Pretende este escrito reparar una especie de injusticia histórica cometida por este blog y su autor, que salvo en el 50% de las bedesemeniadas soy yo. Y es que aquí alabamos a mujeres con látigos, babeamos con petardas televisivas de dudoso gusto, nos paseamos por mi ego y mi yo y de tanto en tanto divagamos sobre este juego de locos y pervertidos llamado bdsm. Pero siempre desde la perspectiva masculina, aunque un poco maricona, de este humilde servidor, y siempre desde el punto de vista de mis rastreros deseos sexuales/ sumisianos.
Y, sin embargo, creo que si distribuimos en % los roles según existan en cantidad en estos mundos, ganaría con bastante margen el rol sumiso en género femenino. No sólo existen las sumisas, si no que son muchas. Y no sólo son muchas, si no que puede que incluso sean mayoría.
En mi descargo diré que a) muchos de los temas agrupados bajo la etiqueta LECCIONES TEÓRICAS son generales, b) alguna vez hemos dedicado algún post exclusivamente a ellas, como por ejemplo me viene a la memoria el que comparábamos la sumisión femenina con la masculina, c) tenemos unas contertulias sumisas que valen su peso en oro y d) al fin y al cabo esto es el blog personal de un salido (yo), y como tal subsiste la creencia de que no existen sumisas, si no Amas en potencia que todavía no han abrazado la verdadera fe.
En todo caso, hay un par de cosas que no estaría de más remarcar sobre la sumisión femenina y que creo que son interesantes divagar sobre ellas. A ver lo que me sale:
Lo primero que me viene a la cabeza es que, de cara al exterior, la sumisión femenina es quizás la más oculta pese a ser, paradójicamente, la más frecuente.
¿La más oculta? La blogsfera está llena de espacios donde miles de sumisas ensalzan a su Señor. En las fiestas y eventos del tema son mogollón. El peñazo de libro de HISTORIA DE O, con el que los que saben aseguran nació el bdsm moderno, está escrito desde el punto de vista de una sumisa y cuentan las leyendas redactado por una de ellas. En chats y foros también son bastante activas y, como hemos dicho, aquí tenemos a varias de contertulias fijas. Yo mismo conozco a varias cuya relación conmigo sólo se podrá extraer de mi cerebro muerto. Así que oculta, lo que se dice oculta…
Bueno, como todos sabemos, estamos en una sociedad absurda donde nos la cogemos con papel de fumar y confundimos la velocidad con el tocino. Existe una gran sensibilidad, y con razón, sobre los malos tratos a las mujeres. Ergo por todo cuanto antecede es políticamente incorrecto mostrar a una mujer siendo azotada, humillada, vejada y sufriendo perrerías mil por un hombre autoritario y en apariencia violento. El mismo Luis Vigil me comentó una anecdotilla bastante reveladora; le enviaron unos lectores de TACONES ALTOS, Amo y sumisa, unas fotos de una sesión que él aprobó con toda normalidad y publicó. Cuando el editor vio tal cosa en imprenta le echó una bronca de narices sobre cómo se había atrevido a publicar tal cosa, que le iban a llover las denuncias e iban a acabar en el trullo por incitar a la violencia de género y no sé qué cosa más.
Al final no pasó nada, porque los practicantes del bdsm sabemos distinguir, tal y como debería hacer cualquiera con dos dedos de frente. Pero es revelador que cualquier programa de la tele que aborde estos temas lo haga siempre con varias Amas (profesionales) de ejemplo y obvie la existencia de sumisas y Amos, no la vayamos a liar.
Yo mismo, para ilustrar este post, me las he visto y deseado. Poned en google “femdom” y os saldrán cienes y cienes de imágenes. Poned “maledom”, “sado amo”,”sumisa con amo”, etc…y con suerte tendréis estas fotos que circulan por aquí.
