Este blog, como veís, está muerto desde hace más tiempo del que me gustaría porque su autor (yo) no tiene idem para dedicarse a las divagaciones que antaño eran la niña de sus ojos. La vida, que tiene esas cosas. Mi naturaleza sexual es bedesemenera como es mi pelo rubio y mi genética propensa a engordar aunque sólo me coma un par o siete de tigretones de nada. Mi cerebro anda igualmente en inquietudes varias sobre este mundillo y se excita sacándole punta a sus causas, consecuencias, sucesos, chismes, acontecimientos y pensamientos como se excita viendo a cualquier hembra látigo en mano. Bueno, puede que esto segundo me excite un poco bastante más, pero ya me entendéis.
Necesito el bdsm en todas sus vertientes igual que necesito el respirar. Es mi naturaleza, mi deseo, mi sexualidad. Me gusta, me fascina, me pone, me excita. Lo quiero, lo anhelo, lo necesito, lo busco, lo sueño y lo practico siempre aunque no lo practique en ese momento. Los entendidos ya sabrán entender lo que yo entiendo.
Necesito el bdsm en todas sus vertientes igual que necesito el respirar. Es mi naturaleza, mi deseo, mi sexualidad. Me gusta, me fascina, me pone, me excita. Lo quiero, lo anhelo, lo necesito, lo busco, lo sueño y lo practico siempre aunque no lo practique en ese momento. Los entendidos ya sabrán entender lo que yo entiendo.
Pero la vida es la que es y nos lleva donde nos lleva. Ahora mismo hay prioridades que me impiden tener tiempo para estos tochos que me ponían como una amoto. Y a vosotros también, malandrines. Así que de tanto en tanto me paso a barrer y a quitar las telarañas en espera de tiempos mejores, de esos en que se tiene tiempo, tranquilidad y ánimo para decir cosas y divagar sobre ellas.
En esto que llevaba un tiempo sin escribir porque quería acabar el tema de las profesionales que prometí acabar, ese que tenéis en el post anterior y que daba para unos cuantos folios. Pero después de casi 6 meses sin que me haya podido dedicar a ello, más vale cerrar el tema aunque sea en falso para no tener un bloqueo que me impida continuar. De esos; "hasta que no cierre este tema no contínuo con otros, y como no lo cierro nunca no continuo nunca con nada". Una paradoja temporal de estas del gato, más o menos.
Así que vamos a medio cerrarlo aunque sea en falso. A día de hoy estoy un tanto alejado del mundillo (aunque no de los amigos que he hecho gracias a este mundillo), así que no tengo ningún problema en quedar bien o mal con nadie, algo que por otra parte no lo he tenido nunca. Lo digo porque si no pongo nombres o no voy un poco más allá es porque creo que no procede.
En fin; cuatro pinceladas de lo que me hubiera gustado exponer y que pienso hacerlo algún día;
Pues que en mis experiencias con profesionales, decir que ha habido un poco de todo pero que la mayoría han sido decepcionantes. También es cierto que hay niveles y niveles; mi poder adquisitivo me ha dado para algo más que ir con las más tiradas pero para bastante menos de alquilar los servicios de Dóminas con renombre y solvencia.
Voy a despotricar, pero insisto; me quejo de un servicio que he apalabrado entre adultos con capacidad de elección. No soy alguien que trata a la mujer como un objeto, igual que no trato como un objeto a/la abogado/a que contrato, ni alguien que abusa de un ser indefenso obligado/a por mafias, proxenetas y demás.
En todo caso, ametrallo sin orden ni concierto;
Voy a despotricar, pero insisto; me quejo de un servicio que he apalabrado entre adultos con capacidad de elección. No soy alguien que trata a la mujer como un objeto, igual que no trato como un objeto a/la abogado/a que contrato, ni alguien que abusa de un ser indefenso obligado/a por mafias, proxenetas y demás.
En todo caso, ametrallo sin orden ni concierto;
1-La inmensidad de prostitutas convencionales que ofrecen estos servicios sin tener ni puta idea de lo que son o como se hacen es bestial. Lo cual no sería problemático si no cobrasen las tarifas de bdsm (es decir, el doble o triple de un servicio convencional). Alguien les ha dicho que si en vez de poner el coño para que se lo coman dicen "te ordeno comerme el coño" pueden pedir más dinero, y muchas veces esta es la única diferencia para ellas entre un servicio normal y otro bdsm.
