CAPÍTULO UNO: QUÉ FUE EL BOOM DEL COMIC "ADULTO" Y QUÉ CAUSAS LO PROPICIARON. MÁS GURÚ DE LOS CÓMICS QUE NUNCA.
Estaba ordenando mi colección de tebeos, que es algo así como la Biblioteca de Alejandría en un piso de 65 m2 (con otro tipo de papiros, eso sí), y me ha venido a la mente un tema que hace tiempo quería exponer; la cantidad ingente de portadas e historietas fetish-sado maso que había en las revistas del llamado “boom del cómic adulto español”.
Para aquellos milenials que no sepan siquiera lo que es un tebeo, o para quien nos siga allende los mares y no conozca mucho la historia de Hispania, he aquí un breve contexto de agricultura general;
Durante más o menos finales de los 70 hasta más o menos la primera mitad de los 80 se publicaron en nuestro país una cantidad ingente de cómics dirigidos a un público adulto. Todo editor un poco avispado se subía al carro, algunos con mejor fortuna y otros con peor, pero en su punto álgido se encontraron en los kioskos unas 23 publicaciones de historietas de esta índole. Fue lo que se llamó el “boom del cómic adulto”.
Por “adulto” no me refiero a que fueran pornográficas o eróticas, aunque como ahora veremos este elemento era bastante importante. Me refiero a que no eran tebeos dirigidos a niños como los (por otra parte magníficos) tebeos de toda la vida, sino que buscaban el arte, la reflexión, la transgresión, el cómic de autor, la expresión artística, el contar historias maduras y esas cosas. Y bueno, también había tetas y erotismo, pero por la causa.
No es el propósito de este tocho hacer un estudio sociológico de las causas que propiciaron este fenómeno. Pero es importante el contexto porque nos dará una visión.
Agonizante el dictador y luego muerto, se dio paso de una dictadura a una “dictablanda”, y de ahí al período de “La Transición” y de ahí a una incipiente y precaria democracia. Todo esto en el período del 76 al 84, más o menos.
Así pues, los españolitos que no habían visto más erotismo que los tobillos de Concha Velasco y el levantamiento de ceja de Arturo Fernández, cuyo debate político máximo permitido era si jugaba mejor el Barça o el Madrid (y si decías el Barça eras sospechoso), y que les habían vendido que libertad de expresión era pedirle al cura que rezase para que lloviera y poder decir en la plaza que Curro Romero toreaba mal, de repente se encontraron con un nuevo panorama. Había hambre y ganas de libertad. Y una nueva generación con ganas de disfrutarlas.
Esto da una efervescencia creativa que se traslada a todos los medios. Una sed y una rabia que campa por doquier. Pero...claro, no es lo mismo hacer una peli, que cuesta pasta, que un cómic, que solo cuesta el papel y el lápiz.
A esto se suma el “desarrollismo” de la década anterior. ¿Quieres derrotar a una dictadura? Envía 6 millones de turistas y monta un par de fábricas grandes. Tampoco nos volvamos locos; pasamos de ser una autarquía nacional-fascicatólica a la cola del primer mundo. Pero primer mundo al fin y al cabo. Había una nueva generación para quienes la guerra civil le quedaba ya lejana y tenía otras inquietudes diferentes a que no le pegasen un tiro al acabar el día. Y esta nueva generación sabía leer en un 80% y podía comprarse un 600 a plazos.
La cosa es que, además, nuestros amigos los americanos del Norte llevan unos 3 lustros haciendo cómics que se llamaban comix, donde salen hippies zarrapastrosos que se drogan, hablan del amor libre y se manifiestan por la paz.
Hay algunos de un señor llamado Robert Crumb que además muestra cierta obsesión por el sexo, pero muy irónico y tal.
Unos hippies zarrapastrosos propios, hijos de la incipiente burguesía, saben inglés y además viajan al extranjero, así que entre porro y porro se dedican a copiarlos con bastante gracia.
Nuestros amigos los americanos del Sur tienen mogollón de cómics de aventuras con cierto tufo político progresista, que si Corto Maltés, que si un tal H. G. Osterheard que seguro que es un comunista peligroso.
Y nuestros amigos europeos llevan décadas haciendo nosequé de “arte y ensayo”, con un tal Moebius que dibuja de muerte pero cuenta cosas raras, y no se qué movimiento de Humanoides y tal.
Y a los italianos de Italia parece que les mola el Linus, que hay mogollón de series molonas de erotismo light muy elegantes y bien hechas y tal.
