
En los comentarios de hace un par o tres de posts decía sasha que había visto un reportaje en la tele sobre el bdsm, y salía un tipo vestido de perro, de dálmata en concreto, que contestaba “guau” a cada cosa que le preguntaban. El reportaje permanece en mi memoria, pese a que lo he intentado olvidar: lo emitieron hará unos pocos meses por la cuatro y pertenecía al programa “Callejeros”. El “ama” es una tal Ama Monika, según me comunicó/ corrigió después Lady Vanitas, e ignoro el nombre, artístico, de guerra o real, del sujeto, a quien desde luego no pienso llamar sumiso ni nada semejante.
He encontrado un enlace en youtube, por si alguien quiere perder el tiempo viendo semejante esperpento, aunque no está, creo, la secuencia como tal:
Se disculpaba sasha, reconocida por ella misma como “vainilla con cokies” (es decir: que entiende algo de estos mundos y le suscitan curiosidad, pero que no ha pasado de la superficie en ellos), por que semejante imagen la provocaba hilaridad ante lo absurdo de todo.
No sólo no te tienes que disculpar por carcajearte de semejante subnormalidad si no que es precisamente eso lo que pretendía el periodista, y es normal que alguien “de fuera” se parta la caja ante esa imagen, mientras que a alguien “de dentro”, como pueda ser yo, no le haga ni puta gracia que presenten estos mundos como un carrusel de frikis a los que sólo falta tirarles cacahuetes. Y luego nos quejamos de que no nos comprenden, pero es que tenemos lo que nos merecemos, ya que en vez de ser los primeros en transmitir una imagen seria somos los primeros en caer en la patochada más deleznable.
Me acuerdo cuando la televisión era todavía una cosa medio decente, allá por finales de los 80, y emitieron un reportaje en tv-3 sobre estos mundos. Salió un sumiso, con una máscara que ocultaba su identidad, ante la cámara. Y habló como un señor, con toda la normalidad del mundo; que él era un tipo normal, que trabajaba de electricista, que tenía estas fantasías y las intentaba dar rienda en lo posible, pero que tenía muy claro que era un juego sexual equilibrado, consensuado, sano, etc.., y que si llevaba máscara era por que sabía que no todo el mundo “de la calle” podía entender sus fantasías, pero vamos, que a él le gustaba, y que no hacía daño a nadie, y que no era nada malo y tal. Algo así, claro, hablo de memoria, pero creo que con bastante fiabilidad.
Pues bien; 20 años después seguimos llevando máscara, pero en vez de hablar racionalmente y normal pues montamos el circo más ridículo, salimos vestidos de dálmata y decimos “guau” para que el periodista tenga su momento de impacto que justifique el reportaje.
Vamos a dar palos para todos, que aquí no se libra ni el apuntador, casi copiando y pegando lo que ya contesté en los comentarios al respecto:
1-Para empezar, la culpa la tiene el espectador analfabeto que se queda en la

2-Luego, tiene la culpa el director de la cadena, que por satisfacer la comodidad morbosa del público pasa de la moral, la ética y la calidad, y le ofrece la carnaza fresca que reclama. Por ello, encarga al periodista de turno que le traiga precisamente eso.
3- Y como el tal tiene que comer, y como seguramente no tiene tampoco la capacidad de ir más allá, pues se busca la imagen curiosa, degradante y lo más baja que se pueda. Hasta aquí hasta cierto punto es comprensible, y podríamos debatir si es culpa del público que lo pide o de la tele que se lo da, o viceversa, pero vamos bajando peldaños.
4- El peridista, ante tal encargo, hace lo que haría cualquiera que tenga poco tiempo y menos medios para cubrir el expediente; acude a una profesional del sector, que es de las pocas personas que dará la cara reconociendo practicar estas fantasías y le es accesible. La profesional, mentalmente, cuenta los billetes que le pueda generar esta publicidad gratuita, y accede a participar en el programa a fin de fomentar su prestigio y caché. Todo ello es también muy legítimo, por supuesto.
Lo que es no es tan legítimo es que para ello se preste al juego del morbo más chabacano, gratuito y ridículo, y deje estos mundos por los suelos para hacer ver que ella de mujer normal no tiene nada, que es una Super Mega Ama de la muerte, y que mira de lo que es capaz y se preste al circo con fruición, creyéndose el papel sin dar ninguna explicación de normalidad y prestándose a que ella y sus sumisos hagan el ridículo ante la concurrida concurrencia. Total; con que les de morbo a un par que estén viendo la tele y tengan sus buenos billetes ya amortiza el rato.
5-Pero es que en la escala inferior de la función está el sumiso éste, que es quien no tiene perdón de Dios. Hasta ahora, todos los anteriores han ganado algo (el espectador, su rato entretenido, el directivo de la cadena, su cuota de audiencia, el periodista, su sueldo y trabajo, la Ama, aumentar su caché), pero el sumiso éste...¿qué gana haciendo el ridículo de una forma tan espantosa? ¿Un descuento en la próxima sesión? ¿Complacer a su “ama”, una ama que no duda en ponerle en r

Pues no, no y no. Me indigna que los sumisos seamos gilipollas y encima los demostremos con orgullo. Me indigna que la ama esa no tenga decencia para transmitir estos mundos con normalidad, pero en verdad me revienta que no la tenga el puto dálmata y le ría las gracias. Me indigna por que si no nos respetamos nosotros mismos, no nos respetarán los demás. Me indigna por que si se oculta tras una máscara, tampoco ha de demostrar su intimidad de los juegos. Me indigna la imagen que se ofrece y que nos debemos esforzar por evitar. Me indigna la falta de pedagía, tacto, explicaciones. Me indigna que no dijera “te metes la cámara por el culo, que yo no me presto a hacer el mono”. Me indigna que no mandase a la supuesta ama a hacer gárgaras ante semejante propuesta. Me indigna todo eso y muchas más cosas que estoy tan indignado que no las puedo enumerar.
Pues eso, sasha, que tienes todo el derecho del mundo a reirte de semejante circo, y tirar los cacahuetes que quieras, y menos mal que al menos tú te has informado y tienes cierto interés y sabes que el bdsm no es esto, pero imagínate el general vulgo qué imagen podrá tener. Y si encima empalman con la intervención de Aramis Fuster del otro día, es para decir, “yo sumiso? No, no, que va, yo tengo una afición respetable, asesino ancianas en los parques públicos, pero de sumiso ni hablar, por favor, que aún hay clases”.
En fin, como bien recordaba ulises, “joder, qué tropa”. La semana que viene, entonces sí, un post cada día, cortito. Hasta entonces tengan cuidado ahí fuera y sean buenos o malos en su justa medida.