Y aquí de nuevo me sale una cuestión…¿debe dar más explicaciones un hombre Amo que tenga un “accidente” en una sesión que una mujer ama en la misma situación? Por supuesto que sí. ¿Se puede incluso utilizar eso en su contra? No es el primer caso de parejas Amo- sumisas que una vez rota la relación la parte masculina se ha visto en un brete ante acusaciones de ese estilo. Quiero recabar más información sobre un caso concreto y en cuanto la tenga a ver si la expongo. Pero valga decir que en ese sentido el Amo está más “indefenso”.
En todo caso, preguntaba nuestra contertulia princesa (Celta) por qué creía yo que había más sumisas que sumisos en aquel experimento que hicimos de preguntas en abierto y tal. Le respondí que no estaba seguro de que hubiera más sumisas que sumisos, porque ambos somos mogollón. Pero es verdad que, pensando un poco, puede que efectivamente sea así y de ahí partimos en este escrito. En todo caso, es cierto que hay muchas más que Amas.
¿Es una cuestión cultural el que la mujer adopte un rol tradicionalmente asociado a lo que debe, según pensamientos carpetovetónicos aún hoy en boga, ser su papel en la sociedad?
Pues es una pregunta cuya respuesta no tengo del todo clara. Creo que alguna reminiscencia debe haber, que no desaparece la memoria colectiva de siglos en un día. Pero los tiempos han avanzado tanto y tan rápido que no me imagino a ninguna mujer adoptando sexualmente un rol sumiso porque piense que es lo que debe hacer. Pero, y eso sí que es cierto, es más fácil ser sumisa que Ama. Más fácil (en apariencia) porque en principio es más fácil dejarse llevar que tomar una posición activa (yo siempre he dicho que soy sumiso para no trabajar, que es muy cansado pensar y dirigir) y más fácil porque, incluso dentro del bdsm, está más aceptado y tiene menos prejuicios.
Y es que ya hemos hablado que a las Amas se les raja por la espalda cosa mala, desde si son todas profesionales hasta si son sumisas mal folladas. Pero ese es otro tema del que ya hemos hablado y no viene al caso. Por si queda alguna duda; no, no son todas profesionales y no, no son todas sumisas mal folladas. O alguna de las dos.
Yo tenía pensado insertar aquí un discurso totalmente manipulador e interesado que empezaba más o menos así “sumisas, deshaceros del yugo del machismo y la opresión por el hombre, haceros AMAS y dominadnos cruelmente, a ser posibles con fustas y grilletes, y liberaos y soltad vuestro poder y bla bla bla”. Pero he visto que la supuesta gracia podría incitar a confusión, así que lo menciono sin más y pasamos a otra cosa.

La otra cosa es que en su momento comparamos la sumisión femenina con la masculina y llegamos a la conclusión de que ésta primera es más sensitiva. La sumisa siente más, mientras el hombre va más a pillar cacho. De forma general, quiero decir, que una alegría para el cuerpo no hace mal a nadie y vicio (sano) lo tenemos todos. Una prueba de ello es lo que hemos hablado de la proliferación de blogs, como el de la propia princesa (Celta) (que aprovecho para recomendar) de sumisas que vierten poesía alabando a su Señor, mientras que en blogs de sumisos de mierda como yo ponemos fotos porno mil y hablamos tranquilamente de las pajas que nos hacemos.
¿Eso significa que la sumisa es más entregada? Yo diría que no tiene por qué. Ni por qué sí ni por qué no. Pero quizás ese mismo poso cultural que nos atenaza, junto con aquella frase del abogado de Ally McBeal que, al dirigirse a una mujer, le espetó que “ya me gustaría veros a vosotras con el mismo nivel de testosterona que yo las 24 horas del día”, hace que la sumisión femenina sea sexualmente menos explícita o, cuanto menos, se exteriorice menos en beneficio de las sensaciones más nobles. O al menos yo, que soy de la vieja escuela, tengo esa sensación, porque la verdad es que la sociedad cambia tanto que tengo la sensación de estar desfasado cada 5 minutos y hoy en día las mujeres nos habéis tomado la delantera en todo, sobre todo en todo lo malo.
