Hubo hace poco en twitter un cierto debate, propiciado por el compañero Eved, sobre que los sumisos éramos el escalafón más bajo de la más baja escala. Que teníamos mala consideración, pero mala, mala. Y no mala tipo Jack el Destripador, que será un psicópata asesino y tal, pero al menos se le respeta. Mala de ser unos parias, unos mierdas que vagan cual alma en pena sin provocar otra cosa que la risa y el desprecio. La purria de la purria que da asco y lástima a partes iguales.
Y ojo, estoy hablando de sumisos en masculino y plural, que esto no pasa con la sumisas, en femenino y general, aunque luego hablaremos de ello.
¿Y sabéis qué? Pues que el compañero Eved tiene razón; estamos considerados lo puto peor. Yo pondré dos ejemplos personales; el primer Amo que conocí con el que hice una cierta amistad me dijo, de buena fe y como elogio, que “tu, PARA SER SUMISO, piensas”.
Luego, recuerdo cuando iba al Rosas5. Nada más entrar, estaban en la barra los tacañones de la vieja guardia, todos vestidos de negro, todos esperando ver una palomita entrar por la puerta para adoctrinarla con su técnica y sabiduría….y claro, cuando me veían entrar a mí con una Ama (incluso durante un tiempo un Ama trans), las caras de asco eran el acabose.
Así que este es un tocho tan bueno como cualquier otro para ver por qué y qué podemos hacer al respecto. Como no sabía bien qué fotos poner, he ido cogiendo unas cuantas sin mucho cuento para hacer más digerible el tocho, que tampoco me voy a pasar media mañana buscando lo adecuado. Salvo la de Maquiavelo, un colega del cual he aprendido un montón.
Al turrón;Bajo mi nada humilde opinión, los motivos de esta escasa consideración que tenemos en el gremio son dos, y esta vez no se pueden resumir en tres. A saber; la primera que nos lo hemos ganado a pulso y la segunda que la culpa es de la sociedad. Empezaremos por esta última, que me la quiero quitar de encima para desarrollar la primera, que es la que en verdad me interesa.
Parece que hemos evolucionado mucho porque tenemos whassap y Netflix en el móvil, verdad? Pues no. Seguimos siendo unos primates. Con móviles molones, eso sí. No hemos dejado atrás la reminiscencia de cuando éramos poco más que animales y en base a ello tenemos, entre otras cosas, una sociedad machista. No sé si es reminiscencia de cuando dependíamos del más fuerte de la tribu para protegernos de los Tiranosaurios Rex y cazar al mamut que nos alimentaba, pero se ha de ser fuerte y triunfador. Sobre todo si eres hombre.

Cuando un hombre se postra ante una mujer y quiere ser dominado por ella y tal, se nos cruzan "socialmente" los cables un poquito. Nadamos a contracorriente. No es lo normal, no es lo que debería de ser. La hombría y eso. Tienes que luchar contra el león y follarte a todo lo que se menea, no adorar a estas cosas salidas de nuestras costillas que se dedican a las tareas insignificantes de crianza y recolecta. Que sin ellas no hubiéramos durados ni dos telediarios es lo de menos, ya de entrada te miro un poquito por encima del hombro por pervertir el orden natural de las cosas. Y eso en el Occidente Cristiano, no te cuento ya en el resto del orbe.
Me entendéis lo que quiero decir, no? Consciente o inconscientemente, ya hay una imagen de “debilidad social”. Da igual que no tenga nada que ver el rol con tu vida cotidiana, eres sumiso, jajajaja, pringao. Nunca vas a protagonizar ningún video clip de ningún rapero.
Contra estos elementos no mandé mis barcos yo, que diría aquel Rey. Aquí podemos combatir con educación, divulgación, evolución y demás cosillas insignificantes, aparte de separar rol de vida y tal, pero valga el medio folio anterior para exponer que ya de entrada partimos de un hándicap.
No obstante lo anterior, el meollo que en verdad quería exponer es la parte cuya culpa no es de la sociedad, sino directamente nuestra. Del gremio. Que damos asco con razón muchas veces, la verdad. Que nos hemos ganado a pulso ser una escoria llorica a despreciar. Que damos vergüenza ajena y no tenemos ninguna propia. Y, aunque posiblemente se hundan en el proceloso mar de la red, contra estos elementos sí que voy a mandar mis naves, en forma de prosa salerosa y algún dardo para quien lo quiera recoger.
