sábado, 3 de julio de 2021

ANECDOTAS BIZARRES CON SEXO DE PAGO, PARTE 6 DE 7: LA TRANS QUE BESABA

Quería una sesión con una trans negra. Me lo merecía. Era mi cumple, o mi santo, o el 60 aniversario del Desembarco de Normandía, no recuerdo. Si recuerdo que en base a ello me iba a permitir un capricho que se me había colado en esa cabezota tan linda que tengo. Algo claro, conciso y concreto; a) una sesión b) con una trans c) negra.

Había trabajado como un cabrón para la maldita y malévola organización empresarial que me tenía en nómina. Vale que tenía unos planes un tanto turbios para dominar el mundo, pero pagaban bien, la verdad.

La cosa es que tras una apertura de algo, o un proyecto de algo, o algo así, me encontré que había ganado petromortadelos por partida doble; por no gastar nada al estar sólo trabajando y por el trabajo en sí. Así que en base a todo cuanto antecede, me puse a buscar en los anuncios de contactos y relax de LA VANGUARDIA alguna profesional con estas condiciones.



No fue fácil, eso sí que lo recuerdo. Profesionales que ofrecieran sesiones, un montón. Trans, mogollón también. Negras, mulatas, etc....a puntapala de nuevo. Por separado ningún problema, dos de tres ya era algo más difícil, pero las tres cosas me costó un poco, la verdad. Y eso que por aquel entonces la sección de anuncios de LA VANGUARDIA tenía 2 páginas.

Tengo el vago recuerdo de llamar a alguna y preguntarle si hacía servicio de sado y colgarme al instante diciendo que ella no hacía esas perversiones. Joder, si un colectivo que nada a contracorriente tiene estos perjuicios, vaya panorama de entrada. Los locos dosmiles.

A un paso de quemar las naves estaba cuando casi en la última columna una dijo que sí, que claro, que encantada. No era negra racial, sino mulata, pero dos y medio de tres es notable alto. Y encima vivía cerca de una zona donde había mogollón de tiendas de tebeos.

Concertamos la cita, fui a su piso puntual, me abrió un pibón que me sacaba tres cabezas, era un piso pequeño pero limpio, nos sentamos en su sofá, hablamos un poco de lo que quería, me gustaba, etc....Y en un momento dado se me acercó y nos besamos.




Me encanta besar. Me encanta más que follar. Estaría besando horas. Lo estuve.

Pensaba que las profesionales no besabais. Solo con los chicos guapos; besas muy bien. Pongo mucha ilusión.

Lengua para arriba, lengua para abajo.

El beso, o los besos, o el morreo, o los lengüetazos, se prolongaban. Y yo encantado. Lengua para arriba, lengua para abajo.

¿Nos ponemos en faena? Me ató de pies y manos. Me besó estando atado. Así no te puedo sobar mientras besamos. No te preocupes, ya te sobo yo. Lengua para arriba, lengua para abajo. Si no te han besado estando atado no te han besado nunca.

La llamó una amiga al móvil. Supongo que sería una llamada de esas de "control", oye, el cliente que tienes el chico majo y totolhaba que parecía, no? No es ningún psicópata ni tengo que llamar a emergencias. Qué va, es un chico súper majo, lo tengo aquí atado, ahora en el suelo. Se acercó, besos, lengua para arriba, lengua para abajo. Seguió hablando con la amiga de sus cosas mientras me ponía el pie en la cabeza, y volvía a acercarse para los morreos de rigor.




Vale, ya dejo a la amiga, estoy por tí. Tocan azotillos, acércate. Pero antes te desato que sí, tienes razón, no es lo mismo besar si no te soban. Lengua para arriba, lengua para abajo. Unos azotillos, cien morreos de nuevo. Lengua para arriba, lengua para abajo. Soy suyo mi Ama. Ya lo creo, esclavo, bésame como si no hubiera un mañana porque quizás no lo haya. Lengua para arriba, lengua para abajo. ¿Le puedo pedir que me tire del pelo, Señora? Solo si me la metes hasta la campañilla, cerda. Lengua para arriba, lengua para abajo. El beso es una reminiscencia carnívora. El beso es el único lengua universal. Lengua para arriba, lengua para abajo. Te voy a vendar los ojos. Nos seguimos besando. Te voy a tirar de los pezones, avisa si te duele. Lengua para arriba, lengua para abajo. Lo único que me duele es que nos dejemos de besar. No te preocupes por eso. Lengua para arriba, lengua para abajo. Unas bofetadillas, cogerme de los pómulos, llevar la cabeza a su boca. Lengua para arriba, lengua para abajo. Que le den por culo a la española cuando besa, viva el sur.

Hicimos más cosas que no recuerdo. Lo que sí que recuerdo es que apalabré una sesión de una hora y estuvimos dos horas y media, sin dejarnos de morrear en ningún momento. Lengua para arriba, lengua para abajo. No se si fuimos los precursores del BDSMK, de KINDER, si era un polvo en forma de besos condimentados o si ambos nos resarcimos de cuando en la adolescencia nos tomábamos un cacaolat en vez de ir al reservado de la disco. Lo que sí se es que me lo pasé de coña. Como sesión, estrictamente, puede que fuera una patraña, pero como óscar de jólibub al mejor morreo quisiera agradecérselo a mi madre que espero no me esté viendo.


Guardé su número de móvil como oro en paño. Al poco inicié una relación con una Ama amateur. Le conté este suceso, me dijo que le llamara para hacer una sesión los tres. Lo hice, pero rechazó la oferta. Contigo cuando quieras vuelve, cielo, pero prefiero que solo seamos tu y yo. ¿Noté cierto despecho en el tono? No lo creo, ella es una profesional y yo tengo espejos en mi casa.

La cosa es que no la volví a ver ni a llamar. Han pasado bastantes años y todavía recuerdo esa sesión de besos como una de las mejores de mi vida. Por desgracia, con estas mierdas de cambio de móvil y demás, que por culpa de la obsolescencia programada cada dos por tres pasa (aún teniendo siempre el mismo número), perdí su contacto. Muchas veces he intentado buscarla, que recuerdo su nombre artístico y las 3 cifras finales de su número, pero ya no existen ni los anuncios de LA VANGUARDIA ni la zona de pisos donde residía. Una lástima.

Demasiado azúcar para tu cuerpo? Pues mañana fin del serial, con una serie de consideraciones generales, miscelanea de anécdotas bizarres, enlaces y algún anuncio.

Tengan cuidado ahí fuera.

Spirit.

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