-Oye, Bitelchús, que no se me
ocurre nada sobre lo que escribir.
-Por qué no hablas de la lluvia
dorada?
-Y qué digo? Que es como la coca
cola pero con sabor a meado?
-No hombre, mira…
Y así es como empieza este
emocionante post, que versa sobre el poco estético (o sí?) tema de la lluvia
dorada. Lo cierto es que hablando con Amo Bitelchús vi un par o tres de cosas
que me ampliaron el tema y aunque no inventaron la pólvora, tienen su aquel.
Vamos a ello;
Diremos lo que es la lluvia
dorada un poco así en bruto, por si hay alguien nuevo en este mundo; es aquella
práctica que consiste en que la parte Dominante se mea en la parte sumisa, con
la opción además de que ésta se trague el líquido (aunque no es requisito
indispensable).
Puesto así en plata parece algo
un tanto…er…sucio, grosero, escatológico, insano, de mal gusto. Como una de
esas cosas que dan un tanto de repelús inicialmente, como si fuera uno de esos
límites que mejor no traspasar. O al menos eso es lo que pensaba yo en mis
inicios, hace trillones de años.
Evidentemente, beber desechos
corporales de alguien no es que sea el sumum de la higiene. Si no conocemos a
la persona, a saber qué bacterias tiene allí metidas y qué nos puede provocar.
Recuerdo mi primera lluvia
dorada; fue con una profesional llamada “La Mary” de la que he hablado aquí
alguna vez (una, en concreto). Me dijo “te gustaría que te meara?” y yo no
estaba seguro, pero estaba en ese momento tan poseído, tan dentro de la sesión,
que le dije “oye, pues sip”. No tragué nada y me pasé tres días comiéndome la
olla por que el líquido salpicó a mi retina sin querer y a ver si me había
contagiado a saber qué a través de ahí, finolis que es uno. Pero la recuerdo
con satisfacción. Por cierto; supe después que la orina no transmite el VIH, así
que pude respirar tranquilo.
Bien…qué me hizo vencer el miedo?
El morbo, por supuesto. El morbo es un impulso bastante potente del que no se
habla todo lo que se debiera, he de añadir. Pero asociado como el morbo…la
sensación de que la lluvia dorada es el sumum de la humillación. Es decir;
dentro de estas prácticas nos da morbo el ser vejados y humillados. Y es en
este contexto que dentro de este mundo de locos y pervertidos esta práctica
adquiere una dimensión propia; el sumum de la humillación es ser meado/a por
el/la Dom. La degradación absoluta, el recibir los deshechos corporales, el ser
un mero wc humano ante lo más asqueroso.
Por eso es normal habitual (o lo
era, porque ha cambiado tanto el bdsm en estos tiempos convulsos que ya no sé
decirlo) que el/la sum acompañasen siempre al lavabo al Dom.
Al hilo de esto no me resisto a
contar una anécdota; estaba yo en el Zurich de Barcelona con mi por entonces
Ama (ya sabéis, aquella de nombre Zoe que no quiere que se la nombre) junto con
un grupo de gente del tema. Ella cogió un vaso de cristal, fue al lavabo…y ya
os podéis imaginar el refresco con el que pasé la tarde.
Al hilo de esto hay otras
cuestiones, como…vale, y una vez tragado el meado…se dejan los besos a un lado
o esto cómo funciona? Pero digamos que estas cuestiones son muy personales y
cada pareja las ha de resolver por sí misma….no voy a entrar.
En principio el tema de la lluvia
dorada quedaría un poco aquí porque en verdad no hay gran cosa más que añadir.
Bueno…es sano practicarlo? Pues según lo leído por ahí, no es una práctica
peligrosa (recordad; no os fieis de todo lo que leéis en internet, no quiero
responsabilidades). Es cierto que la orina tiene bacterias y tal, pero si
conocemos a la persona y sabemos que ésta es gente de bien sin enfermedades
importantes, tampoco pasa nada pues el nivel de que pase algo es bastante bajo.
De hecho, investigando un poco el tema he dado con páginas donde aconsejan
beberse la propia orina para prevenir el cáncer y demás cosas un poco
esotéricas, pero nos hacemos una idea. Ahora bien; si no la conocemos lo
suficiente, como me pasó a mí con La Mary, pues con que nos eche el líquido
encima ya vamos apañados…que tampoco hay que hacerlo todo en un día.
Hay quien defiende esta práctica
diciendo que al ser algo muy íntimo implica una mayor conexión con la pareja.
Yo la primera vez la hice con una prostituta, así que no sé si mi experiencia
es válida. Pero si puedo afirmar que cuando la he hecho con mi Ama (de aquel
entonces, pues sólo la he practicado con esta persona) sí que he tenido esa
sensación. También leo por ahí que es una fantasía recurrente no sólo dentro
del ambiente bdsm, sino en parejas “convencionales” que les da morbo esta
práctica y no necesariamente entran en juegos de látigos, collares y demás
berenjenales.
