Hace mucho tiempo, en una galaxia muy
lejana…conocí a una Ama que lo que más le fascinaba de estos juegos de locos y
pervertidos no era el sexo, ni el poder, ni el causar dolor ni ná de eso. Lo
que más le atraía era el componente de liturgia, ritual, simbolismo y demás
parafernalia asociada. Añado que dicha persona tenía una gran formación religiosa…y hasta ahí puedo leer. Yo,
que por entonces era joven e inocente, no acaba de entender el asunto. A mí me
mola que me den la del pulpo, el marru y el morbo y yastá.
Pero claro, uno se va haciendo mayor, va
reflexionando en los ratos muertos del metro y el autobús y va viendo que cosas
que antaño no tenían su aquel ahora sí lo tienen. Una de estas cosas es la
liturgia, y asociado a ello todo un lenguaje de símbolos secretos. Vamos a
desgranar un poco el asunto, que en algo nos tenemos que entretener mientras
esperamos la muerte.
Para
ponernos en situación, vamos a remitirnos al libro super ventas EL
CÓDIGO DA VINCI y sus múltiples sucedáneos sobre conspiraciones y demás. Género
al que yo soy muy aficionado, debo decir. Como supongo todo el mundo sabrá por
leer el libro o haber visto la película, el protagonista de tal libro y sus
continuaciones es el profesor experto en simbología ROBERT LANGDON, que a
través de mensajes ocultos aquí y allá desata conspiraciones de todo pelaje y
condición, normalmente eclesiásticas-masónicas.
La esencia del por qué sale a colación la
obra del escritor DAN BROWN es porque nos transmite de forma cotidiana algo que
vivimos en nuestro día a día sin darnos cuenta; estamos rodeados de símbolos.
Una señal de tráfico es un símbolo. Un dibujo en el lavabo es un símbolo. Un
tipo con el dedo en corazón en alto nos está transmitiendo un mensaje
simbólico.
Estos son símbolos de “lenguaje” que conoce
todo el mundo. Luego, en un nivel inferior, hay símbolos más restringidos, que
conoce un determinado colectivo.
Y ahí es donde entramos en el terreno del
bdsm. Como colectivo restringido que somos, hemos desarrollado nuestro propio
lenguaje. Esto tiene una doble vertiente; por un lado parte de lo que se ha
dicho, somos un colectivo restringido y a veces secreto, porque al fin y al
cabo seguimos siendo unos raritos y tampoco es cuestión de vociferar así como
así nuestra condición. Por otro, tiene ese componente de belleza que tienen
todos los símbolos. Vamos a expandir un poco más esto con ejemplos concretos.
Cuando entraba en los chats de mala muerte
como el ozú, siempre entraba como Spirit. Con la mayúscula inicial. No tardaron
en llamarme, muy amablemente eso sí, la atención. Si soy sumiso, debo entrar
como “spirit”, sin la mayúscula, ya que ello está reservado a los dominantes.
En esto contesté que prefería las normas ortográficas a la de los roles y que me
dolían los ojos si no veía la inicial en mayúscula, ya que Spirit es un
personaje de cómic cuyas historias, además, tenían su nombre en la primera
página de forma innovadora y con gran
maestría gráfica. Y que la mayoría de
los dominantes eran unos papanatas que se creían algo por ponerse una
mayúscula, añadía para quedarme a gusto.
De nuevo muy amablemente, me contestaron que
sí, que las normas ortográficas están muy bien, que las historias de Spirit de
Will Eisneir serán la polla en verso, y que es verdad que llevar una
mayúscula o una minúscula no significa
ni que sepas más ni que seas más que
nadie. Pero era una forma de saber qué rol tenía cada uno y por ello si te
dirigías a alguien o alguien se dirigía a ti saber un poco situarlo. Si no es
así…¿cómo quieres ligar?
¿Hemos inventado la sopa de ajo nosotros los
bedesemenienses? Desde luego que no. De hecho, lo hemos copiado en cierta forma
de otro colectivo, el colectivo gay, que en otros tiempos (creo que ahora un tanto
menos) utilizaban pañuelos de colores para identificar su condición y rol.
