PLACER CULPABLE: ALASKA

A mí Alaska me gusta un montón. ¿Su música? Bueno, creo que también está bien.

Aparte de las canciones más o menos conocidas y lo que suena en las radio-fórmulas, lo cierto es que de su música no puedo opinar mucho. Fui a un concierto de ella en las fiestas de mi pueblo años ha, pero estaba tan borracho que no recuerdo mucho, salvo estar babeando como un cerdo y un obseso mientras la veía cantar, cuando yo soy un tipo fino y educado que nunca cae en esas vulgaridades. Luego salieron unos travestis y no paré de hacer lo mismo, pero sin duda se puede atribuir al alcohol.

Y es que la que me gusta un montón es ella. Forma parte de ese grupo de mujeres cuya belleza sólo aprecio yo y otra gente un poco rara. Me pasa con otras mujeres de belleza no convencional, que agrupo bajo el lema “placer culpable”. Aquellas cosas que te gustan pero que, objetivamente, no debería ser así.

Alaska no es Megan Fox, no es Beyoncé. No es fea, pero no es la primera persona que te viene a la cabeza en tus sueños eróticos. Pero tiene “algo”. O para mí lo tiene, al menos.

Qué quieren que les diga. De pequeño, veía “La Bola de Cristal”, que es ese programa infantil que hoy, 25 años después, todo el mundo dice que era la pera, pero que a mi me parecía más malo que la tos ya de pequeño. Hoy, 25 años después, me lo sigue pareciendo. Pero salía ella, haciendo de bruja, con esos anillos y ese vestuario fetichista, diciendo “te voy a atrapar”, y yo me derretía.

Luego ví la peli de “Pepi, Lucy y Bom y otras chicas del montón”, ese bodrio “modelno” producto de la movida firmado por Almóvar. La peli era y es más mala que la tos, de nuevo, pero sale ella en plan salvaje y le hace una lluvia dorada a Chus Lampreave. Y yo me derretí.

Luego se hizo fashion o algo así. Siguió siendo moderna, pero no en plan punk sino con glamour. Hizo tecno o lo que sea que se denomine su estilo. Y salía en los vídeo clips en plan fetish total, con esa imagen conscientemente ambigua entre el vicio y la frialdad. Y yo dije: “a ésta le va un poco el tema”. Y me derretía viéndole cantar a la pasión o a lo que fuera con esos guantes fetish y esa mirada de lascivia gélida.

No sé si le va el tema o no. No conozco ningunas declaraciones donde diga nada al respecto. Pero juega con el fetichismo, tiene un look entre gótico, glamour y fetish que me pone a cien, me encanta que sea una persona rellenita de grandes caderas y maquillaje excelso, tiene esa belleza serena de las mujeres que están mejor en el crepúsculo que en la primavera y, cada vez que sale en alguna entrevista o así, me derrito.

Puede que no le vaya el tema, pero juega con ciertos elementos bdsm en su estética y sus vídeos. Puede que no esté buena, pero tiene un morbo que te cagas. Puede que no sea Ama, pero es un icono gay y de cierta liberalización sexual, así que seguro que la podremos convencer para que lo pruebe al menos. Cambia de look, se disfraza, se reinventa, fantasea, juega, insinúa, expone. No lo sé. Sé que me gusta y punto. Me gustan las mujeres con curvas, me gustan las mujeres con el pelo de colores, me gustan las mujeres que se disfrazan, me gustan las mujeres que tienen siempre un travesti cerca, me gustan las mujeres rellenas a las que les sienta bien la edad. Me gusta ella.

Voy a poner este escrito en su página oficial, a ver si lo ve y le apetece que la invite al fetish (eso sí, pagando a medias, que salen muchos tebeos interesantes este mes).

Esta serie de “placeres culpables” continuará, otro día, con Mercedes Milá, Condolezza Rice, Lidia Lozano, Carmen de Mairena, etc....pero lo dicho, otro día.

De momento admiremos a mi brujita de La Bola de Cristal.