Pues hacía tiempo que no divagábamos directamente sobre las prácticas, fundamentos y demás de este juego de locos y pervertidos, salpicado todo ello con algo de teoría, alguna anecdotilla personal y mucho de opinión propia capulla e intrascendente. Vamos a poner remedio a eso divagando sobre el control del orgasmo en estas relaciones, tema que, como todo, tiene su miga.
Quiero empezar con algo que no es exactamente ni lo que quiero decir ni por donde van los tiros del post, pero que no me resisto a remarcarlo. Comentaba jocosa una Ama amiga en una de estas conversaciones de taberna que es curiosa la diferencia respecto a la sexualidad convencional. Mientras a una mujer que pone a cien a los hombres y luego no remata la faena se le llama vulgarmente “una calientapollas”, a una Ama que hace lo mismo se le recompensa con honra, status y reconocimiento. Pero no nos vayamos por las ramas...
A ver si me explico bien. El bdsm es, en esencia, sexo. Nos podemos hacer (sin corrernos) todas las pajas mentales que queramos, pero estamos hablando de una actividad de marcado componente sexual. Hasta aquí de acuerdo, no?
Pero, como hemos dicho por activa y por pasiva, en el bdsm utilizamos el mayor órgano sexual que tiene el ser humano...el cerebro. El sexo “genital” es secundario. Puede existir, si existe puede tener muchas formas, y puede simplemente no existir. Yo las mejores sesiones que he tenido y que atesoro en mi haber de recuerdos luminosos han sido sesiones en las que no es que no me haya corrido, si no que ni siquiera se me ha levando...porque no hacía falta. No voy a volver a repetirme hablando de la entrega, las sensaciones mentales de pertenencia, el sub space que da el mundo del dolor y la adrenalina que ello genera...pero la intensidad de una sesión puede generar un estado parecido al éxtasis.
Sigamos. Hemos dicho que el bdsm es una actividad de componente sexual para la que no hace falta (aunque tampoco estorba) el sexo genital. El deseo nos lo da el creernos un rol. Entramos en ese componente mental y nos creemos, en el caso de los sumisos, pertenecidos. Nos ponemos cachondos marcando la diferencia, no hace falta la fricción de la carne.
Bien...¿alguna pregunta hasta aquí?
-Señor Spirit, yo no lo tengo claro...¿pero se folla en el bdsm o no se folla?
-Joder, repasaros las lecciones de antes. Se puede follar, pero no es lo imprescindible. Lo decide la parte Dominante, que prioriza su placer. Pero lo que nos “pone” no es el follar o no, que a nadie le amarga un dulce, si no el que la parte Dominante decida lo que quiere, el sentirnos pertenecidos a ella, el rol, etc...independientemente de que se folle, se menee o no se haga nada...¿alguna otra pregunta?
-Sí, yo tengo una...Señor Spirit, pero es usted impotente o no?
-¿Tienes madre o hermana o, mejor, ambas? Ah, Dios, qué juventud...bueno, yo la tengo un poco cascada de tanto machacármela, y cuando está pinzada o recibiendo dolores mil es un poco difícil que se mantenga...pero todavía me funciona, lo quieres comprobar? En fin...¿alguna tontería más?
Bueno, sigamos. Esa pertenencia tiene su derivación lógica en que la parte dominante...domina. Y uno de los puntos álgidos de esa dominación es que domina hasta el extremo de...tachán tachán...controlar el orgasmo de la parte sumisa.¿Qué mayor simbolismo que une dominación y sexualidad?
¿Qué se entiende por controlar el orgasmo? Pues eso precisamente, decidir si la parte sumisa orgasma, y, si lo hace, cuándo, cómo y en qué condiciones. Es uno de los poderes del Dom. Poder que, como todo en este juego, se ha de creer. Recordad las lecciones anteriores; Supermán no vuela, es un tío colgado de un cable, pero al ver la película suspendemos la realidad y lo creemos. Aquí lo mismo; otorgamos al Dom un poder y lo acatamos, si no no tiene ni gracia ni sentido.
Así, en una relación a distancia donde el Dom le diga a su sum “te prohibo masturbarte”, pues se ha de tener una fé inmensa en que el otro/a lo cumpla. Si lo hace, es porque le da morbo el hacerlo, entra en ese nivel de entrega.
