SESIONAR, SESIONANDO, SUMIS@S DE SESIÓN

"Si nadie hubiera aprendido a leer y a escribir, muy pocas personas se hubieran enamorado."(Leído alguna vez en alguna parte).

La frase de arriba, con la que no estoy del todo de acuerdo, sirve para ilustrar bastante bien la idea de fondo de éste post; que en esto del amor hay mucha literatura. Y si aplicamos ésto mismo al bdsm, ya ni te cuento. Que si adoración y entrega eterna por aquí, que si le pertenezco por allá. Mi Señor, soy suya, mi Señora, haga conmigo lo que quiera, patatín, patatán. Qué puto pastel, qué daño ha hecho Historia de O.  Que si la entrega, que si el vínculo, que si la pertenencia, que si la adoración, que si tal, que si cual.  He pillado diabetes de leer tanta azúcar, leñe. 

Sin embargo, todos tan románticos y místicos y bien que os gustan que os den por detrás. 

A ver; que yo también he contribuido al bando de los pastelosos. Ay, sumisa enamorada, qué ternura me das; yo también fui como tú. Quién lo probó lo sabe, que diría Quevedo. Que me encanta leeros, aunque me deis envidia. Que admiro vuestra pertenencia y entrega. Y lo que escribís es tope bonito y mejor que ese tostón de Historia de la O de los cojones.

Sin embargo, hecho en falta algo más rústico, menos glamouroso, pero igualmente importante y definitorio; que nos ponen como burros/as estas fantasías. Que esto de pertenecer y adorar está muy bien, pero yo quiero que me den la del pulpo, me quiten los chacras, me pongan como una amoto y no me llames tú, ya te llamaré yo. Que quiero liberar endorfinas y otros fluidos, no que me salven. Y si ello incluye ataduras, latigazos, escupitajos, mordazas con ropa interior sucia y demás lindezas, qué le vamos a hacer, es mi naturaleza, que respondió el alacrán. Menos poemas y más fotos de pezones coloraos diciendo "me ha puesto el coño como el Niágara, mejor que Netflix".

Que no le bebo el pis porque sea néctar de la Diosa a la que pertenezco, sino porque me pone to palote, Señora. Claro que queda mejor lo primero, pero es lo que hay. Que me moja el coño que me des latigazos hasta que me arranques la piel, amito de los cojones, pero ya me he corrido tres veces, vístete que te esperan los amigos en el bar y yo quiero leer el Mortadelo. No eres tú, soy yo, que no te quiero volver a ver.

Que todo es muy profundo, mi protocolario, muy místico, pero hasta hace un cuarto de hora a ésto se le llamaba sado maso y consistía en correrse mientras te daban la del pulpo, lo de la entrega y lo mental y tal vino después.

Hecho en falta una mayor sinceridad en expresar lo que en el fondo son fantasías sexuales, así a lo bruto. Leo post de adoración y pertenencia eterna, misticismo de la entrega, etc...que oye, están muy bien, pero pocos somos los que reconocemos hacernos pajas de óscar de jólibub porque vemos una Dómina haciendo bondage y ya estucamos las paredes sin querer, pese incluso a estar en esa edad que eso ya no es tan fácil. Qué sólo es sexo, otro tipo de sexo, pero el sexo es importante y si es de otro tipo pues también. 

No sé si el término es sumiso o sumisa de sesión. Sums que "sesionan" en vez de pertenecer, bien por que no quieren, bien porque no pueden, bien porque todavía no han encontrado a la persona a la que pertenecer y entregarse pero los tiempos de que la española cuando besa es que besa de verdad y de conservar la honra ya pasaron. Que lo frívolo también es importante. 

Que quieren/ queremos disfrutar libremente de estas fantasías, de nuestra sexualidad sin más, sin tener collar de pertenencia ni leches en vinagre. Que no lo hacemos por complacer al otro, pringaos, sino porque estamos to salidos y lo necesitamos. Mi deber no es complacerte, sino complacerte si me complace.Que no sois "Am@s", sino "instrumentos", y que nos la suda ser lo mismo. Que la pertenencia es una, pero en la variedad está el gusto.Que soy falsa moneda, que de mano al culo va. 

No me eduques, no me moldees, dáme cera marinera, átame a esa cruz, fóllame por detrás como una perra, tírame del pelo, joder, tírame más, más, más, joder, qué perra soy.....aggghhhhhh!!!! Uf, qué a gusto me he quedado, qué hora es? Tan tarde? Ostias, tengo que recoger el último número de Batman, la habitación está pagada hasta las siete, quédate haciendo una paja, no robes las toallas que aquí me conocen, adiós. 

Lo socorrido vendría a ser decir que la comparativa en el mundo vainilla sería como follar o hacer el amor. Sin embargo, yo no estoy del todo de acuerdo. 