Pero no es sólo que hubiera lustros de historietas acumuladas que en nuestro país, por razones obvias, no se pudieron ver en su momento. Es que no sólo salen autores patrios de esta corriente underground; aquellos que realizaban obras de encargo para agencias, de repente pueden dejar de dibujar chorradas (muy bien dibujadas, eso sí), y sacar su vena personal y artística. Unos, como Carlos Giménez, saca su vena política y personal en obras como Paracuellos.
Otros, como José María Beá, sacan su vena surrealista. Un peligroso bolchevique llamado Víctor Mora cambia el Capitán Trueno y su “Santiago y cierra España” por obras de calado social.
¿Veis por qué me llaman gurú del bdsm y los cómics? Me pasaría horas hablando del tema, pero vamos a acelerar. Queda claro el contexto, no? Había toneladas de material inédito, mogollón de autores que producían material nuevo, ganas de leer cosas diferentes a la hoja parroquial, ganas de libertad y transgresión ante un régimen agonizante y una generación con ganas y posibilidades de hacerlo. Y, aunque os parezca ciencia ficción, no existía ni internet, ni Netflix ni los video juegos. Ni siquiera móviles para chatear pasando el rato dando la brasa en cualquier grupo a ver si algún otro ocioso me hace caso.
En este contexto nace el “boom del cómic adulto” que hemos comentado. Dejo de lado en este boom a los meros efectos de lo que aquí nos interesa otro tipo de tebeos (los de toda la vida, vaya), las revistas satíricas que también proliferaron y tienen no pocas cosas en común y las obras directamente pornográficas, aunque sean en cómic.
Y aquí expongo lo que quiero exponer y es el motivo del post. Analizando así a bultillo (como hacemos aquí las cosas), un poco por encima gran cantidad de esas publicaciones, me encuentro algo que ya sabía pero que no había podido profundizar; que estas fantasías fetish-sado maso ocupan una parte significativa de su contenido. No es que entre cientos de miles de páginas haya por casualidad un par, sino que hay bastantes y con toda la intención.
Así pues, no es nada raro encontrar de forma habitual una portada “del tema”, aunque luego no tenga nada que ver con su contenido, o una historieta con componentes sado maso (recuerden que el bdsm no existe hasta los 90) en su totalidad o gran parte.
Y en base a esta análisis de andar por casa voy a exponer una serie de conclusiones generales del por qué creo que fueron los motivos y lo que ello significa;
CAPÍTULO DOS; TIRAN MÁS DOS TETAS....
Estas revistas tenían un gran componente erótico, así, en general. Por una mera cuestión comercial; como hemos dicho, durante 40 años lo más que podían ver los españolitos era a Sara Montiel fumándose un puro, así que cuando se abrió la mano había ganas de tetas por doquier. Ahora este erotismo light lo vemos hasta en los programas infantiles, pero para una generación frustrada ver dibujadas dos tetas era el sumum de ponerse palote.
También, justo es reconocerlo, la mayor parte de los lectores eran eso, lectores, en masculino, que no eran tiempos tan avanzados como para la entrada masiva de la mujer en los cómics, como afortunadamente se está produciendo desde hace varios años a esta parte.
Así pues, tiran más dos tetas que dos carretas, y mucho arte e intelectualidad y tal, pero una cosa no es incompatible con la otra. El sexo vende, incluso hoy en día, así que imagina cuando llevas 40 años pasando hambre.
Aprovechando la coyuntura, resulta que hay varias series que aúnan un poco todo; al fin y al cabo tenemos un fondo inmenso. Y además, mira tú por donde, varias de estas series tienen un destacado componente fetish-sado erótico.
Por ello, me imagino a los españolitos de turno comprando el número 1 de TOTEM y viendo el serial de VALENTINA, de Guido Crepax….todo muy fino, muy elegante, muy intelectual y muy refinado….pero a la par muy fetish y con una jaca en botarras que era atada cada dos por tres. Una serie italiana cuya fama ha llegado a nuestros días y de la que incluso hicieron una apestosa serie de televisión hace milenios.
En la misma línea, un poco más explicito, la BIONDA, del también italiano Saudelli, publicada en CIMOC varios años después; las aventuras siderales de una mujer que se dedica ora a atar, ora a ser atada.
Y, agradecimiento especial al amigo Demósteles, que me lo recordó, la serie NECRON, del también italiano (soy yo o aquí veo un patrón’) Magnus, llenando con alegría páginas de EL VÍBORA. Una Dominatrix con su robot sumiso.
