SEXO CONVENCIONAL Y SEXO BDSM: MEZCLADO, AGITADO, JUNTO, REVUELTO, SEPARADO O EN DOSIS

Propuso el amigo jashugun, contertulio habitual de este espacio y por tanto buena gente, hará un par o tres de post que uno de los temas a tratar podría ser, simplificando un poco su propuesta, el tema del sexo convencional dentro del bdsm. Buen tema, vive Dios, que tenía en mi libreta de temas para un día de éstos, y que un día de estos bien puede ser hoy. Al ataque pues:

Por aquello de aclarar de entrada los términos, yo creo que el planteamiento correcto sería el comentado; si cabe el sexo convencional dentro del bdsm. Por que decir si cabe el sexo dentro del bdsm es incorrecto; el bdsm es sexo, por sí mismo y como tal, como lo es echar un polvo, hacerse una paja o recibir/ realizar una felación. Simplemente, el bdsm es un tipo diferente de sexo. Un tipo de sexo en el que utilizamos el mayor órgano sexual que tiene el ser humano...el cerebro. Un tipo de sexo donde el sexo genital, o convencional, o como queramos llamarlo, puede caber o no, que es de lo que va este post. Por que, claro, hacer un cunilin...cunulign...comer un coño, es sexo convencional o no? Digamos que si. Pues eso...¿caben este tipo de actos dentro del bdsm?

Ya sabemos que si algo nos gusta a los practicantes de este juego de locos y pervertidos más que el vicio es meternos los unos con los otros, fundamentalmente con el estribillo “tal no es verdadero”, “Pascual sólo busca un polvo”, etc. Hay, de entrada, un desprecio al sexo convencional (sea en la forma que sea), que además ignoro por qué en el argot bdsm llamamos “vainilla”. Aprovecho la ocasión para hacer el llamamiento de que si algún lector de este espacio sabe el por qué de tal término, ruego lo diga, por que siempre he tenido curiosidad y nadie ha sabido explicármelo. Pero a lo que vamos; parece que se es menos Dominante o menos sumiso por querer un polvo normal.

Hay que reconocer, no obstante, que tales coletillas muchos/as se las han ganado a pulso, por que sabido es que gente de todos los sexos y roles se hacen pasar por Doms, sumis o aviadores japoneses si con ello pillan cacho, les guste o no este juego de locos y pervertidos. Y claro, ven la fusta y dicen, “vale, me dejo un par de azotitos suaves, pero vamos a la cama normal después”. Y hombre, cada uno es muy libre de hacer lo que quiera y le guste, pero eso no es bdsm, también es verdad. Supongo que por eso, y por el hecho de que nos creemos lo “más” y especiales, el sexo convencional parece tener cierta mala fama dentro de nuestro mundo.

Esta mala fama no es ajena tampoco a las doctrinas que alegremente difunden pseudo nazis del femdom como Elise Sutton y allegadas, que sólo pensar que un pene les penetra o, en el colmo de los males, que van a tocar una polla con su boca sin arrancarla de un mordisco, ya les entra un ataque en base a no sé qué del simbolismo que si no se mueren del infarto a ver quién las soporta después. Como mucho, que les laman el coño el sumiso después de días sin correrse. Y eso después de mucho pensarlo.

Justo es decirlo, este pensamiento no se da en los Amos, que consideran normalmente un “premio” para su sumisa ser follada por ellos o, cuanto menos, predican que una de las muchas obligaciones de las sumisas es mamarla a diestro y siniestro. Y aquí hacemos un inciso sobre si me he equivocado de rol, pero bueno, eso es otra historia.Y para que no se me echen encima los Amos, también diremos que ya sé que esta visión es maniquea e irreal de lo extrema, pero bueno, sirva simplemente para dejar claro la diferencia de mentalidad respecto al sexo convencional que tienen muchos Amos.

Bien; tenemos estas cartas sobre la mesa, a ver cómo las barajamos.Por supuesto, sólo se me ocurre barajarlas según mi opinión personal, ya que doctores tiene la Iglesia y en estas cosas caben tantas interpretaciones como monagillos que se presten a buscarla:

Personalmente, a mí me gusta...no, me gusta no, me ENCANTA besar, acariciar, tocar, ser tocado, sentir, palpar, lamer, intercambiar fluidos y sentir la piel....en fin; que me encanta que haya cierto contacto humano, a ser posible pasional, por que para tener una sesión de tortura con aire funcionarial, fría y aséptica, no hace falta tanto berenjenal.No considero que por ello sea más vainilla o menos, y en todo caso me da igual por que, sacando mi chulería de Hospitalet, a éstas alturas nadie me va a decir lo que soy o no, que ya tenía la máquina de hacer carnets de bdsm antes de que se inventara el término.