El tema de orgasmar no es baladí. Porque por mucho que hayamos dicho sobre que no es necesario el sexo genital, es evidente que hay un componente de tensión sexual. Y esta tensión sexual es la que ejerce de hilo conductor. ¿Un poco rollo esto?
Pongo un ejemplo para que se vea claro; no es lo mismo recibir diez latigazos sin haberte corrido que una vez hecho.
A este respecto diré que no sé quién me comentó de una Ama que empezaba las sesiones ordenándoles a sus sumisos que se hicieran una paja y eyaculasen. Así, los azotes dolían de verdad y no eran símbolo de deseo. Personalmente me parece contraproducente; el bdsm necesita, como sexo en esencia que es, de una cierta tensión sexual para desarrollarse.
Hay quien lleva esto mismo al extremo; no dejando correrse nunca, o casi nunca, a sus sumis. Y entonces la tensión/ necesidad sexual es tanta que se mezcla con la propia dominación. Creo que hemos hablado repetidas veces de las lecciones de Elise Suton, que aconseja que no se corran nunca los hombres porque así están locos de deseo y pierden la capacidad analítica, siendo, por tanto, más sumisos y obedientes. Es una pura ley física; si tienes la polla a 120 grados hace todo lo que te dice una mujer. Como también hemos comentado alguna vez, es el equivalente a la vieja doctrina de las religiones. El sexo es pecado, eres culpable, no te la toques, no folles fuera del matrimonio y entre una cosa y otra estás entretenido y no te cuestiones si una mujer casada que pare puede seguir siendo virgen.
Entre ambos términos está el punto medio; jugar con el orgasmo y el control del mismo, sí, pero como un “instrumento” más de este mundo de locos.
Es decir; como símbolo de quien tiene el poder. Como premio de que si el/al sum ha sido bueno/a se le permita orgasmar al final. Como castigo, no sólo el negarlo si no que, por ejemplo, a mí no se me ocurre castigo más horrible que correrme y recibir latigazos después. Como vínculo mental de tensión sexual, desespero. A este respecto hay incluso la parafernalia de los cinturones de castidad, esas virguerías como el CB-2000 o algo así que nutren todo buen ajuar del tema. En fin; de mil formas que hacen que no deje de ser una práctica más, una forma más de expresar y disfrutar.
De forma personal, entiendo que cuando estoy en una sesión no tengo la capacidad de decidir si me puedo correr o no. Si me entrego a la parte dominante, me entrego. Y, como he dicho, en muchas sesiones no sólo no me he corrido si no que además ni se me ha empinado. Y aquí quiero decir unas palabras sobre lo que para mí es una de las mayores virtudes del bdsm; puede “prolongar” el orgasmo en el tiempo hasta el infinito. Y lo puede hacer en base a esa capacidad de entrega de la que hemos hablado, de esa adrenalina tensa, de ese vínculo mental, de ese sub space karmático para el que no hace falta el sexo genital.
No obstante, si tuviera voz o voto en ello puedo decir que, una vez pasado todo esto, yo al fin y al cabo soy un clásico y me gustan los finales felices. Por supuesto que me encanta correrme al final de una sesión. Pero no porque en verdad lo necesite en sí, si no como forma de “liberar” la tensión, la intensidad y la adrenalina acumulada durante una sesión. No sé si me explico bien. Es que hace mucho tiempo que no me marco rollos semi-serios y he perdido un poco la práctica. Pero en todo caso no sé explicarme mejor. Quien lo probó lo sabe.
Y bueno, fin del tema por hoy, que tampoco tiene más. La semana que viene tengo pensado un experimento, pero será eso, la semana que viene...aquí os avanzo que la idea es recabar la colaboración de todos. Mientras tantos, ya lo sabéis; la vida los miércoles es un poco mejor porque se cuelga la BEDESEMENIADA pertinente. Hasta entonces tengan cuidado ahí fuera y sean buenos o malos en su justa medida.
19 comentarios:
Estoy de acuerdo en general en todo. Las dos mejores sesiones de mi vida, la primera fué una que duró alrededor de 3 horas de machaque continuo sin orgasmo final y entre la adrenalina y las endorfinas acabé gran parte del resto del dia en un nirvana particular. la otra más corta pero de una intensidad y estrés inusitado para mi, el resultado es que me acuerdo de qualquier cosa menos del orgasmo.
