RELATO-HISTORIA QUE ES UN TOCHO Y QUE NO SE VA A LEER NADIE Y QUE ENCIMA ES MALA DE COJONES Y QUE ADEMÁS NO VIENE ILUSTRADA CON FOTOS NI NADA

Algunos amigos me dicen que echan de menos ponerse cachondos, que vaya mierda blog de bdsm que no les sirve ni para hacerse una triste paja. Bueno, yo considero que este es un blog de reflexión y debate (ejem, ejem) sobre este fascinante mundo, y además es que los relatos están tan trillados a estas alturas....No obstante, sí que hoy me ha dado por contar no sé si un relato, pero sí una historia. Una historia en la que, como todas, no se sabe dónde empieza la verdad y dónde la fantasía, o quizás todo es verdad, o quizás todo es fantasía....Por supuesto, es una historia...er....sin ningún protagonista reconocible y...er....bueno, que supongo que nadie puede ser tan patético ni tan capullo. Ya tenéis lectura para el verano por que me ha salido un poco larga:

Resulta que había un chico con una mente un poco sucia, pero el chico era buen chico, más o menos, y resulta que el chico estaba triste por algo de mal de amores, aunque como ha pasado mucho tiempo los detalles no se recuerdan bien, y en todo caso no importa, pues bueno, el chico que era un poco pervertido pero buen chico y que estaba un poco triste estaba dando una vuelta por la gran cuidad en una tarde, aunque no recordamos si era una tarde de otoño, de invierno, de primavera o de verano, pero era una tarde solitaria en la que había poca gente en las calles y el chico entró en el primer bar cutre que vió y pidió una cerveza, pese a que el bar estaba también muy triste, además de cutre, ya que sólo había una camarera, que era china por que todos los chinos se están quedando con los bares tradicionales, de esos cutres, y una vieja que estaba jugando a la máquina tragaperras, y el chico que acababa de entrar se pidió una cerveza y cogió el periódico, pese a que era por la tarde y las noticias ya habían pasado, y se fijó en la vieja que estaba jugando a la máquina tragaperras y pensó que era una vieja muy gorda, que tendría unos sesentaytantos, y que era una ludópata y algo triste y cutre, en sintonía con el bar, y el chico se bebió la cerveza mientras fumaba un cigarro, por que había empezado a fumar aunque no debería a estas alturas, pero bueno, lo podía dejar cuando quisiera, y pensó que el culo de la vieja, enorme, le daba un poco de morbo, o un bastante de morbo, y la vieja llevaba una falda y medias y él tenía a la vista su enorme trasero, y fantaseó con ser ahogado por el trasero de la vieja y pidió otra cerveza, y vio que la vieja estaba bebiendo otra cerveza también, pero sobre todo estaba super concentrada en la máquina, que por cierto hacía mucho ruido, y por lo que vió el chico la vieja sólo echaba monedas y apretaba botones y de vez en cuando mascullaba algo, pero no caían monedas de ningún premio y el chico pensó que la vieja se estaba gastando un pastón sin ganar nada y que seguro que había sido bonita en su juventud, y que ahora le faltaba arreglarse un poco el pelo, que estaba teñido de rubio, pero seguramente no tenía dinero para la peluquería por que se lo gastaba todo en las máquinas, que pensó el chico era un vicio muy feo, aunque él mismo bebía y fumaba, y pensó también que la vieja quizás ahora no fuera bella, pero su culo le daba morbo y ese pensamiento no se lo quitaba de la cabeza, y además no tenía nada más en que pensar por que el periódico no le interesaba y no había nadie más en el bar, ya que en todo ese rato no había entrado nadie, y la camarera china no le daba morbo y además ella estaba fregando vasos o algo así, que es lo más anti erótico que existe, y ahora pondremos un punto para no hacer un párrafo demasiado largo que espante a la gente que entra al blog a leer.

