en esas cosas de los inicios de Almodovar y la movida y tal. Para que veamos que al fin y al cabo estas cosas no son tan raras y han existido desde tiempo inmemorial.

 

El próximo tocho estoy dudando si irá sobre la degradación actual del bdsm o sobre otra cosa, pero vaya de lo que vaya seguro que será muy interesante. Hasta entonces ya saben…tengan cuidado ahí fuera y sean buenos o malos en su justa medida.

 

3 comentarios:

jamais dijo...

es una práctica bonita en todas sus variantes... estoy algo desconectada de los pocos blogs que ya quedan de este mundo bdsm... pero cualquier práctica que lleve a franquear límites mentales es y será un plus entre dominante y sumiso. se trata al fin y al cabo de estar bien, de demostrar al otro y de demostrarse a uno mismo ... poco más puedo decir...

Spirit dijo...

jamais; se la echa de menos, aunque su blog sigue enlazado a la diestra....gracias por su visión! Es cierto que van quedando pocos blogs del tema y que la visión de la lluvia como una práctica que ayuda a franquear límites mentales es una buena visión....Un abrazo

Anónimo dijo...

digamos que la vida es como el agua siempre retoma su cauce y arrolla muchas de las cosas que uno construye desafiando la naturaleza, en esta caso desafiando lo llamado normal. pero no estar no significa no ser, no vivir o no sentir lo que siempre se ha trasladado por estos lares... hay cosas que son inherentes, que habitan en uno sin más y que sin contemplaciones aparecen a la mínima de cambio, otra cosa es encontrar el momento, la palabra... para hacerlo todo público y evidente como antaño... pero seguimos ahí y no colgaremos los hábitos mientras haya algo que decir, que pensar, que sentir....
jamais