S.G.Fernandez, de profesión operario, esposo y padre ejemplar, lector habitual de EL MUNDO DEPORTIVO, amigo de sus amigos, un día vió que las sensaciones y los deseos que negaba una y otra vez le atenazaban hasta el punto de no poderlos controlar.
Ese día cogió una mochila, la llenó de ropa de mujer y despareció entre la bruna de la noche.
Desde ese día nadie sabe de su paradero. Si alguien puede facilitar alguna pista, su esposa, hijos, familiares y amigos se lo agradecerán.
Mientras tanto, creemos que él es feliz.
5 comentarios:
Joder, pues tiene un punto entre humor acido y entrañable que me ha encantado.
sobre todo esa frase de : Mientras tanto creemos que el es feliz.
Ssaludos
FIrmado: Alberto
me encantó, es minificción, de verdad me gusto mucho
jajaja
...soy la hostia ...creando tendencia
¡Ah! ...y el final me encanta.
Saludos a todos;
Alberto; pues esa frase me vino a la mente una vez acabado el escrito, del tipo que antes de darle a publicar dices "aquí falta algo...puede ser esto?" y si, era eso...
Un abrazo
KIWI; No recuerdo si te he dado la bienvenida por estos lares, caso de que sí, disculpes mi mala memoria, y caso de que no, hela aquí. Me alegro que te haya gustado el relato..
Un abrazo
Tesa; pues si, ya ves, te he copiado (el formato, ojo), miserablemente, así que marcas tendencia, pero lo de la foto en verde y tal todavía no lo tengo muy por la mano. Y te digo lo mismo que Alberto respecto al final, improvisaciones que se hacen, tipo peli de CASABLANCA, que debían estrenarla ya y dijeron; "venga, acabad como sea que nos quitan la sala".
Un abrazo
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