Pues seguimos; la vieja tenía cara de vinagre y era evidente que no le iba bien la tarde, pero es lo que tiene la ludopatía, que no podía parar de echar monedas y escuchar la música, por cierto muy molesta, y ver las luces y todo eso, y el chico no entendía como la gente podía estar enganchada a algo tan absurdo, y se pidió otra cerveza y se fijó en que la vieja era muy gorda y tenía unas tetas enormes, a juego con su culo enorme, y que seguro que era una vieja que estaba de vuelta de todo en la vida, por que una vieja que juega a las máquinas y bebe cerveza en un bar donde hay una camarera china debe de ser así, ya que la abuela del chico, por ejemplo, que era la única vieja que conocía bien, no había pisado un bar en su vida, y menos de esos cutres que se están quedando los chinos, y mientras empezaba la tercera cerveza se volvió a fijar en su enorme culo, a juego con sus enormes tetas, y tuvo una erección, y empezó a fantasear también en que estaría bien que le atase con las medias mientras la vieja le daba bofetadas, por que ya hemos dicho que el chico tiene la mente un poco sucia, y entonces el chico, que recordemos llevaba ya tres cervezas, empezó a pensar por qué no, ya que al fin y al cabo no todo iba a ser belleza convencional, y que al menos no era delito ni estaba fantaseando con una menor de edad, y que dado que él era joven y tenía una enorme simpatía natural podía al menos intentarlo, ya que seguro que la vieja, si pasaba las tardes en un bar echando monedas en una máquina no tenía ningún viejo y estaba libre, o no, pero bueno, que lo podía intentar, total, sólo podía quedar en ridículo ante una camarera china que a duras penas entendía el idioma y ante una vieja que no volvería a ver por que no pasaba apenas por esa zona, así que pensó en atreverse pero le daba un poco de corte, por que todavía no se había acabado la tercera cerveza, y no sabía qué decir, y seguro que la vieja prefería estar con su máquina de perder dinero que con él, por que esta gente es así, y en esos pensamientos estaba cuando la vieja pidió cambio a la camarera china de cinco euros, y él aprovechó el momento para preguntarle si tenía suerte en la máquina, y la vieja le dijo que no, y el chico le dijo que había visto que llevaba un buen rato jugando y que seguro que habría perdido un pastón, y la vieja le digo así como que lo iba a intentar con estos últimos cinco euros, y el chico pensó que iba bien, por que no le había dicho que se metiera en sus asuntos, pero no se le ocurrió nada más que decir y acabó la tercera cerveza y pidió la cuarta, que como eran Voll Damm le subían un poco, y miró como la vieja se gastaba sus últimos cinco euros y seguía perdiendo, o algo así por que el chico nunca entendió ese juego, y cuando la vieja acabó sus últimos cinco euros apuró la cerveza e hizo ademán de irse, y entonces el chico pensó que era ahora o nunca, y sacó unas monedas y le dijo a la vieja que si las jugaba por él, y si tocaba algo que se lo repartían, aunque a él no le importaba el dinero, sólo el culo de la vieja y esas enormes tetas, aunque esto no se lo dijo, claro, y la vieja al principio miró un poco sorprendida pero sonrió y dijo que vale, y el chico exhibió su simpatía natural, totalmente falsa, y le preguntó si quería otra cerveza, y la vieja dijo gracias y dijo que sí, y echó el dinero que le había dado el chico y el chico estaba a su lado mirando, como partícipe de un juego que le importaba una mierda, y entonces sonó que había tocado algo, un premio menor o algo así, ya que eran pocas monedas, pero el chico lo aprovechó para decir que le había dado suerte y la vieja siguió jugando con el chico al lado mientras hablaban de algo banal, como sus nombres y si eran del barrio o algo así, y el chico le dio un nombre falso y un barrio falso y le daba morbo la situación, y los enormes brazos de la vieja y su enorme culo, y su aspecto decadente tan encantador, y al poco o al rato o al mucho se acabaron las monedas y la vieja dijo algo así como que no podían seguir jugando, y el chico se sacó de la cartera un billete de 20 euros y le dijo que lo podía jugar por él, pero a cambio qué le daba, y ahora volvemos a poner un punto mientras atacamos el último párrafo de este post.

