PLACER CULPABLE:AÍDA NIZAR

Vamos a ser algo que en este blog, creo, no somos habitualmente; zafios, groseros, vulgares, bastos y desagradables. Pero es que la ocasión, o mejor dicho, la persona objeto de este escrito, lo merece; Aída Nízar.

Esta Señora, he de confesar, hace salir mi parte más obscena sin ningún tipo de remordimiento: me imagino meándome en sus tetas mientras le doy bofetadas, luego la arrastro por el suelo y le hago hacerme una  felación que se traga hasta ahogarse. Ese tipo de cosas. Un mero objeto de carne con el que hacer lo primero que se te ocurra. Sí, ya sé, no tienen nada que ver con el bdsm ni con el femdom ni ná de eso, pero son ese tipo de guarradas las que me impulsa la amiga Aída. Aunque tiene aires de Ama, pero Ama de las que aquí repudiamos, del tipo Elise Sutton hacía su persona, su ego, su yo y su ella.

Ahora explico, o lo intento, el por qué de los  párrafos anteriores, pero antes hagamos un breve (muy breve, por que la cosa  no da para más) resumen de su vida, obra y milagros para quien no tenga la suerte de seguir la televisión de España o, aún peor, pudiéndolo hacer se dedique a leer libros o ver otro tipo de programas de cultura y gilipolleces insustanciales así.

Aída Nïzar era una tipa más bien pijilla, con ciertos aires de grandeza y fama de puta de pueblo que se tiraba a gente rica allá en Valladolid, cuando algún avispado encargado de cásting de GRAN HERMANO la vió y dijo que vale, que p´a dentro, que esta mujer seguro que monta el pollo y nos hace ganar buenos réditos con sus delirios y desvaneos. Dicho y hecho. Desde entonces, creo que obstenta el récord de ser la persona a la que de más concursos de éstos de reallity han echado la primera, bien por odio del público, bien por odio de sus compañeros, bien por odio de ambos, pero eso no ha sido obstáculo  para que haya exhibido sus carnosos muslos, ácida verborrea y monólogos hablando de sí msma en tercera persona por las tertulias y platós donde se mezclan el corazón, las vísceras y la entrepierna.

En realidad Aída me recuerda a un entrañable personaje de un tebeo de Axtérix que iba sembrando la cizaña allá por donde pasaba. Y es que Aída es una experta en cizaña, medias verdades, medias mentiras, cuchillos a traición haciéndose la víctima, etc...Ha tenido varios encontronazos famosos. Uno, hace años, cuando  en CRONICAS MARCIANAS le dijo a un paralítico que tenía lo que se merecía al decirle éste que no la veía hermosa o algo así. Otro, el más reciente, es cuando volvió a la isla esa de SUPERVIVIENTES y le digo a la cuñada de Ortega Cano que cómo se imagina el entierro de éste, sin saber tal cuñada (por que no pueden saber nada del mundo de fuera) que en verdad el torero había tenido un grave accidente de coche y se debatía entre la vida y la muerte.


Entre  medio  y antes y durante y después, pues otras miles de anecdotillas semejantes en las cuales he de confesar que no sé qué parte corresponde a Aída y qué parte al personaje que ha creado la propia cadena, pero me da que en este caso continente y contenido coinciden y la tipa simplemente es así, una enferma que se cree más allá del bien y del mal.

Tiene delirios de grandeza, creyéndose una Diosa Divina de la muerte con clase y tal. Y lo exhibe con orgullo. Me recuerda a ese femdom que odio en la cual  la mujer  pide ser adorada sin hacer nada por merecerlo ni dar nada a cambio, ese tipo de femdom que merece que se le escupa en el cubata de vaso de cristal (no digo que yo lo haya hecho, ejem, ejem). Y por eso sale mi vena más guarra, ya que moralmente la considero una criatura que se ha transformado en una caricatura de sí misma, en un mero objeto de consumo. Por eso mis pensamientos con ella son de ida de olla total.

De darle por culo mientras le digo que es una zorra y que me grite quién es su papi. De darle por culo mientras le ahogo la cabeza en el wáter. De tirarla contra la pared y meterle el puño por el simple placer de hacerlo. De decirle, una vez que me haya corrido, que se large cuanto antes y que ya se vestirá en el rellano. Y mira que es de las mías, una tipa carnosilla, con bastante exhuberancia por donde coger, aunque un tanto pija para mi gusto, pero eso me hace imaginarme todavía más, como por ejemplo que le hago chupar mis huevos todos sudados (y ojo, que mi sudor es redioactivo) y luego me corro en su cara. Y es que el sudor de mis huevos con su channel número 5 debe ser una mezcla de la ostia. Mearme en su boca también me pone, pero es que a mí me gusta mucho besar, aunque sea sin amor, y tampoco es cuestión de  besar con el aliento de mi propio meado. Pero oye, quizás también.

En fin; que a mí ésta tía que bien podríamos calificar la Belén Estebán de la clase pija no me causa ningún respeto, pero me pone, y sumando ambas dos cosas creo que me pone  por que no me causa ningún respeto. Por eso no me corto en imaginarme guarrerías groseras con ella, y juntando su carnosidad y esa degradación que tenemos la clase  proletaria hacia la pijería pues todo junto ha dado bastantes pajas memorables que no me  avergüenzo en confesar. Nadie es perfecto. Y encima sale en INTERVIU esta semana, así que no debo ser el único enfermo.

Y mientras escribía esto tengo  que...er...ir un momento al lavabo....Ya saben; el miércoles es el mejor día de la semana porque tendremos la BEDESEMENIADA de rigor y el  finde otra ida de olla, esperemos que una que no me haga quedar tan bajo. Hasta entonces tengan cuidado ahí fuera y sean buenos o malos en su justa medida.