2-El poco respeto que muchas profesionales hacen sobre el tiempo pactado, supongo que como consecuencia de lo anterior. Si se apalabra una hora por X, es una hora, no 35 minutos. Por no hablar de los típicos trucos de regatear tiempo; que espera mientras me cambio, (aunque he llamado tres horas antes), que si la ducha de antes, (lo cual me parece higuiénico y normal, pero no me lo descuentes del tiempo y mucho menos mientras buscas toallas, etc...), que si ahora te cuento mi vida en vez de ponerme a ello...Si no te gusta el trabajo no lo hagas, pero 80-100 euros por una hora es un pastizal, cúrratelo. Insisto en que estoy hablando de profesionales con capacidad de elección.
3-La sensación de haber tirado el dinero o haber pagado por algo de forma desproporcionada es bestial también. Oye, no soy un tacaño. Oye, ya sé que todo tiene un precio. Oye, al que trabaja siempre hay que pagarle. Pero digamos que el sueldo medio REAL de España es, con suerte, de 1000 euros mensuales. Siendo generosos, digamos que son netos. La media de hora de trabajo al mes es de 160, contando las 4 semanas peladas. Si dividimos 1000 euros netos por 160 horas, nos sale una media de precio hora de....tachán, tachán....6.25 euros netos hora. Joder, si vas a cobrar entre 15 y 20 veces más quel el precio de hora de un españolito stándar, de esos que encima tiene/tenemos suerte de tener trabajo, al menos cúrratelo.
4-La sensación de que hay mucha intrusa, mucha buscona que busca un dinero fácil sin saber ganárselo. Del tipo, "me abro una cuenta en twitter, pido esclavos que me pagen tributo y a vivir". Y la sensación de que estas cuentas desaparecen al poco, pero queda que nos toman a los que nos gusta el bdsm por gilipollas, grifos de pasta fácil abiertos, idiotas depravados de los que hay que aprovecharse.
5-La sensación de que te dicen que sí a todo cuando contactas por teléfono, que hacen estoy lo otro, que tal y que cual, y cuando vas pasan olímpicamente de lo hablado y van a su guión, el poco que saben o el que les interesa.
Hubo una en concreto a la que le expuse por teléfono que tenía la fantasía de estar atado. Confirmé la cita con ella en estas condiciones. LLamé media hora antes para comunicarle que estaba en camino y se lo volví a repetir. Cuando subí al piso le expuse de nuevo que quería estar atado. Me pasó a la ducha y estuve unos diez minutos esperándole, O sea; que tuvo desde la mañana de antes, desde media hora antes y desde diez minutos antes para buscar la cuerda de una bata, un trapo, unas medias o lo que fuese. Evidentemente, lo primero que me dijo al volver a la habitación fue; "bueno, voy a buscar algo...ahora con qué te ato yo?"
Hubo una en concreto a la que le expuse por teléfono que tenía la fantasía de estar atado. Confirmé la cita con ella en estas condiciones. LLamé media hora antes para comunicarle que estaba en camino y se lo volví a repetir. Cuando subí al piso le expuse de nuevo que quería estar atado. Me pasó a la ducha y estuve unos diez minutos esperándole, O sea; que tuvo desde la mañana de antes, desde media hora antes y desde diez minutos antes para buscar la cuerda de una bata, un trapo, unas medias o lo que fuese. Evidentemente, lo primero que me dijo al volver a la habitación fue; "bueno, voy a buscar algo...ahora con qué te ato yo?"
En fin, iba a despotricar un poco de todo esto, todo ello sazonado con anécdotas mil que le han pasado a mi persona cuando he ido con profesionales de este calibre.
Queréis anécdotas, verdad? Pues ahí van algunas;
Hubo alguna que se anunciaba como mega ama de la muerte. Quedé con ella y me llevó a un cuchitril de habitación en la que apenas cabíamos dos personas de pie, con un camastro de dudosa higiene y sin asomo de material bdsm por ninguna parte. Le dije que en este espacio yo no pagaba 100 euros por una sesión, entre otras cosas porque no sé qué sesión íbamos a tener si apenas cabíamos, y pilló un rebote de muerte, que qué me esperaba, que qué quería, etc....
Hubo otra a la que le expuse mis fantasías (más o menos normales dentro del bdsm, nada especial, que si un azotillo, una atadura, una humillación, poca cosa...) y me dijo a todo que sí, que ella sabía, que era profesional, que tal y que pascual. Llego y me dijo; "lámeme el coño", Le dijo que no, que yo no había venido a eso, que ya le había comentado que el máximo sexo que quería tener es una paja 5 minutos antes de que acabe la sesión (y desde luego no pensaba lamer ese coño ni en broma, no es por despreciar, pero soy muy aprensivo). No supo qué hacer en el resto del tiempo, se le habían acabado los recursos y conocimientos, que acababan allí.