Y entonces la vieja preguntó que qué quería a cambio, y el chico le dijo que si vivía cerca podían ir a pasar un rato, ya que ella era muy guapa, y que no se preocupase por que él era un buen chico y le gustaba ella, y la vieja gastó una broma o algo así diciendo que no tenía miedo, ya que como mucho le podía robar las cucarachas del piso, y el chico sonrió por fuera pero por dentro pensó dónde coño se estaba metiendo, y además él no quería ir a un piso que tuviera cucarachas, que le dan bastante asco y el chico, aunque tenía un olor corporal muy fuerte por un tema genético, le daba mucha importancia a la higiene, sobre todo a la de los demás, pero vió que la vieja estaba bromeando e iba limpia y bueno, fueron para el piso que estaba cerca y subieron unas escaleras muy estrechas y muy oscuras en un edificio que era bastante viejo y que estaba muy mal conservado, pero que al menos no tenía grafittis ni gente drogándose en la escalera, como en las películas norteamericanas, y el chico iba mirando por el suelo a ver si veía cucarachas para salir de allí corriendo, pero no vió ninguna y la vieja abrió con llave una puerta del segundo o el tercer piso, como hemos dicho ya ha pasado tiempo y los detalles se pierden, y además en Barcelona siempre se hace uno un lío con estas cosas por que hay principal, y entresuelo, y cuando llegas al primero en verdad has subido tres pisos, y bueno, pues pasaron al piso y era un piso viejo y oscuro, pequeño, incómodo seguramente para vivir, con muebles antiguos y sencillos, pero al menos estaba limpio y la vieja invitó al chico a sentase en el sofá y dijo algo así como “vamos, tu lo has pedido” y el chico se acercó a ella y le besó suavemente, y le sobó el cuerpo y la vieja se dejó hacer, y el chico, que ya estaba lanzado y se le había pasado el miedo inicial, le besó las tetas, que recordemos eran enormes, y le metió la mano por debajo de la falda y tocó sus enormes nalgas, y la vieja se seguía dejando hacer, y el chico entonces se puso más cachondo y rozó su piel, que estaba fofa, aunque el chico tampoco es que fuera una sílfide precisamente, y el chico estaba muy caliente pero, como tenía la mente muy sucia, no le era suficiente, y le empezó a tantear el terreno susurrándole algo así como “soy tuyo” y la vieja decía sí, y le metía mano también, y el chico le besó suavemente las piernas, en un gesto erótico banal que para él era de sumisión y que ella lo podía interpretar como quisiera, y se empezaron a quitar la ropa y el chico se prestó a quitársela con suavidad, como un ritual, mientras le seguía besando el cuerpo y cuando llegó al enorme culo que tenía lo besó también, y ella dijo que estarían más cómodos en la habitación, y el chico le como era su esclavo donde ella quisiera, y ella se rió y el chico la acompañó a la única habitación del piso, y la vieja se tumbó boca abajo y le dijo que le siguiera besando el culo si tanto le gustaba, y el chico empezó a lemer la carne y a seguir sobando y luego la vieja se giró y le agarró la polla bien fuerte y le preguntó si le gustaba, y él le dijo que sí y ella soltó la polla y empezó a apretar los pezones del chico, y le preguntó si le gustaba y el chico le volvió a decir que sí, que podía apretar lo que quisiera por que era su zorra, y la vieja apretó haciendo cada vez más daño y llamando al chico perro de mierda y estubo un rato así hasta que luego le volvió a agarrar la polla bien fuerte y el chico, que ya no podía más, tuvo un orgasmo nada más le la vieja le dió tres meneos.

Luego el chico le dió los 20 euros, se vistió, pensó que seguramente no era la primera vez que la vieja aceptaba dinero a cambio de sexo, le dio las gracias, apuntó un teléfono que luego tiró, se marchó pensando que podía haberle pedido algo más de caña y cogió el metro de regreso a casa pensando en que esto era lo más bizarre que había hecho en su vida. Y esta es la historia, que, como hemos dicho, no sabemos si fue verdad o no.