martes, 15 de junio de 2010

¿TOMARÍAS UNA PASTILLA PARA DEJAR DE TENER ESTAS FANTASÍAS?

Parece ser que han abierto varios expedientes informativos (sea lo que sea eso) a algunos psiquiatras de Barcelona por mala praxis, ya que no sólo consideraban la homosexualidad como una enfermedad si no que ofrecían tratamientos para combatirla.

El caso es que uno de esos psiquiatras se defendió con las siguientes declaraciones (no son textuales, pero sí bastante fidedignas): “mucha gente siente la presión social e incluso, si tiene creencias religiosas, graves conflitos personales, y estoy seguro que si existiera una pastilla para dejar de serlo muchos se la tomarían sin dudarlo”.

Hay que reconocer que ahí le han dao. Como psiquiatra no sé, pero como abogado capaz de echarle la culpa al maestro armero no tiene precio. Y es que algo, o bastante, de razón tiene. ¿Es eso suficiente para tratar a los homosexuales como enfermos e intentar curarlos? Desde luego que no, que se supone que estamos hablando de hombres de ciencia. Pero no quiero entrar en el fondo del asunto, que por si a alguien le interesa vendría a ser que no se puede ir contra natura y estamos en el siglo XXI.

Sin embargo, al leer esta noticia me puse a pensar...¿Y si a mí me ofrecieran una pastilla para dejar de sentir deseos bdsm? ¿La tomaría?

Pues he de confesar que hubo un tiempo en que lo hubiera hecho sin dudar. La adolescencia es una época muy jodida y el tener una sexualidad rara (quién quiere follar con la Jenny de turno cuando te mueres por que te de latigazos y no te atreves a decírselo?) no ayuda precisamente a que todo sea yupi yupi yaya. Luego te vas haciendo adulto y sigues con la frustración; que si te gastas una pasta en profesionales que no disfrutas, que si no conoces gente afín, que si a tus relaciones le falta “algo”....Vamos, que yo la hubiera tomado pero no por la presión social (lo que pasa en la alcoba se queda en la alcoba), ni por mis conflictos internos (siempre he tenido claro que no hacía nada malo y de la religión hablaremos cuando la Virgen se aparezca en la puerta del sol y no a pastorcillos perdidos), si no por aquello de que, si se pudiera morir de frustración, sería fiambre. Y no quiero mencionar a algunas “amas” de por ahí, bordes y estúpidas a partes iguales...

No obstante, la vida cambia y quien la sigue la consigue, y a base de palos se aprende y sólo hay una forma segura de dar en el clavo, y es dar ciento en la herradura, y la suerte existe pero hay que trabajarla y patatín. Quiero decir con esto que sí, que lo pasado “mal”, pero poco a poco también he ido conociendo gente y teniendo momentos muy bellos y...oye, a día de hoy he vivido y espero seguir viviendo momentos muy gratos, y he conocido a gente muy maja (alguna además de sexualmente cañón) que si no fuera por estos mundos no hubiera conocido, y he vivido y disfrutado y hecho cosas y....Vamos, que hoy en día no cambio estos deseos por nada del mundo, aunque no siempre la vida sea fácil ni meterse en estos berenjenales sea lo mejor del mundo. Pero, como diría un jefe mío, problemas tenemos siempre, hagamos lo que hagamos, así que mejor que sea por algo que nos gusta.

¿Qué hubiera pasado si hubiera existido esa pastilla y la hubiera tomado? ¿Sería más feliz o más infeliz? ¿Hubiera tenido otro tipo de experiencias mejores o no? Pues no lo se, pero los si hubiera...no existen, esto es lo que hay y bueno, por mí ya está bien. Al menos a día de hoy, mañana Dios dirá.

Así que no, yo no tomaría la pastilla de marras, que yo ya soy mayorcito para saber que no hago malo y aceptarme. Aunque sólo sea por que de haberlo hecho no existiría este blog y no sería rico y famoso. Y si alguno de esos psiquiatras me ofrece una terapia por que considera que estoy enfermo, le diré que se la meta por el culo y me de el número de alguna loca a la que le vaya un poco la marcha.No hace falta ni que esté buena, ya le vestiremos sexy para la ocasión, que las locas con latex ganan mucho.

2 comentarios:

ulises dijo...

Estimado Spirit:

A mí esto de tomar pastillas, para lo que sea, nunca me ha convencido, y ya he podido tener un resacón de campeonato que aún así me costaba tomarme una aspirina. En tal caso las pastillas como último recurso y si es posible ni eso, que esta costumbre de recetar pastillas para casi todos los males me parece una conspiración de las empresas farmacéuticas, que nos quieren endrogar a todos de mala manera.

Y si de adolescentes hemos tenido nuestros más y nuestros menos con la vida y sus circunstancias, esas heridas nos hacen más fuertes y creo que nos imprimen carácter; claro que esto lo digo con el paso de los años, en su momento posiblemente era una pequeña desgracia.

Donde este una buena pinta de Guinnes para curar los males que se quiten todas las pastillas del mundo, incluidas esas de colores que se venden sin receta. ;)

Buenas noches, fantasiosos y por muchos años.

Ulises.

Spirit dijo...

Saludos a todos;

ulises; pues estoy de acuerdo contigo, qué le vamos a hacer. Las pastillas es, al fin y al cabo, química que le metes al cuerpo, y al cuerpo sólo hay que meterle física, como líquidos (cerveza, cubatas y demás).

Y para que te fies de las farmacéuticas...mira el agosto que han hecho con la gripe A, que no ha pasado de ser un mal costipado pero ellos se han jartado de vender vacunas y que le reclamen al maestro armero (que, dicho sea de paso, era el culpable de que las armas no matasen al enemigo, al fabricarlas mal).

Y si, una cosa es lo vivido en la adolescencia, donde todos somos terribles y personas a medio hacer, y otra con la perspectiva que dan los años, donde ya estamos más atemperados y vemos las cosas en su conjunto. Pero el precio de la vida es pasarla, qué le vamos a hacer.

Un abrazo.