Muchas veía que me daban un palique tremendo, de eso de contarme su vida y tal. Hubo una en concreto que pasó 20 minutos comentándome que trabajaba de tal y cual cosa y que el tema estaba muy mal y que nosequé....Yo la escuchaba muy educadamente, hasta que me percaté de que habían pasado 17 minutos (casi un tercio) de los 60 apalabrados y no había pegado ni chapa ni nos habíamos puesto en faena. Un tercio de una tarifa de 90 euros son 30, que es dinero que bien me cuesta ganarlo y que me gasto muy gustosamente en tebeos pero no es escuchar la vida de nadie. Le dije que este tiempo no contaba del apalabrado y se enfadó; se puso en faena de mala gana y hasta luego lucas.
Timos con el tiempo apalabrado un montón. Pero si en vez de una hora ha estado 47 minutos....dónde pides el libro de reclamaciones? Porque puede parecer una tontería, pero 13 minutos de 60 es una cuarta parte, y un cuarta parte de 100 euros son 25. Lo cual en verdad no tendría excesiva importancia si no fuera porque la experiencia tampoco era satisfactoria o, lo que es lo mismo, se repetía el chiste de woody allen de que la vida es como la comida de un hospital; mala y encima escasa.
También tengo recuerdos de algunas que fueron en verdad profesionales, pero aquí hemos venido a rajar. La verdad es que este tipo de profesionales con poca profesionalidad provocan frustraciones, traumas, etc....por eso incido sobre ellas.
En fin; que esto del glamour y lo estricto y la profesionalidad y el tren de vida y tal que a veces se asocia con este mundillo la verdad que no es para tanto. Hay un sub mundo más allá (en concreto más allá por la zona de debajo) de las grandes figuras que es bastante cutre y chapucero, la verdad.
Otro día con más tiempo lo desarrollo. De momento con esto cierro el tema, me quedo tranquilo un tiempo y espero volver por aquí a barrer en breve, que al menos esté mal enterrado este espacio. La próxima neura ya la puedo soltar sin que haya algo que me lo impida. Y al fin y al cabo tampoco me ha quedado un tocho tan vacío. De hecho, me gustaría leer más sobre este tema en los ambientes bdsm.
Queréis anécdotas, verdad? Pues ahí van algunas;
Hubo alguna que se anunciaba como mega ama de la muerte. Quedé con ella y me llevó a un cuchitril de habitación en la que apenas cabíamos dos personas de pie, con un camastro de dudosa higiene y sin asomo de material bdsm por ninguna parte. Le dije que en este espacio yo no pagaba 100 euros por una sesión, entre otras cosas porque no sé qué sesión íbamos a tener si apenas cabíamos, y pilló un rebote de muerte, que qué me esperaba, que qué quería, etc....
Hubo otra a la que le expuse mis fantasías (más o menos normales dentro del bdsm, nada especial, que si un azotillo, una atadura, una humillación, poca cosa...) y me dijo a todo que sí, que ella sabía, que era profesional, que tal y que pascual. Llego y me dijo; "lámeme el coño", Le dijo que no, que yo no había venido a eso, que ya le había comentado que el máximo sexo que quería tener es una paja 5 minutos antes de que acabe la sesión (y desde luego no pensaba lamer ese coño ni en broma, no es por despreciar, pero soy muy aprensivo). No supo qué hacer en el resto del tiempo, se le habían acabado los recursos y conocimientos, que acababan allí.
Muchas veía que me daban un palique tremendo, de eso de contarme su vida y tal. Hubo una en concreto que pasó 20 minutos comentándome que trabajaba de tal y cual cosa y que el tema estaba muy mal y que nosequé....Yo la escuchaba muy educadamente, hasta que me percaté de que habían pasado 17 minutos (casi un tercio) de los 60 apalabrados y no había pegado ni chapa ni nos habíamos puesto en faena. Un tercio de una tarifa de 90 euros son 30, que es dinero que bien me cuesta ganarlo y que me gasto muy gustosamente en tebeos pero no es escuchar la vida de nadie. Le dije que este tiempo no contaba del apalabrado y se enfadó; se puso en faena de mala gana y hasta luego lucas.
Timos con el tiempo apalabrado un montón. Pero si en vez de una hora ha estado 47 minutos....dónde pides el libro de reclamaciones? Porque puede parecer una tontería, pero 13 minutos de 60 es una cuarta parte, y un cuarta parte de 100 euros son 25. Lo cual en verdad no tendría excesiva importancia si no fuera porque la experiencia tampoco era satisfactoria o, lo que es lo mismo, se repetía el chiste de woody allen de que la vida es como la comida de un hospital; mala y encima escasa.
También tengo recuerdos de algunas que fueron en verdad profesionales, pero aquí hemos venido a rajar. La verdad es que este tipo de profesionales con poca profesionalidad provocan frustraciones, traumas, etc....por eso incido sobre ellas.
