INTERLUDIO NO BEDESEMENIENSE: EL 15-M

Interrumpimos la programación habitual para hablar de política. Bueno, la verdad es que no sé si es exacto decir política. Vamos a hablar del 15-M y de paso un poco de ésta sociedad injusta y cada vez más vertiginosa. ¿Tiene algo que ver con el bdsm? Pues no, no tiene que ver nada, esta semana vamos a descansar de látigos, perversiones y demás y vamos a demostrar que los bedesemenienses somos seres normales que nos movemos en el mundo como cualquiera.

La cosa es que el sábado pasado fui a la manifestación que organizó la gente del 15-m, movimiento del cual soy simpatizante. Y por ello, dentro de mi humilde granito de arena, me gustaría dar un poco de difusión al mismo y de paso subirme a mi caja de naranjas volcada y vacía para dar el mitin del viejo progre.

Para quien no lea los periódicos o, peor, vea las noticias por televisión, puede que tenga una visión distorsionada de tal movimiento y por ello lo asocie a cuatro trasnochados vestidos a medio camino entre lo hippie y la mugre que van a liarla sin más. Un grupo de perroflautas que se aburren de hacer botellón y que por ello acampan en las plazas. O, en el mejor de los casos, son gente dirigida por el malvado partido socialista a la sombra para desgastar al gobierno.

 Craso error que no sólo no se corresponde con la realidad, si no que corresponde a una campaña de desprestigio hacia el movimiento que no hace si no que confirmar que son peligrosos…porque piden cosas razonables y obedecen a un clamor social.

En la manifestación había mucha gente, muchísima. Creo que la cifra oficial de la organización rondaba las 120.000 almas en Barcelona, pero a mí me parecen pocas porque había momentos que no se podía ni caminar y mira que la calle Balmes es grande. Sí, había gente joven, mucha, y alguna vestía de hippie y tal. Pero había familias con niños, jóvenes que no eran hippies, matrimonios de mediana edad, ancianos, grupos…y el común denominador de este grupo heterodoxo y nada homogéneo es que pedían justicia social.

Por si sirve de interés, yo no he votado al partido socialista en mi vida. Y la mayoría de las pancartas y  eslóganes daban palos por igual a unos y otros.

Lo que molesta del 15-m es que es un movimiento que cuestiona. Cuestiona el orden establecido porque es cada vez más injusto. Cuestiona las instituciones tradicionales porque éstas no aportan soluciones a los problemas reales. Cuestiona que la gente malviva con mil euros de salario quien tiene suerte de tener trabajo, mientras que la mayoría de los políticos ocupan tres o cuatro cargos con sus correspondientes sueldos y dietas. Cuestiona que democracia no es votar a pp o a psoe cada cuatro años y callar. Cuestiona que el poder emana del pueblo y por ello los representantes han de serlo de verdad, no representar sus propios intereses o el de las grandes corporaciones. Cuestiona que la verdad sea la que nos dicen, que no haya otra manera de hacer las cosas, que no podamos ser una sociedad justa.

Personalmente, creo que el 15-m simboliza la ruptura de la sociedad con unas instituciones que han dejado de ser válidas y que, de forma pacífica pero clara, piden que se transformen. No que desaparezcan, no que reine la anarquía, si no que cumplan su verdadera función. Que ayuden a la gente en estos tiempos difíciles y no a su ombligo.

Hay muchos motivos para estar indignado y no es cuestión de dar el mitin de forma exahustiva y cansina. Cada persona seguro que tiene los suyos propios. Dentro del 15-m hay catedráticos y licenciados y trabajadores y estudiantes y parados y fontaneros y amas de casa y perroflautas y jubilados y mecánicos y abogados y cocineros y….entre unos y otros han lanzado más de 4.500 propuestas para regenerar la democracia.

Piden, pedimos, cosas tan simples como que los políticos tengan un solo cargo y por ello un solo sueldo. No es normal que el alcalde de mi pueblo cobre como alcalde, como miembro del consejo comarcal, como no se qué de la diputación y como asesor de no sé qué consorcio de empresa pública. Más dietas y prebendas. Piden un sistema de listas abiertas de forma tal que el diputado que sea tenga que dar explicaciones a sus electores, no al partido que lo mete por enchufe en una lista cerrada. Piden que quien no pueda pagar la hipoteca de su piso al banco, no tenga que dar su piso y a la vez seguir adeudando la misma. Piden que haya responsabilidades por la mala gestión de un banco, o de un ayuntamiento, o de la Corona, y no que todo el mundo se salga de rositas y con una millonada bajo el brazo por hacer las cosas mal, y a callar.

Yo veo nerviosismo en los políticos tradicionales. No en el grado que debería o me gustaría, es cierto, pero sí que veo que intuyen que  algo ha empezado a cambiar. Se afanan mucho en insistir que ellos son los legítimos representantes del pueblo, que por eso han sido elegidos. No dicen que, precisamente por ello, es legítimo pedirles y reprocharles cosas. Veo que hay un doble lenguaje de minimizar el movimiento, o de buscar la foto de la poli golpeando para que pasen  a un segundo plano las protestas. No veo gestos de transparencia, pero sí cierta incomodidad poco a poco.

Esto está empezando y en estos tiempos nadie sabe en qué deparará.

Personalmente, creo que el movimiento debería constituirse en algo más que una masa que protesta. Quizás un partido  político, a imagen de los piratas de Alemania, aún a riesgo de perder cierta esencia. O en un lobby organizado y definido, no sé bien. Pero sí que creo que debería dar un salto cualitativo y aparecer con caras y ojos ante los que creemos en otra forma de hacer política y, sobre todo, hacer sociedad. Porque en el fondo lo que se pide es una sociedad más justa y más racional, donde no chupen 4 que condenen a la miseria al resto, donde la ruleta rusa de la bolsa y sus derivados financieros no dejen sin sanidad a una anciana con cáncer, donde un señor en un despacho de una agencia de calificación que falla más que una escopeta de feria no deje sin clase a ese niño que no puede pagársela.

Y bueno, corto ya el rollo político. La semana que viene volvemos hablando de mujeres, perversiones, vino y esas cosillas. Yo había pensado en una tanda de mujeres admirables, que hace tiempo que no tocamos el tema, pero puede que cambie porque también le tengo ganas al obispo de Alcalá y otras cosillas. Recuerden que el miércoles el museo del prado se abre en forma de BEDESEMENIADA y hasta entonces vayan a las barricadas, que pasar puede que pasen, pero no se lo pondremos fácil.