He follado, he hecho el amor, he sesionado y he sido pertenecido. Poco de lo primero, algo de lo segundo, y más por suerte que por mérito, que tampoco es cuestión de aparentar lo que no se es. Añado que con notas altas en pasión pero tirando a baja en las técnicas, aunque eso no viene al caso. Pero como quien lo probó lo sabe, esta comparativa de follar/sesionar y hacer el amor/ tener pertenencia no me acaba de gustar.

Para empezar, el bdsm es algo muy íntimo. No expones tus fantasías más sucias a cualquiera. Ha de haber una cierta conexión, un cierto conocimiento previo. Por muchos mundos de Grey que haya en las estanterías, seguimos siendo un mundo marginal e incomprendido. No pides que te ahoguen con el culo estando atado en la primera cita. Tampoco se lo pides a cualquiera. 

En segundo lugar, la propia dinámica de la sesión hace que ninguna sea banal o frívola. Si estamos en rol, nos lo creemos. Nos mola creérnoslo. Asumimos su liturgia y nos impregnamos de ella. El abandono en manos del otro. Un rato y no te flipes, pero abandono y pertenencia igual. Para mí eso tiene un valor. Por mucho que predominen las sensaciones físicas, el componente mental, la magia del bdsm, no deja de existir. Una sesión por frivolidad es más intensa que un orgasmo en una noche de verano en la que sea muy hermoso no querer ni sentir.

De los dos puntos precedentes deducimos que se puede crear un vínculo de cierta intensidad nada desdeñable. Nunca subestimes el poder de un follamig@. Además, hay polvos que descubren el amor y sexo que lo matan, nunca sabes cuándo puede mutar el virus.

En tercer lugar, ya sabemos que a los bedesemeneros nos gustan más los debates que a un tonto un lápiz. Este tipo de sumis@ aficionad@ a sesionar da pie a varios de esos que nos molan mogollón. El más socorrido es: ¿son sumis@s de verdad? 

Yo éste lo tengo bastante claro y, en contra de mi naturaleza, voy a ser breve; no me han jodido la vida estas fantasías desde que tengo uso de razón para que venga cualquier pontífice a poner su firma en mi carnet. Mientras no haya engaño, ya habrá una selección entre afines.

El segundo debate vendría ser si este tipo de sumis@s deben tener collar. Pues también voy a ser breve; pese a que cambio el protocolo por un par de cervezas, creo que no. Que no hablemos de pertenencia no significa que la menospreciemos. Una de las cosas más bonitas del bdsm es su lenguaje de símbolos. Para mí el collar significa compromiso y pertenencia, si no la ofrecemos no veo por qué la debemos mostrar, por mucho que esté de moda el postureo.

Personalmente, me apenan estos tiempos en que se llevan collares de dos semanas y se ofrecen de tres. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Si yo llevo tu collar, lo llevo con orgullo y seriedad, si tú me lo entregas lo haces por lo mismo. Si no, no hace falta complicarnos la vida. 

Y luego vendrían debates más de efectos colaterales. Para otro tocho más largo daría hablar sobre si el bdsm es machista. Demoleré el posible suspense; SI. Ostres! que ya lo hablé hace tiempo...pues otro más largo y mejor, pero sí, el bdsm es machista porque es machista la sociedad y por mucho que nos creamos no dejamos de ser parte de ella. Y como machistas, miramos un poco peor a la sumisa que sesiona que al hombre que hace lo propio. Qué poca seriedad tiene esta mujer, que sólo disfruta de su sexualidad libremente. Se entrega a cualquiera (ya hemos visto que eso no es del todo cierto, y si lo fuera sigue teniendo todo su derecho), qué guarra es, en mis tiempos había un respeto al Dom y tal. 

Alguna sumisa me podría replicar que, aún siendo cierto ésto, son trillones los privados que recibe buscando las migajas de su frivolidad, especialmente de los Amos que mas pontifican contra ellas. Que la vieja guardia también la quiere meter en caliente, leñe.

En cambio, los sumisos que sesionamos también estamos un tanto mal vistos, pero por otros motivos. Que si somos unos pajilleros (en mi caso es cierto, pero incluso para hacerse una paja hay que tener clase),  que como estamos calientes les pagamos los kalimotxos a las findoms, (en mi caso antes la muerte), que si tal, que si cual. Ains, qué le vamos a hacer. Besar por frivolidad también da gustito, y esa parte se le olvidó contar a la copla. Qué tiempos aquellos en los que Alfredo Landa perseguía suecas pero se casaba con Lina Morgan, no los añoramos para nada. 

Bueno, creo que con esto yastá. Que una cosa es buena y la otra bonita, que hay momentos de todo y todo para su momento. Que si es trascendente perfecto, pero que ni lo es al fin y al cabo tampoco saldremos vivos de la vida. Disfrutemos en lo posible de nuestra sexualidad. 

Tengan cuidado ahí fuera.