De hecho, recuerdo que en una
cena de gente del bdsm alguien se llevó a su prima o algo así, que no era del
tema pero estaba abierta a todo y tal. Hablando con ella, recuerdo que me dijo
que nunca había practicado bdsm ni sabía lo que era exactamente (tiempos antes
de los mundos de Grey) pero que sí había hecho cosas como mearse encima de él
en la ducha o similares que entraban en el pack.
Otra cosa es la práctica del
“scat”, que viene a ser lo mismo con aguas mayores. Bueno, no necesariamente
aguas, ya me entendéis. Personalmente, es una práctica que me repugna, ya que
las haces son….deshechos diferentes. En primer lugar, el sentimiento de
repulsión y asco es mucho mayor, y en segundo lugar la posibilidad de transmisión
de bacterias y parásitos también. Yo no podría con la coprofilia, ni siquiera
con que me lo echasen encima….pero bueno, quién soy yo para juzgar? Si acaso es
un tema que podríamos retomar otro día, pero valga ésta nota para únicamente
decir que considero que es una práctica muy diferente de la lluvia dorada, pese
a que tenga elementos colindantes. En todo caso hago constar que para mí está
descartada, que uno es vicioso pero tiene sus límites, así que por mucho que
Angelina Jolie insista no me voy a comer su mierda, que será de Angelina Jolie
pero es mierda igual. Ni siquiera tenerla en el cuerpo…O bueno, depende, si es
Angelina….
Bueno, el tema iba a quedar más o
menos aquí cuando el amigo Bitelchús me dio un apunte bastante interesante del
mismo; no es lo mismo la lluvia dorada a una sumisa que a un sumiso.
-Hombre, claro que no es lo
mismo. El chorro sale por diferente sitio, pero aparte de eso las connotaciones
y tal es lo mismo…
Pero tras una parrafada que me
veo incapaz de repetir me convenció de que, efectivamente, no es lo mismo ni es
igual. Intentaré resumirla;
La diferencia estriba en la
percepción de la higiene. Normalmente, la mujer da una mayor importancia a la
higiene, la limpieza, que el hombre. Escribo esta frase y tengo miedo de que una
feminista radical me mate a hachazos, pero espero que la gente de bien que lee
esto se haga una idea de la generalidad que quiero decir. Por norma general,
una mujer reacciona de forma más visceral ante un “anti estímulo” por falta de
higiene. Le corta la líbido. Mientras un hombre, con tal de follar, le da igual
si la mujer se ha duchado o no en tres días. Ergo por esta regla de tres para
una sumisa el recibir una lluvia dorada tiene un “plus” extra de humillación,
degradación y entrega. No sólo se siente humillada, sino que rompe sus propias
barreras de percepción de higiene y limpieza.
Interesante apunte que dejo aquí.
Para acabar el tema, y en homenaje a la recientemente fallecida Chus Lampreave,
pongo el vídeo de PEPI, LUCY, BOOM Y OTRAS CHICAS DEL MONTÓN donde la amiga se
prestaba a recibir la lluvia nada más y nada menos que de un tal ALASKA, en
esas cosas de los inicios de Almodovar y la movida y tal. Para que veamos que
al fin y al cabo estas cosas no son tan raras y han existido desde tiempo inmemorial.
El próximo tocho estoy dudando si
irá sobre la degradación actual del bdsm o sobre otra cosa, pero vaya de lo que
vaya seguro que será muy interesante. Hasta entonces ya saben…tengan cuidado
ahí fuera y sean buenos o malos en su justa medida.
3 comentarios:
es una práctica bonita en todas sus variantes... estoy algo desconectada de los pocos blogs que ya quedan de este mundo bdsm... pero cualquier práctica que lleve a franquear límites mentales es y será un plus entre dominante y sumiso. se trata al fin y al cabo de estar bien, de demostrar al otro y de demostrarse a uno mismo ... poco más puedo decir...
jamais; se la echa de menos, aunque su blog sigue enlazado a la diestra....gracias por su visión! Es cierto que van quedando pocos blogs del tema y que la visión de la lluvia como una práctica que ayuda a franquear límites mentales es una buena visión....Un abrazo
digamos que la vida es como el agua siempre retoma su cauce y arrolla muchas de las cosas que uno construye desafiando la naturaleza, en esta caso desafiando lo llamado normal. pero no estar no significa no ser, no vivir o no sentir lo que siempre se ha trasladado por estos lares... hay cosas que son inherentes, que habitan en uno sin más y que sin contemplaciones aparecen a la mínima de cambio, otra cosa es encontrar el momento, la palabra... para hacerlo todo público y evidente como antaño... pero seguimos ahí y no colgaremos los hábitos mientras haya algo que decir, que pensar, que sentir....
jamais
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