No me resisto a decir que el párrafo anterior contrasta y mucho con las películas porno del tema. De nuevo es una visión subjetiva y puede que equivocada, a ver cómo lo explico. En los trillones de fotos y vídeos porno femdom hay un poco de todo, por supuesto, pero son cantidad las que no sólo no tienen sexo explícito si no que incluso tienen cierto erotismo refinado. En cambio, las veces que he navegado por sitios con fotos o vídeos de sumisas, me he quedado horrorizado con lo explícito (y a veces grosero) de su contenido. Allí les hacen de todo y por todos sus orificios. Esto me da que pensar; ¿son las sesiones con sumisas así o es que como estas películas las hacen hombres pensando en hombres, lo que en verdad pone a los Amos es ser unos bestias?
Aquí sí que lo tengo claro, porque he visto y vivido sesiones con sumisas y en nada se parecen a esas bestialidades que veo por internet. De hecho, yo diría que he visto más cuidado en Amos que en muchas Dóminas. Lo que pasa es que a éstos les pierde la boca a veces…
Pero estoy divagando…¿son las sumisas más entregadas?
Pues iba a decir que al ser más sensitivas, eso les hace ser más leales y dar más, pero no lo tengo del todo claro. Por lo que hemos comentado de que hoy los tiempos adelantan que es una barbaridad y porque eso mismo les induce a cometer errores de “falsa sumisíon”. Explico esto último:
Tiene Ama S un blog, que de nuevo recomiendo, donde da caña a los falsos sumisos, que como todo el mundo sabe son todos los demás menos yo. Vierte su ironía sobre todo en los que se hacen pasar por sumisos pero lo único que quieren es pillar cacho de mala manera, engañando, manipulando, ocultando y haciéndose pasar por lo que no son. Mala gente, no como yo, que engaño y manipulo sin ocultar mis intenciones sucias y rastreras.
Bien, la cuestión sería…si hubiera que hacer una tipología sobre “falsas sumisas”…¿cuál sería el pecado más frecuente del rebaño?
Creo que el error más común de las mismas no es hacerse pasar por lo que sea para pillar cacho, si el confundir sumisión con enamoramiento y el deseo de tener a alguien.
En todo caso hay una cosa que tengo clara. Una sumisa “de verdad”, que lo sienta y se entregue libremente es una mujer fuerte. Más fuerte quizás que la mayoría de sumisos. Para mí esto es obvio, pero a veces hay que recordar lo evidente porque suele pasar desapercibido. Y es que las formas muchas veces se confunden y se tiende a ver a la sumisa como alguien que “necesita una guía”. Una guía masculina, para concretar más. Craso error, pero ya hemos hablado de que el machismo está presente en todos los ámbitos de la vida.
Tenía unas anotaciones de los bien que queda, estéticamente, una mujer siendo atada, o una sumisa entregada, en contraposición con un hombre haciendo lo mismo. Pero como eso supongo depende del gusto estético y sexual de cada cual, lo dejaremos en anotación y yastá.
Y no me resisto a acabar sin una frase en la que no profundizaré porque ya me he extendido demasiado. Pero creo que hay más posibilidades de que una mujer dominante en verdad “anule” a un hombre sumiso que a la inversa. Los hombres somos tontos perdidos y por una mujer perdemos el oremus. Estoy convencido de que aquello que se llama “la dominación desde abajo” es más fácil que se produzca en una relación maledom que una femdom.¿Es un comentario misógino? Depende de cómo se mire. Si se entiende la sutileza como una virtud, no.
Y…y bueno, ya está. Ya dije que me había salido un pastiche del que espero haber salido con dignidad, aunque hay divagaciones de éste escrito debatibles y que espero las sumisas habituales de este espacio me aporten luz. En todo caso, lo dejamos aquí, no sin antes recomendar la bedesemeniada del miércoles y recordar que el mundo es maravilloso, al menos mientras sigan dando THE WALKING DEAD en la sexta. No se olviden de ver las estrellas.