sábado, 13 de agosto de 2016

MAS DE CIEN MENTIRAS.

Haremos un inciso en la programación habitual, que en estos tiempos convulsos del blog ni es programación ni es habitual, para dedicar unas líneas a una persona a quien no conozco de nada, ni he visto nunca, ni mucho menos hablado con ella. Tampoco he intercambiado ningún e-mail, tuit, foto o me gusta. No sé siquiera cómo se llama. Bueno; se que se llama D..., pero porque me lo acaban de decir.

Es una persona muy cercana a alguien a quien aprecio mucho. De ésta persona sí que puedo hablar un poco, pero sólo se podrán extraer detalles escabrosos de mi cerebro muerto. La cosa es que me comentaba el otro día que andaba preocupada porque la persona a la quiero dedicar estas líneas llevaba un tiempo mal y no sabía qué hacer. 

Yo tampoco sé qué hacer, y me jode ver sufrir a la persona a la que aprecio mucho y a la persona cercana a ella que no conozco. Parece ser que ésta segunda de tanto en tanto se pasa, o se pasaba, por este blog. Así que me dije; voy a escribirle unas líneas a ver si se anima. 

Oh, sí, claro, ver estas líneas en este blog de mierda le van a animar mucho. Bueno....lo tengo que intentar. Sólo quiero decirte que tienes a alguien a tu lado que es una luchadora nada, que ha luchado y lucha mucho y lo sabes. Que te quiere y está preocupada. Que no sé qué hacer ni qué decir, de hecho tampoco sé exactamente lo que te pasa ni por qué, si hay un por qué. Pero que seguro que sea lo que sea hay solución y, si no la hay, eso no es excusa para no seguir pasándolo lo mejor que podamos en los ratos que podamos.

Si te vienes a Barcelona tienes tres woll dams pagadas y ya verás como después de eso te sientes mucho mejor. Incluso luego podríamos dar una vuelta por el mercado de san antonio en busca de cosas viejas para frikis y si eso no es el paraíso no sé lo que es. Que a la vuelta de cada esquina hay una mujer, o un hombre, deseando ser basada/o, así que tenemos que ir recorriendo esquinas. Que la vida es jodida para todo el mundo, pero tiene la pechuga de pollo rebozada y las series de internet, así que la intentamos llevar mejor.

Que no te conozco, pero me gustaría conocerte. Que todos nos hemos sentido cansados y hartos alguna vez, pero somos ese viejo luchador que resiste y a veces incluso vale la pena. Lo que pasa es que no lo vemos de forma inmediata. 

En fin; no me quiero enrollar mucho. Que aquí tienes un amigo y que te envío un abrazo, y que el próximo escrito que te dedique lo haga porque nos hemos corrido juntos la juerga padre. O que hemos tomado al menos un par de cañas y solucionado el mundo o, en su defecto, criticado hasta el despelleje a esa persona que yo aprecio y tu tienes cercana. 

Fin del inciso. Lo próximo, algún tocho habitual.