Sin embargo, es cierto que en el bdsm ésto de los fluidos, tocamientos y demás puede ser más secundario.Priorizamos las sensaciones mentales de pertenencia, dolor, etc...Vamos, no quiero contar nada íntimo, y menos cosas que me hagan quedar mal, pero a ver quién es el guapo que la tiene tiesa y dura mientras está recibiendo Dios y la madre en la parte que sea, que normalmente es pudiente. No es que haya habido sesiones que no me haya corrido, es que ni siquiera he empalmado, y las he disfrutado enormemente. Y es que hay un momento para cada cosa y cada cosa para su momento.

Así pues, una sesión se puede disfrutar sin que haya esa parte sexual de calor humano o, si queremos llamarlo así, sin que haya sexo convencional. Esto también es verdad. Lo ideal sería equilibrar ambas cosas. No obstante, aquí nos vamos a poner un poco doctrinales, aunque sólo sea una vez en la vida.

Si aceptamos jugar a estos juegos, aceptamos así mismo unas reglas, aunque sean flexibles y tampoco nos las tomemos de forma dogmática. Pero una cierta base sí que es bueno tener. Y tenemos la base de que la parte Dominante manda. Por lo tanto, es esta parte quién dirigue la sesión (o la relación), y por ello es el/ la Dom que decide qué tipo de sexo quiere tener y cómo. Dentro de su nivel de “poder” (poder que nosotros mismos hemos cedido voluntariamente) está el ser usados para lamer un coño sin corrernos, el poder masturbarnos si nos dejan, el privilegio de hacer el amor si quieren o lo que sea menester.

Así que, puestos a responder a la pregunta de forma concreta, “sí, cabe el sexo convencional...si quiere la parte dominante que quepa”. Y no hay más, ni tampoco hay menos. Sólo caben un par de puntualizaciones:

Personalmente, me parece estupendo que alguien disfrute condimentando el polvo con uno o dos pellizcos suaves. Genial, de verdad, faltaría más. Mi única queja al respecto es que, simplemente, a eso no hace falta que se le llame bdsm. El bdsm es un pelín más que eso, por mucho que eso también esté bien.

Luego, personalmente creo que el Dom, dentro de su capacidad de mando, tiene que equilibrar. De hecho, el deber de un buen Dom es el de equilibrar constantemente. Yo mismo he dicho que me encanta besar, tocar, que me toquen, etc...Si siempre y en todo momento se reduce a no catar pues vale, si, no nos pasará como en el párrafo anterior, podremos decir que no es un polvo condimentado, pero oye, tampoco se trata de recibir torturas de forma funcionarial sin alegrarnos la vida de forma pasional, que a nadie le amarga un dulce.O, dicho de otra forma, los extremismos de Elise Sutton de “sexo al sumiso nivel 0” tampoco llevan a ninguna parte.

O lo que se desprende de los párrafos anteriores, que ni tanto ni tan calvo.Que demasiado sexo convencional es, simplemente, sexo convencional, y demasiado poco sexo convencional es también un poco rollo y no muy sano.Que, como hemos dicho, hay un momento para cada cosa y cada cosa para su momento.

No obstante, como en todo, lo importante es que no haya engaño, que cada uno exponga de entrada su lista de filias y fobias y en base a ellas se vea la afinidad de las partes. Ya he dicho que a mí me gusta tocar y besar y palpar y hacer actos sexuales y tal. Cuando iba con profesionales, por ejemplo, descartaba por completo a las que ya de entrada decían “nada de sexo”. Hombre, encima que pago un pastón ni siquiera se lo va a trabajar, aunque sea haciéndome una paja al final. Y si eso me hace ser un ignorante del bdsm, o un vainilla, pues qué le vamos a hacer, peor sería ser gordo, adicto a la cerveza y friki de los tebeos. Y, por otra parte, si una Ama me dijera que nuestra relación sólo iba a consistir en que yo pusiera el culo y ella ejercitara su frustración contra el mundo sin más, pues simplemente sería una relación que no me interesaría, por que para mí sería frustrante y, lo que es peor, aburrido de cojones.

Repasando un poco el escrito, yo creo que lo que en el fondo hay es mucho mito. Mucha apariencia, mucha ignorancia y mucho miedo al qué dirán, como si tuviéramos que demostrar algo. No tenemos que demostrar nada más que a nosotros mismos y a quien está con nosotros.No tenemos por qué ser Elise ni castrar a nadie. Es más, el mundo iría mucho mejor si la gente se besase y se tocase más, y pudiera coger una fusta y desollar al sumiso para luego lamerle con la lengua las heridas y acabar fusionados en un beso infinito.

Y con ésta última frase tan bonita nos vamos hasta el próximo post. Hasta entonces tengan cuidado ahí fuera y sean buenos o malos en su justa medida.