domingo, 10 de mayo de 2020

¿QUÉ ES LO MÁS BIZARRO QUE HAS HECHO Y POR QUÉ NO LO HAS HECHO CONMIGO?

Antes que nada, cabe decir que el post de más abajo parece ser que ha tenido cierta gracia, ya que ha disparado el nivel de visitas de este nada humilde espacio como hacía milenios que no se veían e incluso gente de bien en twitter ha seguido la broma, unos aportando nuevas reivindicaciones, otros intentando sofocar la insurrección. Si unos y otros nos hemos echado unas risas, que es de lo que se trata, bien empleado está. 

Ni que decir tiene que mucha sopa tienen que comer los Am@s para detener lo que es ya un movimiento imparable de masas sumisianas exigiendo beber cerveza en cuencos de perro, que los muy tacaños ponen agua del grifo para hacer el atrezzo y a correr, pero ya seguiremos con nuevos manifiestos y chorradas por el estilo en breve. En algo nos tenemos que entretener mientras esperamos la muerte, Pero ahora vamos a hablar de otra cosa.

En realidad yo tenía en mente hablar de la bonita costumbre de sesionar, pero eso ya será para otra semana. Resulta que esta mañana estaba leyendo yo tranquilamente tebeos de Astérix, sin meterme con nadie ni querer hacer otra cosa (ejem, ejem), cuando me han puesto los dientes largos por razones que no vienen al caso. Esa conversación me ha hecho rememorar bizarradas varias de un pasado no sé si cada vez más lejano, pero con la sana intención de repetirlas o superarlas en un futuro cada vez más cercano. 

Aceptamos bizarro en el sentido más amplio; cosas extrañas, raras, descerebradas, fuertes, duras, extremas, ridículas, grotescas, insanas o peculiares que haya hecho en mi largo o corto peregrinar. En realidad el bizarrismo nivel premium tiene unas gotas de cada adjetivo, así que en esta recopilación entrarán chorradas o no chorradas con semejante cóctel, alguna con algún grado de más, otras con algún grado de menos. 

Los habituales de este espacio ya saben que poca cosa cuento de mi intimidad más íntima, que a nadie le interesa en verdad lo que he hecho, hago o dejo de hacer. Pero como sé que sois unos cotillas (como yo) pues venga, relación de bizarradas/estupideces o desvaríos varios que tocan. Como siempre, siguiendo la máxima de este blog, "Este rosario de cuentas infelices/ calla más de lo que dice/ pero dice la verdad". Son cosas veredes, amigo Sancho.

Con la venía;

Quedé con un tío, se bajó los pantalones, me puso la polla hasta la amígdala, se meó en mi boca y me dijo "ya te puedes ir". En estos tiempos de distanciamiento social sería impensable, por aquellas calendas tampoco era muy allá, pero lo peor no fue lo que pudiera haber pillado, sino que el muy cabrón ni me dió un beso, ni me llamó luego, ni ná de ná.

Había una mujer gorda, sesentona larga, jugando a las tragaperras en un bar en plan ludópata obsesiva. Se quedó sin monedas y el del bar no le quiso fiar. Le dije que le daba lo que llevaba encima (unos 20 euros en pesetas) si íbamos a su casa, me ataba con lo que tuviera y me hacía una paja. Lo hizo.No sé quién estaba más enfermo; ella con su ludopatía, yo con este morbo insano.

Aquella noche cené (aquella de tiempo impreciso, no la misma noche del anterior encuentro con la señora esa), decía, cené esposado junto con una sumisa-amiga. El camarero no sabía dónde meterse y los Doms se partían la caja. Hay una foto que lo prueba, y durante mucho tiempo esa foto estuvo en tu mesita de noche. Sé que aún la tienes, pero ya nunca la miras.

Tengo la bonita costumbre de caer al suelo mareado en las primeras sesiones de gente con la que salgo. Pero caer en plan tronco, acojonar al personal cosa mala, tardar minutos en volver y luego pedir seguir como si no pasara nada. Me ha pasado dos veces, y todavía estas dos ex me recuerdan que no salieron corriendo porque en el fondo son buena gente.

Cada vez que mi colega AMO BITELCHÚS me invita a una cena, me froto las manos, porque puede ser un carrusel de sorpresas infinitas. A él le debo una sesión con una switch que me limpió los chacras a base de asfixia erótica, una mamada de esas de "oye, sumisa, ponte debajo de la mesa y hazle una mamada a mi colega, aunque sea un sumiso de mierda" y alguna cosilla más que no recuerdo o no quiero recordar, como el gracioso regalo de grapas quirúrgicas a alguien que, dicho sea de paso, ni las usó conmigo ni las merecía. 

Por cierto, a AMO BITELCHÚS lo conocí una noche, hace muchos años, en un local donde Cristo dió las tres voces, y me pidió que le llevara a casa porque ambos vivíamos cerca. Iba borracho como una cuba (imprudencia hoy penada con cárcel gorda, en aquellos tiempos semi permisiva) y no sé cómo llegamos. 

Aquella chiquita era una psicópata, pero yo no lo sabía. Le dije que me gustaban las bofetadas, pero que fuera con calma que hacía mucho que no sesionaba. Me dió una ostia que no me desencajó la mandíbula de milagro. Y eso nada más empezar. Aquí no sé por qué el que no salió corriendo fui yo.

