LECCION DE HUMILDAD Y HUMANIDAD; LADY VANITAS Y SU DEFINICION DE SER DOMINANTE

Las Amas son unos seres misteriosos e inaccesibles que están más allá del bien y del mal. Unos pocos sumisos elegidos por los Dioses podrán acceder a ellas tras pasar miles de pruebas que riánse ustedes de los trabajos de Hércules y la búsqueda del Santo Grial juntos. Una vez en su umbral, deberán seguir demostrando ser dignos y adorar por encima de todas las cosas a estos seres, que no son si no sinónimo de sabiduría y perfección.Tras años de penurias y sufrimientos, quizás sean recompensados con el honor de fregar sus platos o traerles una coca cola del bar de la esquina.

O al menos esta es la imagen que se desprende leyendo un poco aquí y allá sobre las Amas. Unas veces por que las idealizan los propios sumisos. Otras veces, por que bueno, cualquiera que se meta un poco en internet con unas mayúsculas y sea mujer recibe una desproporción de ofertas que hacen que se lo crea un poco. Sobre esto último habrá otro comentario un día de estos, pero ahora lo que quiero exponer es una definición de Ama (bueno, de Dominante en general) que me ha encantado.La ha escrito Lady Vanitas, reciente contertulia de este nada humilde espacio, y la podéis disfrutar todos en su blog, que recomiendo pese a que por algún problemilla técnico no deja escribir comentarios (pero para eso tenéis el e-mail).

Y es que para paranoias de “sólo unos pocos elegidos podrán adorarme tras milenios de ganarse ese honor por que soy divina de la muerte” ya tenemos miles de relatos en la red y sirven para ponernos cachondos. Ojo, no estoy diciendo que nadie, sea Ama, sumisa, vainilla, vainilla con cokies, lesbi o cantante de coplas, no tenga derecho a creerse que todo aquel que la quiera conquistar ha de ganárselo un poco, faltaría más. A ver si vamos a tener que hacer caso al primer/a cantamañanas que se pasea y nos dice algo.

Lo que estoy diciendo es que contra este misticismo y esta inaccesibilidad que a veces se transmite por parte de personas (en este caso Amas), que “se lo creen”, escritos como el que viene a continuación son un soplo de aire fresco. Y, desde luego, emanan una calidez, una honestidad, una sinceridad, una intelegencia y una brillantez que para sí quisieran muchas de estas supuestas “diosas”. Y no menciono a Elise Sutton por que cada vez estoy más convencido que es Carmen de Mairena con un traductor bajado de google. Lo copio y pego tal cual:

Ser dominante no es ser superior. Ser dominante no es ser mejor. Ser dominante no es ser egoísta.Ser dominante no me hace ser "Dios", no soy perfecta, no tengo todas las respuestas. Tengo miedo, a veces me pongo enferma. Tengo complejos, manías, sudo, me canso. He de levantarme y trabajar, estudiar, a veces se me estropea el coche, me mareo en transporte público. Pido la hora a un desconocido, saludo a la vecina del 5º, pierdo las llaves, hago cola en el "super". Ser dominante no me hace ser distinta al común de los mortales, no puedo volar, no tengo visión nocturna, no puedo leer mentes, soy sólo un ser humano corriente.

No soy "sublime" por ser dominante, no soy una "diosa" por mí, soy "sublimada", "divinizada" en la medida en que la persona que está frente a mí considera que lo soy.

No puedo, ni quiero, ni debo, obligar a alguien a postrarse o arrodillarse porque yo quiera, sólo puedo mostrarme tal como soy y esperar que esa persona vea en mí las cualidades suficientes como para pedir el "permiso" de arrodillarse y besarme los pies.

Alguien al que quise, y al que en la distancia y en olvido también sigo queriendo, me enseñó una gran lección. Me enseñó que un sumiso escoge postrarse sólo ante quien quiere y que no por ser sumiso tiene que acatar necesariamente las ordenes de cualquier dominante sólo por serlo. Otro me mostró hace poco cuán desolador puede llegar a ser arrodillarse ante quien cree no merece tal honor, a pesar de que físicamente puede ser una experiencia placentera es psicológicamente desolador.Quiero sentirme orgullosa de quien lo hace, tanto como él se siente orgulloso de hacerlo para mí.No sólo quiero recibir, también quiero dar. Ser mejor cada día para que él sea mejor cada día, confiar para que confíe, crecer para crezca, cuidar, comprender, castigar, corregir, premiar, ayudar, caminar...

Cada día que pasa tengo más claro que ser dominante es ante todo ser persona.

Pues mi felicitación a Lady Vanitas por su escrito y mi agradecimiento por dejérmelo copiar y pegar. Como quiero ser breve en esta ronda de posts diarios, no me paro a comentarlo más allá de lo hablado. Pero tan sólo decir a todo aquel que busca una Ama y no la encuentra...has probado a buscar simplemente a una mujer?

PD: Las Dominantes sí que pueden leer mentes. Zoe, al menos, lee la mía como un libro abierto...