Y la verdad es que tenía cierta lógica. Esta
es la función del simbolismo; saber a simple vista ubicarte. Así que claudiqué
ante ello y poco a poco fui conociendo el lenguaje de símbolos chateros
referentes al bdsm. El principal de todos ellos, el collar.
En
lenguaje chatero, si un/a sumiso/a tiene Amo/a se representa normalmente
entre paréntesis, corchetes, con la de o
mediante un guión (esto del guión sólo lo he visto en el chat ozú, que éramos
los más mataos). Así, cuando tuve Ama fui spirit_G, siendo la G la inicial de
mi primera Ama. Aquí en el blog tenemos
como ilustres contertulios a laprincesa (Celta) y a ellito (Dita), siendo Celta
y Dita los respectivos Doms a quienes mandamos un saludo e invitamos a
participar si lo desean. Durante mucho tiempo la firma en este blog era como
spirit de Zoe. Etc…
Creo que el collar es el símbolo por
antonomasia del bdsm. En un/a sumiso/a, significa que tiene Dueño/a. Para mí,
una sesión en la que llevo puesto el collar es muy diferente de una en la que
no lo llevo. Los símbolos tienen poder
por sí mismos. Las creencias cambian el mundo. Quiero decir…aquí entramos en la
belleza del lenguaje de los símbolos. Ser pertenecido por alguien, llevar su
collar, es algo simbólico pero de una belleza sin igual.
Escarbando un poco más en el detalle, un collar con argolla es propio de sumisos,
mientras un Dom, si lleva collar, ha de ser sin argolla y a poder ser de
pinchos. Pero esto es para nota y porque nos encanta entretenernos en
gilipolleces, que conste.
Bien, ahora vamos a jugar a un juego. Se
trata de estar en una calle o un bar lleno de gente y observar si alguien lleva
puesto un collar, aunque sea discreto. Normalmente pocas personas. Pero alguna
hay. Vale, ahora de las que lo llevan miremos la actitud. Yo veo a una pareja
de mediana edad y la mujer lleva collar. Fino, discreto, elegante. Desde mi
mesa no veo si lleva inscrita además una inicial. Pero sí que veo que cuando el
hombre fuma un cigarro, ella presto saca el mechero, que cuando se han acabado
las cervezas, es ella quien se acerca a la barra a pedir más. Ergo estamos ante
una pareja Dom/ sum oculta a plena luz. Como los mensajes de EL CÓDIGO DA
VINCI. ¿No es bonito?
¿Hemos inventado algo nosotros los
bedesemenianos? Desde luego que no. El mismo anillo que llevamos los casados
(como todo el mundo sabe gracias a ama s, yo estoy casado y por lo tanto soy un
ser cínico y miserable) es un símbolo comúnmente aceptado de pertenencia.
Sigamos. El propio bdsm tiene su
interpretación simbólica en forma de la figura que hemos puesto alguna vez y
que volvemos a poner aquí y ahora:
Personalmente, me encanta esta representación porque simboliza
a la perfección el equilibrio entre las partes; el Dom necesita al sum y el sum
necesita al dom. Dos contrarios de la naturaleza que se definen y necesitan. De
nuevo…¿hemos inventado algo nosotros los que practicamos el bdsm? Pues claro
que no. Este símbolo no es más que una interpretación nada disimulada del
universal ying-yang, las partes que forman el todo, que alguien con buen ojo
vio que se acoplaba como anillo al dedo a estos mundos.
Y hablando de anillos, otro de los símbolos
es el anillo que identifican a los Doms, especialmente vistosos en
acontecimientos y fiestas del guardar. Mi colega Amo/ Bitelchús lo lleva
siempre y gracias a él más de una mujer se le ha acercado preguntándole. De
nuevo…¿hemos inventado algo? Pues claro que no. El anillo de poder es uno de
los símbolos más antiguos, representado en la actualidad por Obispos y
Cardenales.
