EL SECRETO

Bueno, no empezar este post si no se ha leído antes los dibujos del posts anterior, que son canela fina y se ven ya bien. Estas líneas no son más que un post de estos de sabiduría infinita, pero como es verano y hace mucha caló, será breve.

Todo el mundo se pregunta cuál es el secreto de una relación. Hay a la diestra una frase de gente más inteligente que yo que concluyó que era la honestidad. Si lo logras fingirla, todo irá bien. Por supuesto, yo no creo que una relación se deba basar en la honestidad. De hecho, no hay nada más peligroso y devastador que la verdad. -"¿Me quieres, cariño? -Hombre, quererte pues no sé, pero desde luego que los polvos se los echaba a la vecina del quinto.

En una entrevista que leí una vez a no sé quién decía que el secreto de una relación estaba en la inteligencia, el sentido del humor y la ternura. No digo que no, claro. Pero a ver, es que acaso los tontos no podemos tener una relación? Es más; cuanto más tonta es la persona, normalmente le suele ir mejor.¿Sentido del humor? Bueno, ¿cómo se define eso? Si tu pareja se cae en la calle y te ries....¿es sentido del humor? ¿Y ternura? ¿Queremos que nos mimen o queremos follar? ¿Primero una cosa y después la otra? ¿A la vez? ¿Y si yo sólo quiero follar? Nada, que esto es un lío, una por siete de más, y otra por siete de menos, pero es difícil acertar en la dosis.

Pues no, criaturas, yo os voy a decir el secreto de toda relación en general y de una relación bdsm en particular. Y no es algo que se haya inventado ayer, ni mucho menos, que ya lo inventaron los romanos y supongo que antes que ellos los griegos y supongo que antes que ellos los fenicios y así hasta Adam y Eva. El secreto de toda relación es EL QUID PRO QUO; YO DOY, TU DAS.

Ninguna relación es altruista. Todos damos, sí, pero también queremos que nos den. Aunque nos den la necesidad de ser amados. Somos egoístas, y queremos compartir, y que nos quieran. El amor eterno dura lo que dura un corto invierno, que cantaba Sabina.

Ciñámosnos al bdsm. El Dom manda, el sum obedece. Uno define al otro. El Dom le da algo que quiere el sum, el sum da algo que quiere el Dom. No hay entrega absoluta a cambio de nada.

De esto se podría derivar algún que otro tema, como esas Amas que se creen Dios y la madre esperando sólo recibir, como la descompensación que se da a veces cuando creemos que damos más de lo que recibimos, o el mismo aspecto egoísta de cualquier relación...pero, como he dicho, hace mucha caló y como planteamiento de idea base ya está bien. Ala, cortito y con afoto. Así que, amigitos, ya sabéis; mirad que os dan, mirad qué dáis. Y si la balanza está equilibrada, tenéis relación para largo.