En fin; que esto del glamour y lo estricto y la profesionalidad y el tren de vida y tal que a veces se asocia con este mundillo la verdad que no es para tanto. Hay un sub mundo más allá (en concreto más allá por la zona de debajo) de las grandes figuras que es bastante cutre y chapucero, la verdad.
Otro día con más tiempo lo desarrollo. De momento con esto cierro el tema, me quedo tranquilo un tiempo y espero volver por aquí a barrer en breve, que al menos esté mal enterrado este espacio. La próxima neura ya la puedo soltar sin que haya algo que me lo impida. Y al fin y al cabo tampoco me ha quedado un tocho tan vacío. De hecho, me gustaría leer más sobre este tema en los ambientes bdsm.
Un abrazo a todos los que todavía estáis aquí. Y ya saben; tengan cuidado ahí fuera.
PD: Agradezco enormemente los comentarios del post anterior. Como saben los habituales, caso que quedo alguno, siempre contesto personalmente todos. En este caso además son especialmente interesantes y hay temas en los que quiero incidir. No los he contestado porque he ido a piñón, pero están todos leídos y anotados para desarrollar cosas que en ellos se dicen. Gracias y disculpad, de verdad.
3 comentarios:
Calidad y precio no siempre es garantía pero duros a cuatro pesetas...
Creo que para que una Mistress profesional consiga hacerte creer que te domina tiene que ser muy buena y muy profesional y eso cuesta dinero. Lo otro uffffff, me parece un ejercicio mental de abstracción digno de un monje budista. Además, estar negociando e imponiendo precios, prácticas y horarios y después ponerse manos a la obra y llegar a poder imaginar que la que domina es ella a mí me parece imposible.
Aunque yo creo que lo haría bien, probablemente me saldría mejor fingido que natural, mucho más fácil interpretar que contenerse y mucho más fácil hacerlo si el sumiso no te gusta o no te importa. Y si fuera tan tan buena que pudiera descartar a los sumisos que no me gustan o cuyas prácticas no me satisfacen y por mucho nivel que exigiera... si él paga y yo le doy un servicio, cuando él puede y según sus gustos (aunque coincidan con los míos) se acabaría el placer para mí, sería una pantomima y eso él y yo lo sabríamos por mucho que se finja. Y esta afición de ensueño se convertiría en un trabajo, un trabajo de mierda como tantos otros.
Besos (comos tus posts) esporádicos.
Salve, Ama Blanca;
Creo que lo he contado más de trescientas veces, yo dejé de ir con profesionales no por falta de pecunio, aunque éste tampoco es que me sobre, ni por las experiencias frustrantes que comento, que también hubo de buenas, ni porque la aparición de internet posibilitara contactar con gente del tema, que lo posibilitó...si no básicamente dejé de ir por lo que comentas; la sensación de vacío, de que esto no es una relación auténtica, de que es un teatrillo absurdo en el cual yo hago de guionista, productor y espectador. De que no hay realidad, si no una mera relación comercial.
Por ello, yo siempre digo que es absurdo creerse "poseido" en una relación bdsm que se basa en el interés económico. Se acabó la pasta, se acabó la relación.
Ahora bien; el bdsm, al menos para los que antes le llamábamos sado maso, son también una serie de prácticas físicas; que si azotes, que si humillación, que si ataduras....aunque lo ideal es que vayan unidas a las mentales, hay quien quiere estopa en la piel y no me cuentes historias, o el pan sin tomate sigue siendo pan, etc....En este terreno es el que en mi caso sí que cumplieron su función de "matar al gusanillo".
Por supuesto, toda afición mejor por placer (y vicio) y así no se pervierte de verdad, que sabido es que no hay nada más pervertido que el trabajo.
Un abrazo
Es cierto que no es fácil encontrar dentro de este mercadillo de las fantasías, aquello que se asemeje a la realidad de lo que se desea. es cierto, se paga por una fantasía que reemplace a la realidad deseada pero, asi es la vida. El mercado de BDSM esta saturado de falsas profesionales y de profesionales en muchas ocasiones que se valoran a precio de oro. Seguramente hay muchos sumisos que por impedimentos de la vida (sobretodo estar casados) no tienen fácil acceso a ese mundo tan deseado de una relación del tema y por ello, van a la carta (no marcas, horario, etc) no por su deseo y viven un BDSM circunstancial, de pura supervivencia.
Si amigo mio, tema muy discutido entre nosotros y de difícil solución pero, ya sabes, aquí no importa demasiado el cliente si no, cuanto esta dispuesto a pagar.
AmoBitelchus
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