Y bueno, quien haya leído a Robert Crumb sabe de su obsesión por los culos gordos, las mujeres de piernas inmensas y las lamidas de bambas cuanto más sucias mejor. Este autor fue publicado por varias editoriales hasta recaer finalmente en EL VÍBORA, pero creo que cualquier tebeo underground de esa época te puedes encontrar a Mr. Bob lamiendo un panty sudado como un obseso.
Como series de continuación prolongadas me vienen a la memoria estas. Como historietas cortas por el estilo, muchas de ellas de autores hoy ignorados o que sólo se pasaron por el cómic puntualmente, me vienen a la cabeza medio millón, En realidad, como muestra me hubiera gustado poner una historieta corta aparecida en el VIBORA 50 dibujada por Annie Goetzinger, una de una de las pocas autoras de la época, en la que una Dominatrix le da para el pelo a un Papa Noel traumatizado o así, esquisitamente dibujado todo. Pero no encuentro mi ejemplar en la Biblioteca de Alejandría ni imágenes de la misma por internet, así que para no demorar mucho y para muestra un botón pongo esta imagen aparecida en el VIBORA ESPECIAL USA del norteamericano Griffin.
CAPÍTULO TRES: TRANSGRESIÓN Y UNDERGROUND
Además de las funciones meramente onanísticas, el erotismo era usado como transgresión. Si el régimen franquista era represor, el sexo era su antítesis, es decir, liberador. Así que no sólo se utilizaba el erotismo con fines comerciales, sino como declaración de intenciones. La contracultura significaba también liberalización sexual. El sexo era provocador, se estaba luchando contra el sistema cada vez que se veía un culo, una teta, un pene, una mujer desnuda…Putos fachas, no nos habéis dejado ni ver un tobillo en décadas, ahora os vais a enterar, parecían decir.
Y claro, si hablamos de transgresión, hablamos de underground.
Este tipo de cómics son los que de forma más habitual emplearon portadas, ilustraciones e historietas de índole fetish sado maso (a igual que de orientación homosexual, pero ese es otro tema). Si el sexo es transgresor, las “perversiones” lo son al cuadrado. Y aunque no eran los tiempos del consenso ni del bdsm como tal siquiera, la intención era clara; la fantasía sexual como liberadora, libre, contracultural, transgresora.
Para muestra, una foto de la serie PORNO CRIMINAL, de ALFREDO PONS.
Pero si un autor merece párrafo aparte, este es NAZARIO. Os suena? Hoy en día es un afamado pintor de culto y las obras de esta época le proporcionaron un calorcillo de prestigio cuya aura aún conserva. Homosexual reconocido, sus historias en estos panfletos era de lo más transgresor que te podías encontrar, y derivaron en su cénit con la serie ANARCOMA, publicada también en EL VIBORA en los primeros años.
¿Vacilo o no? Venga. Este es un autógrafo personal dedicado a mi alter ergo. No tiene nada que ver con el artículo pero quería vacilar.
Pero no sólo de pro zines underground (prozine= mezcla de revista de aficionados con una maquetación más o menos decente) y EL VIBORA viven estos tiempos. Hay dos revistas de esa época que cada dos por tres tienen portadas e ilustraciones del tema, incluso historietas por dentro. Son STAR y BESAME MUCHO, ambas de temática también underground.
¿Por qué estas revistas son las pioneras en introducir cosas explícitas del tema? Mi teoría y reconocimiento a cierta persona en el punto siguiente.
CAPÍTULO CUATRO; UN TAL LUIS VIGIL
Desde mediados de los 70, un tal Luis Vigil se iba paseando de redacción en redacción “rebañando unas pesetillas”. Como sabía inglés, algo no tan habitual en esa época, era periodista, y le molaba mogollón el cómic y la ciencia ficción, siempre le encargaban alguna cosilla, ora una traducción por aquí, ora un articulillo por allá, ora contesta las cartas de los lectores, etc…
Además, iba por varios tienducos de mala muerte donde vendían cosas de importación de contrabando. No sólo esos comics contraculturales extranjeros, sino también revistas porno, algunas muy raras…con señoras con látigos y botas y demás.
Quedó prendadas de ellas y siempre insistía a los editores en publicar alguna cosilla por el estilo. En 1977, más o menos, Luis Vigil colabora habitualmente con un tal Juan Fernández, que tiene una revista de comix llamada STAR, y le insiste una vez más en el tema. El editor no acaba de verlo claro.
