VIDAS EJEMPLARES: MAX MOSLEY

Inauguramos serie. Vamos a ir dando un repaso a algunas personas de más o menos notoriedad que han hecho públicas estas fantasías o, más comúnmente, han sido pilladas con ellas. Y la inauguramos con un invitado de lujo; el hijodeputa de Max Mosley.

Correr a todo pasto en un coche, ya saben, es un deporte. Y un deporte que mueve trillones de petro mortadelos. Hago un inciso para señalar que Fernando Alonso, ese ser que corre con coches alemanes o franceses y que paga impuestos en las islas Caimán o por ahí, es español y ello nos llena de orgullo. Así que incluso un “deporte” hasta hace poco ignorado por estos lares de unos años a esta parte está a día de hoy incluso de moda en el país del fútbol y los toros, para que luego digan que no evolucionamos.

Pero a lo que iba; yo de fórmula 1 entiendo igual que de flamenco japonés, y me interesa más o menos lo mismo. Pero, y ruego me corrijan si me equivoco, parece ser que al contrario que en otros deportes, donde todos los directivos se llevan una parte del pastel, aquí cortan el bacalao unas pocas personas y gracias. Esas pocas personas configuran una especie de “clanes” mafiosos que hacen de EL PADRINO una hermanita de la caridad, y que luchan entre ellos de forma encarnizada por que, ya se sabe, el mundo nunca es suficiente. Durante un tiempo, el capo de la banda dominante fue MAX MOSLEY, sólo que en vez de recibir el título de EL DON, ostentaba el cargo de presidente de la FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE AUTOMOVILISMO.

Durante su mandato se ganó fama de ser un hijod...digo, un tanto enérgico e intransigente con los intereses que defendía, y parece ser que se enemistó con las otras bandas, digo, con otros representantes de escuderías y organismos. Que si hacía algún cambio del reglamento por aquí, que si alguna concesión turbia por allá. Que si beneficiaba o perjudicaba a quien le salía de los cojones. Vamos, lo normal, lo que pasa es que la gente es muy mala y no tiene otra cosa que hacer que criticar. Total; los cabrones a los que jodía eran igual de hijodeputas de él, así que no hagamos dramas.

Entiendo que esos detalles no tienen nada que ver (estoy siendo irónico), pero un buen día como quien no quiere la cosa apareció por youtube un vídeo del amigo Mosley jugando a papás y a mamás con varias prostitutas, con el añadido de que las mamás estaban vestidas como oficiales nazis y le daban en el culete y él hacía de prisionero y recibía y tal. Todo en plan muy festivo, por que luego cambian las tornas y el que azota es él, pero eso sí, con un toque tan light y tan de buen rollo que da incluso da pena echarle en cara nada. Como ya sé poner vídeos del yutú, iba a poner el mismo, pero veo que esta gente lo ha quitado, así que nos tendremos que apañar con estas afotos que. lo reconozco, son de una cutrez impresionante.

Esta maniobra de desacreditación mezquina y rastrera tuvo su justa respuesta; el amigo Mosley salió con dos cojones a la padestra y dijo, más o menos, que él no pensaba dimitir por que con su tiempo libre hacía lo que le daba la gana, que para eso tenía dinero, y que no tenía que dar explicaciones a nadie de su intimidad y que hay que ser muy hijodeputa para acometer una maniobra tan burda. En honor a la verdad, cabe decir que las mayorías de las críticas fueron no por que practicase estos juegos en sí, si no por que lo hacía con disfraces nazis y simulando ser prisionero o verdugo, según el momento del vídeo que se capture. Y como el amigo viene de gente de estirpe (parece ser que su padre tuvo relaciones con los nazis, como supongo que por otra parte todo el mundo con poder en esa época, igual que aquí en la de Franco) pues que le dijeron que eso estaba mal. Por que una cosa es ser neo liberal y condenar a la gente a la miseria y otra hacerlo tan directamente. Pero es justo reconocerlo; no sólo no renegó de estas fantasías, si no que dijo que y qué, y que lo de los nazis sólo era un atrezzo inofensivo y que aquí no había nada que ver, circulen y no toquen las pelotas.

Max Mosley acabó, no sé si tranquilamente o no, el año y pico que le quedaba en el cargo. Con dos cojones. Y supongo que iría al despacho y la secretaría le miraría raro, pero él le devolvería la mirada con mala ostia y ella enseguida se pondría seria y cabizbaja, como diciendo “si se me escapa la risa este tío me cruje”. En ese tiempo tuvo idem de sobra de, supongo, comprarse un traje con más bolsillos para guardar los billetes que tan lucrativo negocio genera y, sobre todo, para sacar su vertiente hijodeputa y cumplir su venganza. Por que como buen sumiso, en el fondo es un hijodeputa cruel y rencoroso. Así que poco tiempo después sus enemigos, encabezados por un tal Fiatore, fueron acusados misteriosamente de hacer trampas en las carreras y hubo una investigación que a los que entienden de fórmula 1 les sonará. El resultado es que hubo una limpieza general, multas, inhabilitaciones, promesas de transparencia y esas cosas que siempre hay, pero con unas buenas cabezas cortadas que, aunque no tengo prueba alguna de ello, Max tiene de trofeo encima de la chimenea.

La vida siguió y él, tras agotar su mandato, se fue a su casa o a dirigir empresas o a vivir del mamoneo o a lo que fuera. Y en una reciente entrevista sobre esa época, no tan lejana, hablaba abiertamente de estas fantasías. Las califica como una “extravagancia” de su carácter, pero defiende que no son ni nada malo ni mucho menos. Dice que su matrimonio fracasó por muchos motivos, no por ello, y que aunque tuvo una infancia difícil, no obedecen a ningún trauma infantil ni nada por el estilo. Vamos, que habló abiertamente y con normalidad del tema, y dijo que sí, que entendía que a alguno le chocara, pero que se metiera en sus asuntos.

Así que por derecho propio el amigo Max pertenece a esa clase de gente que practica estas fantasías y que, aún en contra de su voluntad, ha dado la cara. Sin esconderse, ni llorar, ni pidiendo falsamente perdón por los platós como los timoratos hipócritas como Huge Grant o Tiger Woods, a los que pillan con prostitutas y bailarinas de mala muerte y ya van llorando diciendo que se quieren curar por que no sabían lo que hacían. Y, en la misma línea, otro hijodeputa nada admirable que también los tuvo bien puestos, éste más y en circunstancias más difíciles; Pedro J. Ramírez. Mañana o el lunes hablamos de ello.