Solo una puntualización, todo lo que dices supongo que te referieres al orgasmo másculino, Porquè la sexualidad femenina me temo que no responde exactamente igual que la nuestra. En el caso de los hombres, mantener la tensión creciente a través del tiempo tiene un sentido, ya que somos como fusiles de uno o dos tiros (a menos que seas un adolescente) que una vez disparados, nuestro interés por la "mistress", por la "sumisión", por la "entrega", etc...ejem, pueden verse seriamente afectados.
En el caso de una chica no le veo la gracia a la negación orgasmo como hecho omnipresente, ya que después de orgasmar no te va a decir automaticamente que tiene sueño y se va a dormir en los 10 segundos siguientes. Dejando aparte que como ya sabemos quien manda en realidad en esto del BDSM, no me veo a ningún amo negando un orgasmo a su sumisa si esta se pone seria poqué está hasta los ovarios que se los nieguen.
Saludos a todos;
Angel; pues hombre, evidentemente yo sólo conozco en primera persona el orgasmo masculino, de hecho el femenino todavía tengo dudas de que exista, y son evidentes, pùblicas y notorias las diferencias en ese aspecto entre hombres y mujeres. No obstante, yo me refiero a la negación del orgasmo como forma de mantener el deseo y la tensión sexual, y aunque es cierto que los hombres somos seres de un sólo tiro (en mi caso) o dos como mucho y la pistola de las mujeres tiene más munición, cierto es que el desahogo (o disparo) se necesita igual. Otra cosa es que, efectivamente, al hombre le quita la bala y deja de funcionar y la mujer puede seguir rato largo disparando, que no todo ha de ser injusto para ellas en la vida, pero antes de ese disparo o disparos la tensión se siente igual...no?
Un abrazo.
Centrarse en la eyaculación, aunque sea para denegarla, no deja de ser darle protagonismo. Mi política sobre esto es, control sí, negación por sistema no.
A veces, cuando me pregunta el sumi si tiene permiso para correrse (tras muuuchos minutos) le digo que
haga lo que quiera, que me da lo mismo, ya he tenido su entrega y mi placer, con esa humillación final que lo disfrute como mejor le parezca. Es una opción justa sin dejar de ser por ello el Ama menos " malabuena" :P
Ah, y dudas ningunas, el orgasmo femenino por supuesto que existe.
Saludos a todos;
Ama S; lo de si existe el orgasmo femenino es broma, mujer...
En efecto, centrarse en algo no deja de ser el darle protagonismo a ese algo...pero estamos hablando al fin y al cabo de sexo y quieras que no convencionalmente ese algo es la culminación del sexo. Lo que pasa es que los bedesemeneros somos raros hasta para eso ;-)
Me parece bien tu metodología con esa mezcla de libertad, indiferencia y humillación...sería interesante conocer las estadísticas de cuántos se acogen a machacársela y cuantos dicen:"pues con su permiso, pongo la tele que están dando el sálvame de luxe y no me lo quiero perder" ;-)
Un abrazo
Ah, ¿no lo decías en serio?...uffff ¿y ahora que hago con el discurso feminista que tenía preparado?...jajajaja.
Bueno, en serio, yo declaro, como mujer sumisa que soy, jejejeje, a verrrrrrrr, seriedad...creo, y hablo en lo personal que el echo de tener un orgasmo es un auténtico placer y más si es provocado por quien nos domina. Pero mi gran placer va más allá, no reside sólo en ese momento que me es concedido, está en saber y sentir que es cuando él quiera, que me lleva y me trae manteniendo y aumentando el deseo, sentir que juegan conmigo, que no puedes hacer nada más que rendirte a sus deseos...ahí esta el verdadero placer. Evidentemente si te permiten acabarlo con un "corrimiento de tierra",jejeje, pues chachi, pero no es lo fundamental ni necesario para sentir esa plenitud. Estoy de acuerdo en que jugar y controlarlo es muchísimo más placentero al final.
No me ha quedao mal el discurso al final...jajaja. Un beso.