Pero antes de entrar en materia un par de puntualizaciones, que esta vez sí se pueden resumir en tres;
En primer lugar, he de confesar que yo mismo, durante mi largo o corto peregrinar por estos mundos, he caído muchas veces en lo que voy a exponer criticando. Nadie nace enseñado. Pecados de juventud, o no tan juventud, que se pagan por vivir. Así que no estoy hablando desde un púlpito más allá del bien y del mal, colegas, que soy un mísero pecador. Pero si yo me he podido redimir, vosotros también.
En segundo lugar, recordad que todas las generalidades son falsas, incluida ésta. Es decir; que aquí se disparan perdigones para matar justos por pecadores, pero que cada persona es un mundo y no todos los sumisos hacen lo que voy a exponer, ni lo han hecho, ni lo piensan hacer. Solo unos cuentos, quizás el 95%, que ni siquiera quieren redimirse, y esos son los que nos dan la fama.
Y en tercer lugar en verdad nada, pero no me he podido resistir a poner la coletilla de resumir en tres un par de cosas.
Pero vamos al lío; si has llegado hasta aquí ya has podido deducir que tenemos mala fama por nuestro propio comportamiento. Recordad lo de las generalidades, eh? Pero bueno, para qué negarlo, en general somos unos arrastrados y unos miserables. Por unos tristes azotes de la tía buena (o no tan buena) de turno somos capaces de lo más bajo.
Yo creo que se me va a entender mejor con unos cuentos ejemplos de nada;
Muchos sumisos ven un Nick de Ama y ya se ofrecen para servirla y adorarla hasta el infinito y más allá, en cualquier tiempo y lugar, no sólo sin conocerla de nada, sino además sin haber intercambiado una sola frase cibernáutica ni haber leído nada de lo que esta persona haya escrito más allá del Nick. ¿Alucinante, verdad? Pues eso no es nada.
Normalmente esa promesa de esclavitud eterna e incondicional va ligada a la exposición de los fetiches favoritos, del tipo “soy suyo, me gusta que me la chupen estando atado y por el culo no”, sin saber si la otra persona le gusta atar, chupar o coleccionar grifos de ducha antiguos y meterlos por ahí. Pero, claro, hay más.
Digamos que la D no contesta. O se digna a contestar, poniéndose un poco borde o haciendo un poco de cachondeo porque, y luego volvemos sobre ello, está harta de cantamañanas que le cuentan las pajas a la primera de cambio sin pedirlo o, incluso, aún pidiendo expresamente que no se haga. La reacción de una persona educada sería de vergüenza, de perdón por haber molestado, adiós y lo lamento, no? Pues no, por supuesto. La contra réplica es algo así como “oye, he visto tu foto ahora con las gafas puestas y eres gorda, vieja, fea y te huele el aliento a través de la pantalla, paso de ti porque seguro que eres una malfollada y patatín patatán, ni aunque me pagues me pongo a tus pies”.
Hemos pasado de la adoración eterna viviendo en la caseta del perro del jardín con la nueva Diosa que he visto hace 0,0017 segundos por internet a decirle que es una guarra calientapollas. Ni la conversión de San Pablo cayéndose del caballo.
Hay más variantes, por supuesto. Que te contesten "oye, ni has leído mi perfil, soy sumisa" y te contesten, "qué casualidad, también soy Amo mega de la muerte". Que te contesten "soy lesbiana" y te digan "¿y no te da morbo sodomizar a un tío?". Etc, etc...
Aquí entrarían también otras cosillas como mentiras sin importancia "no estoy casado, de verdad, pero sólo puedo hablar de 8 a 9 y de lunes a viernes", postureo variado (todavía recuerdo el nick "sumiso ejecutivo", a ver si pillaba algo por la segunda parte viendo que de la primera hay mucho), y frases de ligoteo de manual lanzadas sin gracia ni intención del tipo "me pareces una persona muy interesante (enviar a todas, especialmente a las que no sabemos ni cómo se llaman ni hemos leído nada más que las fotos de las tetas).
Pero tenemos muchas cosas y poco tiempo, parece la vida, aceleremos.
En definitiva; que la imagen que transmitimos es que la D, mujer, es una mera "cosificación"; alguien que sirve para cumplir nuestras fantasías y no vemos ni queremos ver más allá. Y para qué perder el tiempo con tonterías; vamos a saco y lo demostramos.
Si se quedara en esto, estaría mal igualmente, pero los sumis somos más chulos todavía, y tenemos motivos mil para seguir arrastrando nuestro gremio por el fango;
Una de las cosas que personalmente me dan más vergüenza ajena es el peloterío. Que bueno, que una cosa es hacer la pelota y otra hacer el ridículo. De nuevo pondré unos ejemplos al azar para mi mejor explicar;
Se rompe una relación, la parte s pide la "libertad" y la parte D la concede y lo expone. Comentarios del tipo "a destacar el gran respeto y generosidad de Ama X al concederla" me dan vergüenza ajena y ganas de sacarme los ojos. ¿Qué pasa, que si Ama X no la concede te jodes y estás de por vida? ¿Quieres los favores de Ama X y le bailas la ola en todas las patochadas ilógicas? Si no tenemos respeto por lo más básico, no lo podemos pedir.