Recuerdo aquella madrugada en Zaragoza, con una mujer setentona vestida de monja lavándome los pies porque quería hacer un rito de nosequé. Luego deduje que había sido monja en verdad, estuvo enamorada de un sacerdote y,  por razones que ignoro, le recordaba a él.

He bebido, en vaso de cristal, meado recién calentito en el ZURICH de Barcelona. Sólo se dieron cuenta los diez o por ahí que estábamos, ninguno de los mil guiris que nos rodeaban vieron nada. Es lo bonito de los lenguajes secretos.

No te conocía y me llevastes a una nave industrial donde Cristo dió las tres voces en la que me torturastes los pezones por primera vez. No sabía que el dolor duele. Al acabar me preguntastes si no había confiado mucho en una desconocida.Lo volvería a hacer.

Estuve en un bar cerca de tres horas recortando caretas de cerdo, con una cabeza real de idem y un montón de bolsas de atrezzo, porque dije de ayudar a preparar una fiesta molona de temática LA CARNICERÍA y yo siempre cumplo mi palabra. Lo peor es que no ligué en ese bar, ya podría haberse acercado alguien a preguntarme.

Fetish Café. Subasta de esclavos. Malditas las putas ganas que tenía de participar, pero íbamos en grupo y todos jugamos y gilipolleces de esas. Iba con mi Ama de aquel entonces, que es la misma de la mitad de las cosas que estoy contando, pero las Señoras no podían pujar por sus propios sumisos. La presentadora, una Dómina conocida de la que no diré que era la jodida Foxi, al llegar mi turno me dijo que tenía la polla pequeña y estaba gordo. Al acabar las presentaciones, ninguna de las otras Amas pujó por mí, y eso que era dinero del Monopoly. Me sentí mal durante un instante y todavía tengo ese trauma en las noches de verano en las que es muy hermoso no querer ni sentir. En verdad fue la semilla para crear este blog; vengarme de todas esas cosas y poner a parir a quien considere. 

Escupí preparando un cubata para que una ama pelagatos, que había tenido un feo muy feo con un compañero sumi, tragase nutrientes de justa venganza. Me echaron luego una bronca de tres pares de narices, que si me vas a hacer quedar mal por aquí, que si si te hubieran visto me haces quedar mal por allá, que si van a decir que no te educo por acullá. Lo volvería a hacer. 

Abrí a aquel repartidor de pizzas vestido de mujer, en plan puta con vello y barriga. Ella (mi Ama) se descojonó, pero igual al pobre repartidor le quedaron secuelas ante semejante visión. Lo siento, chaval, yo sólo cumplía órdenes. ¿De verdad no podías quedarte un rato?

Conocimos a una Ama amiga que hacía látigos de artesanía fina. Lo sé porque yo mismo le compré un par y son una obra de arte. Tuve una única sesión con ella, también en conjunto con otros y tal. Estuvo media hora explicándome (no es broma, aunque lo parezca), que el látigo era tipo gnurg o algo así, y que lo había revestido con aceite de Mesopotamia y elaborado con no se qué técnica. De la sesión no me acuerdo, pero el puto látigo de los cojones y su chapa al respecto no se me olvida en la vida.

Nos echaron del bar por besarnos como si no hubiera un mañana. Eso no es nada del otro mundo, diréis. No tiene nada de bizarro ni tiene nada ver con el bdsm, diréis. No lo voy a contar todo. Pero puede que tengáis razón y no la tengáis.

Aquella Ama me hizo cantar y, como me sé el MEDITERRÁNEO DE SERRAT de memoria y es una canción que se puede poetizar sin hacer que se cante demasiado mal, le canté ésta. Resultó ser su canción favorita y por ello me prometió amor eterno. No me volvió a llamar.

Estuve algo más de una semana con marcas. La cosa es que la sesión en sí no sé si fue intensa. Yo, que del roce de una pluma me quejo, apenas noté nada. Tal es el poder de la entrega. Eso sí, a ver quién era el guapo que iba a la playa. 

Hay gente que diría que sólo por el hecho de estar con algunas de las personas que he estado ya es algo bizarre. Ni confirmo ni desmiento. 

Se giró el restaurante al oir la bofetada. Me supo mal porque fue durante la cena de después de la presentación de un libro, y estaban los padres de la autora. Me disculpé ante ella y me dijo "no te preocupes, están curados de espanto"

Bueno, me dejo algunas/ muchas cosas en el tintero, pero no lo voy a contar todo. Con esto ya os hacéis una idea. Pero queda la segunda parte....¿por qué no las he hecho contigo?

Por que no te conocía. 

El límite está en el cielo y el cielo eres tú. 

Tengan cuidado ahí fuera. 



5 comentarios:

Lady Monique de Nemours. dijo...

Meome continuamente de risa en todo tu relato. eres genial,,,, que buen ojo!!!!!

Lady Monique de Nemours

Spirit dijo...

Lady de mis desvelos; gracias por sus comentarios y sus consideraciones, un placer y un honor hacerla reir. Lo jodido es que lo hago...con cosas que me han pasado de verdad!

Besazos mil

cifu79 dijo...

"El límite está en el cielo y el cielo eres tú."

Zoe dijo...

Doy fé de ello Spirit, lo que cuentas y lo que aún te queda por contar 🤣

Spirit dijo...

cifu19; gracias por tu comentario....a qué es bonita la frase? ;_)

Zoe; Señora, qué tiempos aquellos, eh? Bien que puede dar fe, la mitad de las cosas estabas. Hay más cosas que contar, pero dejaremos el resto para el secreto de nuestros recuerdos...

UN besazo