Ahhhhh por cierto, que se me olvidaba, en un blog de los que visito han tenido la idea de hacer una votación popular al mejor blog de BDSM, pero sin listados donde elegir, ni jueguecitos ni nada con mucha parafernalia. Cada cual llega y planta su voto a quien considere. Y yo he votado ya...¿a que no sabes a quien? jajajaja.
Bueno, esto es la perspectiva de sumiso frente a ama, en el caso de sumisa con amo, o sumiso con amo gay, que den por asumido que van a ser follados por todos los orificios que tengan :p
laprincesa (Celta); pues esa es la idea, que has expresado con todo sentimiento, dedicacion, etc...la entrega prevalece sobre los corrimientos de tierra porque buscamos las sensaciones de esa entrega. Pero...¡por qué expresar con una frase lo que cabe en dos folios? ;-)
Pues no he visto las votaciones esas que mencionas...pero voy a buscarlas a chafardear. ¿El mejor blog de bdsm? Bueno, me gusta pensar que este es al menos el más divertido...
Un abrazo
latexo; evidenemente, además de las diferencias entre los orgasmos, también están las diferencias de otra índole, así que has resumido perfectamente otra de ellas;-)
Pero que conste que la metodología es válida para ambas!
Un abrazo
Restringir, controlar, me queda mucho por aprender acerca de eso. De momento mi postura tira mas al lado de "no soy responsable ni de tu erección ni de tu orgasmos, es cosa tuya ocurre cuando tu veas" Y lo ignoro olímpicamente.
No he notado menos entrega después de un orgasmo masculino, si acaso, menos neuronas.
Y el orgasmo femenino si existe, pero doy fe que el punto G no hay forma de encontrarlo no porque no exista, sino porque cambia de sitio constantemente.
Saludos a todos;
lavacamejor; mujer, me gusta pensar que "un poco responsable", aunque sea por...er..."acción inductora" de las erecciones y orgamos del otro eres, no? Pero entiendo tu postura: tú lo tienes, tú sabrás lo que haces con él...
Después del orgasmo la tensión sexual se relaja, es algo físico, pero no por ello ha de rebajarse la entrega. Quizás incluso yo diría que aumenta; estás en un estado de tal tontura, feliz, nirvánico y de agradecimiento que se crea un vínculo eterno...jo, si es que en el fondo somos unos románticos.
El punto G es uno de esos misterios femeninos que un tipo como yo jamás desvelará. Pero lo busco con mucha ilusión y me esfuerzo mucho. ¿No será esto como la moraleja de la ODISEA, que lo importante no es llegar a Itaca si no el camino?
Un abrazo
Upsss perdón, no dije el blog en cuestión para el concursillo. La entrada que hace mención por si alguien está interesado en ojear es:
http://laciudadtraselsol.blogspot.com/2011/12/mencion-especial.html
Un beso.
Me parece muy interesante tu post.
Suscribo todo lo que dices.
El orgasmo del sumi (el permiso para tenerlo) podría considerarse como un premio, como un regalo.
También una muestra de entrega por su parte, incluso la consecuencia del "trabajo bien hecho" (por llamarlo así) del Dom.
Tesa; poco a añadir, la verdad...todo eso y más...
Un abrazo
Tanto como prohibirle correrse no le gusta a mi chico (más quisiera yo!), pero a jugar con los orgasmos retrasándolos o forzándolos se presta encantado... no es listo ni ná!
a, "pequeña saltamontes" jeje
Saludos a todos;
a; ves? un ejemplo de lo que da de sí el control del orgasmo y lo que se puede jugar con él...aunque mira, a veces forzar el retraso del orgasmo es incluso peor que no hacerlo...ah, la naturaleza, qué cruel es con los hombres!
Un abrazo
Pues yo, también estoy conforme con el post.Y mira que lo lamento, ¿Eh? Porque lo míos es buscar cosquillas en cualquier parte (menos mis pies).
Y apuntar una cosa : reservar la eyaculación hasta que lo pide Ella es una satisfacción para ambos.
Aun con todo, me queda una duda por resolver :
Señor Spirit, entonces ¿Quedamos en que es usted impotente o no?
Vecino; jajjajajaajjajaj...ven,piratón, ven a este rincón, que te respondo....jajajajaj
Un abrazo
super nice, I love.
Lo que ata no es la fusta, es la entrega. Me encantó tu blog!
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