ROMANCE DEL MÍO VIAJE POR EL TIEMPO EN BUSCA DE AMAS (PARTE 2 DE 3)

Pues seguimos con el romance, no leerse este post sin haberle echado un ojo al anterior, que lo continúa directamente;

Me rescata mi colega,
un Dios al que cada noche rezo;
por si cabe decirlo, es Onán,
que como sabe que soy,
por decirlo suave,
suyo incondicional,
aparte de salvarme el cuerpo,
me marca el camino
hacia la Isla de Lesbos.
Pero no me deja pasar
un muy ambiguo portero
pese a que le juro y perjuro
que para hacer fotos no llevo.

Y mucho dar por culo
están los filósofos griegos
pero se enrollan entre ellos
y yo, para temas de homos,
ya ví la peli de trescientos;

A una buena orgía romana

sin pensarlo me apunto

más grito; "organizacíon!

que yo he venido a follar

y me han dado por el culo",

pensaba que era un chiste viejo

y resulta, que para mi desgracia,

es mi triste suceso

y encima un tal Nerón

no para de jugar con fuego;

está la cosa caldeada

pero no como yo quiero

que con la piel chamuscada

pierdo muchos enteros

mejor, lo dicho,

marcho a otros tiempos.

Mesalina, mujer del César,
más que Ama, putón verbenero,
al César lo que es del César;
estos tiempos son un muermo;
nada, desisto;
me marcho al Medievo.

Estos siglos de aquí adelante
son tristes y grises tiempos;
pues la Cristiandad Imperante
favorece a un solo género;
la risa es pecado
grita un monje ciego;

(mejor no le pregunto

lo que opina sobre el sexo);
los cinturones de castidad
no se venden por e-bay,
los hace el herrero,

y ni con la ganzua de los cacos

pueden ser estos abiertos;
las mozas son todas flacas;
tienen la peste o el cuerpo enfermo;
más buscando un poco
se puede tener el acierto
de buscar una buena Dómina
que le deje a uno tieso.

La primera, mi preferida,
La Madrastra de los cuentos,
que fue mi primer amor
y como tal golpeó de lleno.
Perdido estoy de su porte cruel
pese a su adicción al espejo.
Más la muy malvada
me rechaza sin remedio
dice que prefiere a un príncipe
que sin duda, está más bueno,
pero no la quiere como yo
que se joda si en justa acción
le pone éste los cuernos
con una pavi sosa
de piel blanca y pelo negro

(que además le van las orgías

con unos enanos muy feos).

A la bruja de Hansel y Gretel
ando buscando
por el bosque encantado
imaginándome encadenado
a su olla torturado
siguiendo las recetas
del libro de Arguillano.
Más aunque algo vieja y fea
no es eso lo peor que tiene
si no que comerme sí que quiere
pero no el nabo,
precisamente,
si no a mí todo entero
y que sepa, que yo en los huesos,
no estoy, ni de lejos,
tan bueno,
así que dejo el país de los cuentos
a ver por dónde tiro
A ver qué me encuentro.

Existe una mujer cruel
de profesión Reina del Reino
de nombre Isabel
con muy mal temperamento.
tiene su morbo y aquel
ser su esclavo y siervo
más ha jurado no lavarse
hasta ver libre su reino
de moros y de judíos.
Como siglos después,
en las calendas de donde vengo,
y al menos donde yo vivo,
de lo primero hay a cientos,
y a mí el pescado me gusta
pero con sabor y olor fresco
(que una cosa es ser fetichista de pies
y otra que te guste el queso)
mejor lo dejo correr
que el bizarre extremo
es práctica que no proceso
y marcho presto a ver
qué hay en el renacimiento.

Dicen que la Monalissa,
musa del Renacimiento,
tiene debajo a un sumiso
que un trabajo le está haciendo
y de ahí esa sonrisa
que pintó Leonardo, el Maestro.
Presto miro a ver
y resulta que la tipa es
un travesti como un templo;
de ahí la carcajada;
la más bella mujer pintada
es un hombre con un miembro.

Como estaba un pelín salido
me pasé por un convento
y dije que era un hereje
y Batman el dios verdadero,
a ver si un grupo de monjas
me causan sufrimiento
con sus potros de tortura
y sus flagelaciones a cientos
en mazmorras oscuras
con pérfidos instrumentos.
Empalmado ya estaba
pensando en todo aquello
llegando al éxtasis místico
de mi líquido interno
viviendo sin vivir en mí
ante tanto deseo
viendo la verdadera fe
de la perversión y lo obsceno
cuando una hoguera vi
un poco allá a lo lejos
donde quemaban infelices
sin tener su consenso.
Una cosa es jugar con fuego;
un cigarro, una marca,
todo aquello,
y otra que te asen vivo
que esto yo no lo quiero
de nuevo a salir por patas
a ver si en otra acierto.

La tal Juana de Arco
tiene un polvo, por lo menos,
pero es tan fanática con sus cosas
que me da un poco de miedo.
Si se me escapa alguna blasfemia
me tira flechas en el duodeno;
Y una cosa es el strap on
y otra tener un punzón
metido en el ano de lleno.
Y qué manía con estar chamuscada;
si para ponerse moreno
basta con ir a la playa;
no sé que le ve a la hoguera
si eso quema un huevo
(y dos, y todo el cuerpo).

Conocí a una tal Julieta
enamorada de un tal Romeo
que eso de la entrega
la llevaban a un extremo
y en su relación extraña
adictos eran al veneno.
Veneno la naturaleza ya me dio
y en la lengua lo tengo;
veneno ya tomo habitualmente
pues es componente
del garrafón que me bebo
así que me hago el saliente
y que se busquen a otro memo
que ni soy Montesco
ni soy Capuleto
y un trío con esta gente
tiene en verdad sus riesgos.

Conocí al Marqués de Masoch
que es un tipo un poco lelo
con su Ama Wanda anda
en un problema de celos
pienso; ¿me meto o no me meto?
y a punto de meterme estaba
cuando empezó a escribir
uno de sus libretos
tan plomos, tan faltos de gracia,
que nada más verlos
no pude evitar
caerme muerto de sueño.

(Contínuara....)