Así pues, como sexo refinado, como sexo
oculto, como sexo sin sexo, como sexo intelectual, como sexo bello…tenemos una
gran cantidad de símbolos asociados. El mismo acto de llevar un látigo es símbolo
universal de poder. Pero, además, tenemos algo que no son necesariamente
símbolos, si no representaciones gráficas que simbolizan la esencia de estos
mundos.
Para mí, la más gráfica y directa es la de
besar los pies. Con sólo una imagen, ya
sabemos de qué estamos hablando, de la sumisión absoluta interpretada de una
forma bella. Porque la imagen del/la sum besando los pies para mí es la esencia
de éstos mundos. Y de nuevo diré que no hemos inventado nada; ya hay un pasaje bíblico que recoge con todo lujo
de detalles como una tal María de Magdala lavaba los pies a un tipo con melena
en señal de sometimiento.
Asociado a esto está un poco la liturgia de
estos mundos. Desde el llamar de Usted a un/a Dom hasta el contestar “Sí, Señora, no Señora” estando en rol,
pasando por la liturgia propiamente dicha de la preparación de una sesión (nota
mental: hablar otro día de lo importante que es preparar el buen ambiente en
una sesión, desde velas y tal hasta la
vestimenta y atmósfera…).
No me resisto a comentar una anécdota que
aglutina simbolismo, liturgia, belleza, bdsm, etc…y que me parece harto
significativa. La leí hace años en las cada vez más lejanas comunidades msn y
la escribía una pareja real de sumisa y Amo (por cierto; escribir la A de Amo/a
en mayúscula es otra muestra de
simbolismo).
Resulta que tal pareja tenían una relación
bdsm…pero a la vez tenían un matrimonio donde ambos iban tirando con problemas
para llegar a fin de mes, donde el día a día con los hijos, los suegros, los
vecinos y el casero, etc… les comía,
donde por trabajo, cansancio, etc…tenían la vertiente de juego y sexo un poco
aparcada, etc.. En fin; un matrimonio normal. En esto que salieron un domingo
por la mañana a dar un paseo con los niños como hacen los matrimonios normales
y se sentaron en una terraza a tomar lo
que mis padres llamaban “el vermut”. Mientras los niños jugaban en el parque, la mujer encendió
un cigarro y el hombre dijo; “¿Me
has pedido permiso para fumar?”, retomando con esta sóla frase y
éste sólo gesto su papel de Amo y retomando con ello el rol.
Para mí, esto refleja a la perfección el
papel de la liturgia y los símbolos. Recordarnos lo evidente con la belleza
intrínseca de ellos.
Tenía unas anotaciones sobre que, en el
fondo, todos los actos del bdsm son simbólicos, y para muestra lo que hemos
comentado de la sodomización en los sumisos (acto simbólico por excedencia,
además de vicioso, sobre quién manda) y algunas líneas sobre que a veces los
símbolos se pierden en la estética y se olvidan su significado. El ejemplo
claro de ello es que el Che Guevara dejó de ser un problema social en el
momento en que se transformó en el holograma de una camiseta. Pero lo dejamos
aquí para no divagar en demasía…
El miércoles, recuerden, bedesemeniada de la
buena, gratis, sin recortes y de forma altruista, que con los tiempos que
corren ya es mérito, y el finde o por ahí nuevo tocho de sabiduría infinita.
Hasta entonces lancen una moneda al aire y si sale cara, sean felices, y si
sale cruz, hagan felices a alguien.
2 comentarios:
Gran exposion sobre símbolos que nos son familiares. La verdad es que cuando te pones a escribir al final te salen cosas curiosas.
Por alusiones a mi Ama Dita te diré que conoce tu blog y alguna vez hemos comentado tus bedesemeniadas. No descartes ver pronto algún comentario suyo por estos lares.
Saludos.
elliot (Dita); pues me alegra que te haya gustado...nada, cuando quiera un placer ver por estos lares a tú Dómina.
Un abrazo
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