Otro ejemplo; Ama Y ordena dejar de seguir a alguien que le cae mal. A ese alguien lo conoces personalmente, no te ha hecho nada, ni siquiera Ama Y es tu Ama, pero claro...hay que pelotear por encima de quien sea. Se le deja de seguir, se le bloquea, se le ignora y se le escupe en la cara si es menester, faltaría más.
Sin embargo, creo que estos peloteos absurdos alcanzan su sumum en el caso de las findoms. Aquí combinaríamos el peloteo con la falta de respeto a nosotros mismos al cuadrado. De nuevo a ver si me explico;
Ya sabéis que yo el tema findom es algo que personalmente no acabo de entender, pero bueno, al final ya he tirado la toalla. Paso, e incluso lo respeto porque todos somos mayorcitos, simplemente no me va. No obstante lo anterior, cuando veo tropecientos mensajes del tipo "Pelele, paga mis coca colas y las de mi amiga" lo que en verdad me enerva son las respuestas; "Diosas como vosotras no deben de pagarse las coca colas", "Señoras sin igual, qué suerte quien recoja las servilletas", etc...Joder, que son chonis riéndose en vuestra puta cara y viviendo del morro, que no saben si se coge una fusta por el mango o la lengüeta, no le deis un pisto inmerecido.
Pero siempre hay el más difícil todavía. Hay quien en vez de cuestionar este fenómeno, o al menos exigir unas formas en él, lo fomentan con mensajes del tipo "hay que buscar un trabajo mejor para que nuestras Diosas vivan con lujos", "He entregado todo mi dinero a mi Diosa y yo pasaré el mes con 3,1416 euros (aclaro, es una coma)", etc....Que yo los he visto, aunque no sé si son reales o escritos por la propia choni o su "Alpha", también llamado el Jonan en calidad de noviete.
Pero pongo el agravio comparativo. ¿Os imagináis algo así de un Amo, hombre, diciendo que todas las sumisas son unas putas y unas perdedoras y que le tienen que pagar los quintos del bar? ¿Y a sumisas mujeres respondiendo "Si Señor, mi propósito en esta vida es pagarle los botellones? ¿A qué no los habéis visto?
Porque no existen. Las sumisas no se rigen por su órgano genital y suelen tener un poco más de cerebro, que además usan. Lo primero que contestarían es que quién eres tú, poligonero de mierda, para llamarme a mí cerda o perdedora y lo segundo que dirían es que te paguen los botellines tu puta madre. Entremedio algún sano cachondeo.
Podría agotar los megas de blogger poniendo más ejemplos. Pero intento, como habéis visto sin resultados, no hacer los textos demasiado largos porque en estos tiempos soy consciente del esfuerzo de la lectura. Creo que queda claro por qué hay parte de esta mala imagen que nos hemos ganado a pulso.
Evidentemente, me dejo mil ejemplos y mil cosas. Por lo general, creo que lo esencial está; los sumisos, hombres y general plural, vamos a pillar cacho como sea, cosificamos a la mujer, muchas veces con faltas de respeto hacía ellas o hacia los demás, según toque, y tenemos tan poca dignidad que reímos las gracias aunque nos disparemos en el pie con ello.
Este comportamiento "primate" también se refleja en un último apunte que no me resisto a cuanto menos exponer; las sumisas suelen reflexionar más sobre sus sentimientos y naturaleza, sobre su condición y emociones. Los sumisos (ya sé que hay excepciones) solemos ser más parcos. No hacemos "literatura" de nuestros sentimientos, reflexiones o sensaciones, y por ello mismo también damos una imagen más simple.
Todo este caldo de cultivo, más los trillones que me dejo, hacen que sí, que nos merecemos nuestra mala consideración. ¿Cómo se combate? Pues no haciendo estas patochadas y teniendo un poco de respeto por tu rol y por los demás. Únite a mi cuchipandi.
En fin, no me enrollo más. Inicialmente este tocho iba a ser más dirigido hacia los sumisos "tóxicos", pero aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid lo he hecho un poco más general.
Cuando el amigo KNABO la acabe, que espero sea el jueves, la BEDESEMENIADA de la semana, que nos la quitan de las manos, oigan, y nuevo tocho o tontería cuando se pueda, que EL JUEGO DEL CALAMAR no me da tiempo para más.
Tengan cuidado ahí fuera.
Spirit.