Hasta aquí los hechos, contados en primera persona por él a este nada humilde servidor. (Luis Vigil, Nazario…nos estamos codeando con la creme, eh?). Ahora viene mi teoría;
Como el editor no lo tenía claro, pone la portada de un número de esa revista con temas fetish-sado maso, a ver qué pasa. Yo me juego mi número 1 de Batman en perfecto estado a que fue esta;
Aunque nada casualmente, en el número anterior había aparecido ésta;
¿Y qué pasó? Pues que el número debió de vender bastante bien y la sensación fue favorable, porque no sólo el editor publicó ANTOLOGÍA DEL SM, por Luis Vigil, números 1 y 2 (el primero de cómic, con los tótems extranjeros de la época, y el segundo de fotos de esas revistas guarras, pasándose los derechos de autor un poco por ahí), decía…que no sólo publicó esas dos antologías, sino que fue habitual que cada poco algún número de esa revista o de su hermana BESAME MUCHO tuviera alguna portada del tema. Y como en España no tenemos complejo en copiar lo que funciona, esa práctica se extendió al resto de editoriales, salvo quizás TOUTAIN que iba un poco en otra línea. Pero aún así mozas fetish también colaba, que conste.
El tal Luis Vigil luego fue el primer director de PLAYBOY España y luego, entre otras cosas, fue el director de la línea de publicaciones eróticas del grupo Z, incluida una tal TACONES ALTOS que los del tema conocemos bien. Pero eso es otra historia…
CAPÍTULO CINCO: EL FIN DE TODAS LAS COSAS
A mediados de los 80, el BOOM del cómic explotó (chiste malo que no me he podido resistir). Como en todo, varias fueron las causas. Por un lado, la proliferación de revistas agotó el mercado, junto con que una vez agotado el manantial inicial la disparidad en la calidad hizo mella. Aunque algunas cabeceras sobrevivieron unos años más, ya no era lo mismo ni era igual. Por otro lado, los tiempos habían cambiado, que cantaba Dylan. La sed y la rabia de la primera mitad, esa efervescencia creativa y esas ganas de comerse el mundo y transgredir, habían sido un poco atemperadas ante esa España que no la reconocía ni la madre que la parió. Por acullá, empezaban a ser habituales otras formas de ocio; el vhs, que es un sistema de vídeo doméstico y no el sida, y los incipientes vídeo juegos en nuestro Spectrum/Amstrad, se habrían paso. Y, por si esto fuera poco, en lo que respecta al cómic en sí los malditos super héroes se habían vuelto a re inventar para sobrevivir, y además tenían un deje adulto y un buen hacer que estas revistas ya no tenían. Era la época de la DC post crisis y cuando Marvel no publicaba un tebeo malo ni por error, época que se destruiría en los 90 pero que, de nuevo, esa es otra historia.
Por cierto; en estos años tardíos apareció un tal MIGUEL ANGEL MARTIN cuyo estilo no sé si englobarlo en el bdsm porque...er...es un tanto demasiado extremo y turbio. Yo creo que a día de hoy no le dejarían ni publicar.
Fue bonito mientras duró, pero una de las primeras lecciones de la vida es que nada es eterno. En este tocho, que no dudo se estudiará en los colegios, hemos demostrado más allá de toda razonable que el bdsm, recuerden llamado por aquellas calendas sado maso, tuvo bastante importancia en este fenómeno. Evidentemente, no fue lo principal ni lo único, pero si que creo hay que reivindicar que, como hemos dicho, tuvo su aquel nada desdeñable.
Imagino cuántas personas de aquella época accedieron a esta fantasías por aquellas revistas porque, efectivamente, no había nada más. Pero no vieron que no estaban solos, que no eran tan raros, que esto existía y se producían cosas de esta temática. Se dice que antes de Zara no había nada en España y no es del todo cierto. Antes de Zara había tebeos.
Pues eso es todo, que no es poco. Si les ha gustado, pese a la extensión y tal, ya saben; difundan, compartan, denle likes y rts, etc…Nos pagan igual, pero como este escrito me lo he currado de verdad mi ego y mi yo se lo agradecerán.
Tengan cuidado ahí fuera.
Spirit.
1 comentario:
Cuantos recuerdos... De esas tengo mogollon en casa... Cimoc, zona84, creepy, mogollon de Viboras... Que bueno es Crumb y que turbio Martin (del que tengo en casa su Psychopatia Sexualis prohibido en medio mundo) de este ultimo lo del bdsm le viene por estetica, porque de consensuado...
Creo que ya te conte que con Vigil coincidi en una fiesta y me lo presento Zara, hablamos poco mas de cinco minutos, pero como por aquel entonces me habia autopublicado un libro, pues hablamos de eso... Es uno de esos momentos que te regala la vida.
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